LAS CLAVES PARA ENFRENTAR DE MANERA DECIDIDA LA OLA DESATADA DE DELINCUENCIA
El abogado de 52 años y carta independiente de Evópoli por la región de Valparaíso para Consejero Constitucional, asegura que “estamos inmerso en una crisis considerable de seguridad. Solo tenemos dos caminos. O la enfrentamos de manera decidida y ponemos todos los esfuerzos en controlarla o nos acostumbramos a los crecientes niveles de violencia y continuamos con parches insuficientes”.
Con vasta experiencia en seguridad nacional, tema que en la actualidad preocupa más que nunca a los chilenos, el abogado Gonzalo Yuseff Quirós, candidato independiente de la lista “Chile Seguro” a Consejero Constitucional, se presenta como carta segura para las elecciones del 7 de mayo destinadas a redactar una nueva Carta Magna para el país.
Su paso por el Ministerio Público el año 2004 como fiscal de Viña del Mar y, posteriormente, el haber sido nombrado en 2010 por el Presidente Sebastián Piñera comodirector de la Agencia Nacional de Seguridad (ANI), le otorgan a Gonzalo Yuseff las credenciales más que suficientes para ser una voz referencial en temas de seguridad crítica.
“Mantengo la firme convicción de que puedo colocar esos conocimientos al servicio del país con tal de que podamos resolver la crisis delictual en la que se ha visto nuestro país en el último período, crímenes que han aumentado exponencialmente en términos tanto cuantitativos como cualitativos”, asevera el también Magíster en Lógicas y Filosofías de las Ciencias.
Según la Subsecretaría de Prevención del Delito la tasa de casos policiales informados por ambas policías durante el 2022 presentó un crecimiento en el país de 44,6% respecto al año anterior
Conversamos con el candidato independiente por Evópoli de 52 años, padre de tres hijos, y quien ve en las elecciones próximas una oportunidad única para consolidar el triunfo del Rechazo y enfrentar de manera firme y decidida la delincuencia desatada.
Desde tu experiencia, al haber sido director de la ANI, cuál es tu postura principal respecto al papel que debe jugar la nueva Constitución en el tema primordial hoy de seguridad.
En cuanto a la función de Inteligencia del Estado, esta se debe regular a nivel legislativo, tanto en la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia como en las Leyes Orgánicas de las FFAA y de las Policías, no en la Constitución.
En cuanto a la Seguridad y el combate de la delincuencia, la Constitución contempla al menos tres temas relevantes. Primero, los indultos están regulados en la Constitución y yo soy partidario con terminar con dicha facultad presidencial. Segundo, los Estados de Excepción Constitucional. Me parece que se debe extender su regulación y permitir que se puedan decretar en casos de delincuencia desatada. Tercero, las Fuerzas Armadas. La regulación constitucional debe permitir su actuar en tiempos de paz al menos en el control fronterizo, en la zona Norte, en el combate al terrorismo en la Araucanía y, por último, en el resguardo de la infraestructura crítica.
A la luz de las preocupantes cifras, ¿qué medidas consideras necesarias para controlar de manera efectiva la creciente criminalidad?
Primero, instaurar una política penitenciaria adecuada. En Chile hay 40 mil presos en cárceles para 15 mil, las cuales además, están siendo controladas por mafias locales y extranjeras. Se necesitan cárceles modernas, con celdas individuales y control interno.
Segundo, se debe cerrar o militarizar la frontera norte. Mientras se pueda circular libremente, tanto la política migratoria como el control del tráfico de drogas y armas no será efectivo. Además, se trata de una debilidad estratégica que nos perjudica de manera integral como país.
Tercero, se debe rebajar la imputabilidad penal plena a los 16 años para evitar el régimen de semi impunidad que hoy permite la reiteración de decenas de delitos por cada menor infractor de la ley. Con estas medidas se ataca el núcleo del problema y no aspectos marginales como ha ocurrido hasta ahora.
Cada 41 minutos hay un robo violento de vehículos en Chile: el 71% de los detenidos son reincidentes
En 1992 asumiste como el concejal más joven de Chile en el municipio de Valparaíso, ¿cómo evalúas el cambio de la ciudad puerto en los últimos 30 años?
Me da mucha pena ver cómo está Valparaíso hoy en día. Parece una ciudad arrasada por la guerra. El estado del plan de la ciudad es simplemente lamentable. Condell y Prat con todo el comercio cerrado, las fachadas y cortinas cerradas, lleno de actividad callejera de propia de una ciudad decadente. Mugre adherida a las veredas. Personas sin hogar usando sus calles céntricas como habitaciones y baños.
La plaza Sotomayor convertida en un persa y llena de autos estacionados. Sin una sola obra en construcción. Un desastre total. Hace 30 años se añoraba el Valparaíso capital económica de Chile, el Valparaíso de antes del terremoto de 1902. Hoy se añora el Valparaíso de hace 30 años.
Llevándote a Concón y Viña del Mar, ¿cuál es tu visión de la delincuencia en estas dos ciudades – tanto cualitativa como cuantitativamente?
Tal como en el resto del país, los delitos han aumentado en número de manera considerable. Durante esta corta campaña tres Carabineros han sido asesinados en un país que hasta hace poco no registraba este tipo de ataques. Además, hay un aumento en la gravedad de los delitos.
Hace unos 10 años no había sicarios, secuestros extorsivos, motochorros, ajustes de cuentas a balazos entre bandas y un largo etc. Estamos inmerso en una crisis considerable de seguridad. Solo tenemos dos caminos. O la enfrentamos de manera decidida y ponemos todos los esfuerzos en controlarla o nos acostumbramos a los crecientes niveles de violencia y continuamos con parches insuficientes.
Tenemos una oportunidad única para ponerle la guinda a la torta del triunfo del rechazo. Debemos concluir el proceso con una Constitución que nos acerque a los países del primer mundo, que han logrado ponerse de acuerdo en las reglas básicas que permiten encausar la discusión política y desarrollar un país más próspero y seguro. Una Constitución que sea sobria y escueta, de manera que sean los futuros actores políticos quienes le den contenido y alcance a las políticas públicas.