Benjamín Palacios Piffaut. “Veo el basquetbol como un salto para estudiar una carrera”

Sin descartar ninguna alternativa, el joven basquetbolista de Sportiva Italiana – recién becado para estudiar y competir en Madrid – se esfuerza por dar lo mejor de sí mismo tanto en lo deportivo como en lo académico. A sus 16 años, Benjamín Palacios no sueña con ser un jugador profesional, más bien, opta por aprovechar cada oportunidad que toca su puerta potenciando sus habilidades y corrigiendo sus defectos, tal como aprendiera de su entrenador.

“Cuenta con un biotipo adecuado, sus capacidades coordinativas en general son bastante buenas, lo cual facilita su aprendizaje y perfecciona rápidamente su técnica. Si le sumamos a esto que siempre está dispuesto a entrenar, ganas de mejorar y la motivación que él tiene se facilita el proceso”.

La cita corresponde a las palabras emitidas por el entrenador de Sportiva Italiana, José Quiroz, refiriéndose a las capacidades deportivas y mentales del base Benjamín Palacios – quien en ese entonces militaba con la camiseta del club porteño – tras su destacado desempeño en el sudamericano U-14 disputado en Brasil a mediados de 2019.

El 7 de septiembre el joven basquetbolista de 16 años, estudiante del colegio Sagrados Corazones de Viña del Mar, abordó el avión con rumbo a Madrid becado por la Academia Basket Torrejón con tal de vivir una nueva experiencia y potenciar tanto sus facultades físicas como mentales.

A la distancia, nos conectamos vía zoom con Benja y su padre Gonzalo Palacios para que nos cuente más acerca de su estadía en la capital española, los ritmos de entrenamiento, compañeros de equipo, sin dejar de lado su rendimiento académico.

“El centro deportivo cuenta con dos casas. En la principal comemos, nos reunimos y pasamos parte de nuestro tiempo libre. En la otra duermo y comparto habitación con un chileno”, comienza relatando el ex seleccionado chileno y constante armador de la selección Valparaíso de baloncesto.

Cada mañana de lunes a viernes Benjamín camina 15 minutos para ingresar a la escuela (designada por la academia) para retornar cerca de las 3 de la tarde a almorzar. Luego hay tiempo para dormir o hacer tareas pues el entrenamiento comienza a las 18 horas. De allí, 180 intensos minutos de trabajo físico para seguir con basquetbol hasta casi las 9 de la noche. Extenuado – porque se concentran muchísimo en la rapidez de los jugadores – vuelven a cenar.

RENDIMIENTO ACADÉMICO

Tal como exige la labor del jugador base, que implica armar o dirigir al equipo (el cerebro en la cancha, dicen algunos), Benjamín se toma en serio cada proyecto en torno a su futuro. Su padre reconoce que la decisión de ir al extranjero fue exclusivamente de su hijo, pero hace hincapié en el objetivo. “Para él los estudios son muy importantes, y está consciente de que esta oportunidad no es la única que tendrá en la vida, es decir, quiere mantener abierta sus opciones tanto académicas como deportivas”.

He ningún momento he tenido expectativas de ser un basquetbolista profesional – reconoce Benjamín Palacios -. “Más bien, tomé la decisión de venir para ganar experiencia y alejarme de mi zona de confort, pero mi objetivo principal es estudiar y aprender lo que más pueda, obtener una beca y complementar ambas actividades. En otras palabras, veo el basquetbol como un salto para estudiar una carrera a futuro”.

¿Y cómo ha sido hasta ahora tu vivencia en la academia? – preguntamos -. “El juego español es súper distinto al chileno. Tienen una ética súper distinta a la chilena, acá todo es mucho físico y rapidez física y mental. Corremos en pista, hacemos 800 metros, algo que uno lo nota demasiado en la cancha. Afortunadamente en Sportiva pude tener un entrenamiento bien similar a los de acá en España, eso me ayudó poder unirme mucho más rápido al grupo. Pero sé q así no se trabaja como se hace normalmente en Chile”.

DE TAL PADRE…

Brindándole su espacio, escuchando con atención cada respuesta e intentando no presionar con su punto de vista, Gonzalo relata brevemente parte de su experiencia como jugador profesional de pádel, deporte que al igual que Benjamín, le permitió vivir dos años fuera del país.

“Es súper positivo salir de Chile y codearte con otros jugadores de alto rendimiento. Pasa que a veces te crees el mejor, pero cuando sales te encuentras con cien tipos tan buenos o mejores que tú. Allí aparecen otros factores como temple o confianza, es cosa de creerse el cuento, sólo así puedes marcar la diferencia en un partido”, recalca un orgulloso papá.

Precisamente, Benjamín trabajó en su mentalidad, en su actitud sacando lo mejor de sí mismo en la definición del tercer y cuarto lugar del último nacional, en una categoría un año mayor que la suya, logrando incluso formar parte del quinteto ideal. Y no es casualidad, porque al momento de esta entrevista le confirmaban a Benjamín que formaría parte del equipo A para disputar su primer amistoso.

¡Costa Magazine te desea lo mejor y que puedas exprimir hasta la última gota de aprendizaje de esta gran oportunidad!

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