Por Carmen Luz Cofré Araya
Comunicadora Social y Abogada
IG @calu_cofre
Hasta que llegó la fiesta más glamorosa de la industria del cine, Los Oscar. El evento realizado en el Dolby Theatre de Los Angeles el 12 de marzo se llenó de luces y estrellas, mucha emotividad y una puesta en escena impecable. Pero más allá de la producción, la versión número 95 de la ceremonia de premiación contó con películas de altísimo nivel nominadas a todas las categorías.
“Tough decision”. Escoger qué filme se quedaría con la estatuilla dorada no era tarea fácil. Pese a lo anterior, para quienes tuvimos la oportunidad de deleitarnos – en el cine – con
Everything Everywhere All at Once, no había duda de que la ganadora tenía que ser esta.
Todo en todas partes y al mismo tiempo, es eso. Todo lo que somos, fuimos, quisimos ser, en todos los lugares donde estuvimos, estamos y estaremos. En dónde soñamos estar y con todo eso al mismo tiempo. Cada película, escena, tecnicismo, actuación que hemos visto y todas aquellas que no se hubiesen ocurrido jamás a nadie, están en esta joya de película.
The Daniels, como se le ha denominado a la dupla de genios directores creadores de esta fantástica película, crean un mundo real e irreal, en el cual los multiversos se mezclan con la cotidianidad de la vida de una mujer de origen oriental, Evelyn, interpretada por la gran Michelle Yeoh.
La protagonista lucha por mantener a flote la lavandería familiar en Estados Unidos mientras lidia con una crisis matrimonial, el rechazo de su hija y el desprecio de su padre. Todo un drama realista, hasta que en el momento de crisis total – frente a un atraso sin solución con los impuestos – Evelyn recibe una noticia inesperada.
Su marido Waymond Wang (interpretado por Ke Huy Quan) le cuenta de la existencia de mundos paralelos, vidas alternativas en las que ella tuvo un destino diferente a su ingrato presente. Es el puntapié inicial de una fantasía gigante. Desde allí, todos los personajes que se entrelazan en su vida tienen su multiverso, en donde son mejores, más felices, más completos, más desprejuiciados.
Everything Everywhere All at Once es un mazo que golpea la cabeza y hace apretar el corazón. Loca, inesperada, sensible, divertida, emotiva y profunda… sencillamente única.
Sin duda que los siete Oscar ganados – Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz Principal, Mejor Actriz de reparto, entre otros –, de las nueve nominaciones que tuvo, son más que meritorios como una expresión de lo que el cine puede alcanzar.
Si no la has visto aún, pues ¿qué esperas? Déjate seducir por esta increíble y loca historia, por las emotivas actuaciones de cada uno de los personajes. Todo en todas partes y al mismo tiempo, nos invita a soñar, a vivir sin límites y abrir el corazón. Una filme que, sin duda alguna, permanecerá en los anales del cine como una película única y magistral.