El mundo definitivamente está cambiando, el clima, la tecnología e incluso las relaciones interpersonales. Cada vez nos enfocamos más en el éxito laboral dedicando gran parte del tiempo a consumir y acumular cosas. Nosotros necesitábamos cambiar también, pero a nuestra manera, así que decidimos cumplir uno de nuestros más grandes sueños: recorrer el mundo entero en motocicleta.
Con mi novia Elerin, nativa de Estonia, nos conocimos en Breslavia (Polonia) el año 2015, y hasta el día de hoy compartimos nuestra pasión por viajar, conocer gente, otras culturas o costumbres, bailes y comidas. Yo Claudio, desde Viña del Mar, emprendí rumbo a Europa cuatro años atrás en busca de mi destino.
Durante algún tiempo nos desarrollamos profesionalmente en corporaciones internacionales llevando una vida social activa, pero algo en el interior nos impedía conciliar el sueño. Sentíamos que la vida construida frente a nosotros ya no nos hacía mucha gracia, no éramos felices. Fue entonces que pusimos todo en una balanza con total honestidad y decidimos crear un proyecto de vida propio, emprender una aventura en dos ruedas.
Si bien tenemos ciertos miedos de aquel futuro indescifrable, preferimos hacerle frente y descubrir qué es lo que hay al otro lado del camino. Lo dice también el padre de una familia que lleva 17 años viajando por el mundo, con su esposa y cuatro hijos nacidos on road: “Más miedo tengo a que se me pase la vida sin haberla vivido”.
Luego de un mes sopesando pros y contras compramos la moto y equipamiento para camping. Ya que solo tenemos ahorros para el principio del viaje, trabajaremos en el camino para continuar la aventura; nada nos apura, el objetivo está claro y nos guían nuestros corazones, ¿qué puede salir mal? Además, en vista de que nos gustan las artes visuales y la música, decidimos compartir este viaje en las redes sociales con el fin de mostrar cómo es posible hacer realidad este sueño sobre dos ruedas.
Inicio de la travesía
La travesía comienza en Breslavia, hermosa ciudad que con 600 mil habitantes se emplaza al lado oeste de Polonia, cerca del límite con República Checa y Alemania. Partimos el 10 de octubre en dirección a España, recorriendo Suiza y la Francia mediterránea, para luego en diciembre, cruzar el estrecho de Gibraltar rumbo a Marruecos, entrando de lleno a territorio africano.
La segunda etapa tiene por objetivo recorrer el Sudeste asiático, mientras que la tercera es cruzar Australia. Tras conocer Oceanía nos dirigiremos rumbo a América en la cuarta etapa, para finalmente cruzar el Atlántico y concluir nuestro viaje recorriendo Europa.
Zúrich, Suiza
Han pasado dos semanas de haber comenzado nuestro viaje desde Polonia en dirección al Estrecho de Gibraltar. La ruta nos ha llevado por el norte de la República Checa, pasando por la zona de Bavaria, sur de Alemania, hasta llegar a Zúrich, Suiza, donde hicimos una pausa para visitar a algunos amigos.
La verdad es que no han sido fáciles estos primeros kilómetros (1.200 aproximadamente) pues desde octubre, en pleno otoño, viajar con días fríos, lluviosos y ventosos hacen que la conducción no sea de lo más confortable. Eso sin mencionar que cargar con tanto equipaje sobre la moto presenta todo un desafío en la logística diaria. Pero ha sido un buen entrenamiento y, finalmente, logramos desempacar en Zúrich para tomar un merecido descanso.
Esta parte de Europa es una de las más bellas del continente. Pequeños pueblos o aldeas aparecen entre coloridas montañas y fértiles valles, dejando entrever ricas plantaciones y animales de granja. Sus angostos pero muy buenos caminos para conducir en motocicleta nos transportan en el tiempo, ya que los suizos se han preocupado de mantener la arquitectura y costumbres de sus pueblos originarios.
Estando en Zúrich es imposible no degustar los inconfundibles sabores de los quesos suizos o probar una que otra cerveza checa, que además de ser muy buenas son muy baratas, incluso más que el agua. Además de contar con gente agradable que le encanta estar en contacto con la naturaleza, en la principal ciudad de la Confederación Suiza sólo basta recorrer unos diez kilómetros para adentrarse en las alucinantes vistas de los Alpes suizos.
Eso sí, no nos fue muy grato enterarnos del elevado costo de los restoranes. Un plato de comida cuesta fácilmente 40 o 45 francos suizos (casi $30 mil chilenos). Claramente no es una opción para nosotros, ya que tenemos que administrar muy bien nuestros recursos para seguir adelante. Afortunadamente, podemos cocinar en casa de nuestros amigos y así no solo ahorrar dinero, sino que también disfrutar de agradables cenas con calor de hogar.
Haciendo un breve repaso, podemos decir que ha sido un gran comienzo, ya nos podemos hacer una pequeña idea de lo que significa emprender una travesía como esta en motocicleta. Ahora, y luego de haber compartido nuestra primera expedición con ustedes, nos preparamos con las pilas recargadas para salir rumbo al continente africano, donde estamos expectantes de tantas aventuras que nos esperan.
Podrán seguirnos en la página oficial www.aroundlifeproject.com y en todas nuestras redes sociales, en donde les iremos contando a través de relatos, videos y fotografías, todas las peripecias, experiencias y emociones que nos aguardan en este gran sueño de recorrer el mundo en dos ruedas. Bienvenidos a Around Life.