Seguramente alguna vez has visitado lugares boscosos y caminado entre árboles milenarios. Pero, ¿has escuchado sobre los baños o cura de bosques? Del japonés shinrin – yoku, esta técnica ancestral se ha popularizado en los últimos años.
Es así como al apreciar el entorno natural y la vida silvestre que allí habita, encontramos una forma de reconexión consciente con la naturaleza con múltiples beneficios para nuestra salud, pues entre los árboles las células del cuerpo se regeneran y el alma se nutre.
Nuestros antepasados conocían muy bien este secreto, pero recién el año 1982 en Japón se comenzó a estudiar y documentar esta técnica para emplearla como terapia y tratamiento de condiciones crónicas: trastornos de ansiedad, estrés crónico e hipertensión, entre muchas otras.
“La urbanización a nivel mundial, el ritmo acelerado de vida y la dependencia de la tecnología nos ha desconectado de la naturaleza y sus ritmos, con grandes consecuencias en nuestra salud física y psicológica”
Un baño de bosque no es más que lo que dice su nombre: una inmersión sin objetivos ni tiempo en este maravilloso entorno natural, buscando lograr una conexión profunda y sencilla con cada elemento de él: tierra, aire, árboles, flores, pájaros y otros seres vivos que lo habitan.
Por medio de esta práctica milenaria se crea un espacio seguro que brinda la oportunidad de entrar en contacto profundo con el entorno y sentir nuestras emociones en sintonía con lo que nos rodea.
¿Cuáles son los beneficios para nuestra salud física?
1. Reduce significativamente los niveles de cortisol
2. Disminuye las cifras de presión arterial
3. Disminuye y alivia dolores crónicos (estudios en pacientes con fibromialgia y fatiga crónica)
4. Mejora la calidad del sueño
5. Fortalece nuestro sistema inmune
6. Reduce el estrés metabólico, teniendo efectos positivos en sobrepeso y obesidad
7. Disminuye riesgo de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 y accidente cerebro vascular
Consejos para conectar con el bosque:
1. Desconéctate: apaga tu teléfono y dispositivos electrónicos
2. No te apresures: busca un ritmo lento y tranquilo para disfrutar del paisaje y ruidos naturales
3. Utiliza tus sentidos: pon atención a los sonidos, olores naturales y a la sensación que deja el viento en tu piel
4. Respira profundamente: inhala y exhala lentamente por la nariz
5. Conéctate con la naturaleza de manera profunda: siéntate en un lugar tranquilo y observa la belleza de tu entorno. Toca las hojas, árboles y plantas sintiendo texturas y aromas.
Recuerda que la naturaleza es medicina y tiene mucho que ofrecernos. Los baños de bosque son una invitación a volver a lo simple con asombro y curiosidad para sentirse bien.