Nos encontramos en el llamado mundo moderno y globalizado, pero a pesar de eso, la Mujer que decide ser madre aún carga con consignas antiguas a las que se suman las nuevas, que en conjunto causan estrés en el diario vivir. Conlleva para todas realizar un sinfín de actividades y deberes que no siempre se pueden cumplir. Me han comentado sobre la serie canadiense llamada “Workin’ moms” que retrata cómicamente situaciones cotidianas de madres que se reincorporan a la vida laboral, lidiando con los desafíos que eso implica, como el sentimiento de culpa, la depresión post-parto y los horarios; situaciones con las que toda madre moderna se puede sentir identificada.
No es inusual atender en consulta a mujeres que están al borde del quiebre emocional, con problemas para dormir, falta de control de su ánimo, cansancio y elevada angustia. Para muchas mujeres, formar familia y trabajar al mismo tiempo significa tener que enfrentar diversas funciones relacionadas con las exigencias de los hijos, la pareja y el hogar, sin cuestionarse la mayoría de las veces y sin ser capaces de mirarse de cómo están y cómo se sienten, viviendo todo desde el deber.
Es común escuchar frases como, “no sé bien que me pasa, pero ya no tengo ganas de ir a trabajar. Antes me sentía feliz con mi profesión. No sé…, me preocupa no estar tiempo suficiente con los niños; no tengo energía para salir con mi pareja”. No obstante a nadie le sorprende que las mujeres tengan que enfrentar varios trabajos o funciones en un mismo día. Muchas de las veces, con muy poco apoyo por parte de la pareja o de otras personas, ingresando a una espiral sin fin, de lunes a lunes. Y para colmo, la mayoría de las veces tratando de cumplir con las exigencias de mantenerse estupenda, delgada y buena amante.
Por lo anterior, es urgente e imprescindible para la mujer, madre y trabajadora tener presente, ante todo, el deseo de hacer cambios en su manera de estar en la vida y de liberarse de la carga diaria sin culpas, aprendiendo a ponerse límites respecto a lo que puede o no hacer y enfocándose en su Autocuidado, teniendo presente:
• Trabajar sus sentimientos de culpa, asumiendo que no se puede ser una excelente madre, una exitosa profesional y magnífica esposa al mismo tiempo. Ser realistas “nadie puede hacerlo todo y bien”.
• Entender que el estar mucho tiempo con los hijos no significa una relación de calidad. Es mejor ser sensata y organizar tu tiempo para estar más presente, si no puedes en cantidad de tiempo, sí en calidad, con ánimo y no solo por cumplir.
• No olvidar que si tienes familia lo que más necesitan es vivir en un hogar libre de estrés. Por tanto, necesitas TÚ ser prioridad, para fluir de manera consciente y feliz en la relación con tus hijos y pareja.
• Estar atenta para establecer tus límites y no echarte encima más responsabilidades. Poder decir No a los demás y a ti misma, “esto no es importante o mejor lo dejaré para mañana”.
• Regalarte unos minutos para ti, a solas, ya sea para dormir una siesta, tomarte un rico baño o hacer ejercicio. Te sentirás mejor y solo necesitaras de tu voluntad y unos 20 minutos de tu jornada.
“Si no te gusta algo, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia tu Actitud”
Maya Angelou.-