Blasón Recuperando el patrimonio industrial de Madrid

TIPOLOGÍA Casa  Vivienda 

MATERIAL Hormigón 

FECHA 2019

CIUDAD Madrid 

PAÍS España 

FOTÓGRAFO Maru Serrano 

 

Como parte de la recuperación del patrimonio industrial de la ciudad de Madrid, se han reactivado espacios en forma de uso residencial mediante una arquitectura moderna y funcional otorgando nuevos aires a la trama urbana de la capital española. Blasón, el estudio y vivienda del escritor chileno Juan Ramón Silva Ferrada, es un ejemplo concreto de la serie Elements for industrial Recovery.

www.burr.studio

En plena trama urbana de la ciudad de Madrid, donde antaño los edificios y plazas industriales decoraban gran parte de la capital española, emerge un movimiento destinado a la protección de este tipo de construcciones como parte de la protección del patrimonio industrial de la ciudad a través de fórmulas de uso y ocupación que permitan prolongar su vida y evitar su derribo.

Blasón, una vivienda recuperada de una antigua edificación industrial – a cargo del estudio arquitectónico Burr -, forma parte de este proyecto de reactivación perteneciente a la serie “Elements for industrial Recovery”.

Según explican desde el mismo estudio, las causas son similares a las de muchos otros centros urbanos. “Por una parte la normativa de protección ambiental en términos de ruido y emisiones y por otra el aumento del valor del suelo, provocaron la emigración de estos usos a la periferia de la ciudad”.

Como consecuencia las naves industriales urbanas han ido quedando obsoletas, siendo empleadas fundamentalmente por los pequeños gremios que todavía retienen estas propiedades.

DE INDUSTRIAL A RESIDENCIAL

Tratándose ahora de una trama fundamentalmente residencial y comercial, que ya no requiere del uso de estos espacios de gran volumen y superficie, la normativa urbanística vigente busca recuperar los patios de manzana y por tanto el derribo de las estructuras que los ocupan. La herramienta empleada para ello es el cambio de uso, del uso industrial al uso residencial

El incentivo para realizar estos cambios de uso lo pone el mercado inmobiliario, provocando que el valor del suelo se pueda triplicar o cuadruplicar al convertirse en un espacio residencial, principalmente espoleado por la burbuja de los precios del alquiler que sufre la ciudad. “Elements for industrial recovery trata de dar con herramientas urbanísticas y arquitectónicas que permitan mantener estas estructuras en un contexto que quiere verlas desaparecer”, explican desde Burr.

ADAPTACIÓN

A la ex fábrica construida con bloques hormigón blanco se adosan distintas funciones de la casa, como la cocina, varios compartimentos de almacenaje, el acceso a los dormitorios o el rellano de la escalera que conduce a un estudio en altillo.

“Blasón se estructura en torno a un gran muro central: una espina dorsal que separa los usos más públicos de los más privados. Es además un gran elemento servidor, que contiene todas las instalaciones de la nave en que se ubica la intervención y que da apoyo a otros objetos y funciones necesarias para la vida en este espacio. Al adherirse los distintos usos u objetos al muro, provocan salientes, quiebros, huecos, contrafuertes y machones”, consigna el grupo de arquitectos españoles.

Todos estas protuberancias se adaptan a las acciones que cada espacio requiere, por ejemplo tomando forma de soporte para electrodomésticos y encimera en la cocina o generando una plataforma sobre la que se apoyan dos tramos de la escalera metálica que da acceso a una zona de estudio.

Los huecos que aparecen a lo largo del muro dan acceso a dormitorios y baños, separados de las zonas más públicas empleadas como garaje, gimnasio, cocina, comedor o salón. Materialmente se trata de un muro de mampostería de bloque de hormigón blanco visto, que únicamente se reviste superficialmente al dar apoyo a zonas determinadas como la cocina (acero inoxidable) o los dormitorios y los baños (gresite).

En contraposición, el proyecto de cubierta mantiene la estructura original, de gran esbeltez, complementando el entramado metálico con barras adicionales para arriostrar el conjunto y así evitar incrementar el grosor de los elementos.

Por último, añaden en la descripción del proyecto, “se recuperan los dos patios interiores con los que contó originalmente la nave, convirtiéndose en los espacios exteriores a los que se abren todos los espacios”.

Esta acción provocó también la aparición de la fachada exterior al patio, que recoge el ritmo de las pilastras originales de los muros medianeros para componer la distribución de huecos. Materialmente se unifican todos los paramentos exteriores con una mortero rugoso, un enfoscado a la tirolesa

, que recoge también los vidrios a hueso de la parte superior de la fachada.

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