Casa el Chajá. Identidad rural uruguaya

En tiempo pasado, Casa el Chajá vio su utilidad en el almacenaje de forraje y herramientas de campo, de aquellas tierras de Maldonado, ciudad que forma una conurbación con Punta del Este en Uruguay. Hoy, esta construcción ha llegado a ser una segunda vivienda para su dueño que reside en Francia, una casa refugio cada vez que visita el país oriental para experimentar la identidad rural.

Arquitectos: TATÚ Arquitectura

Área: 50 metros cuadrados

Año: 2020

Fotografías: Marcos Guiponi

 

En el terreno a intervenir, ubicado próximo a la Laguna del Sauce, en la ciudad de Maldonado, existía una edificación abandonada que tiempo atrás, en sus orígenes, fue destinada para el almacenaje de forraje y herramientas de campo.  Aunque se encontraba en desuso, gran parte de su estructura, construida en forma tradicional, se conservaba en buen estado.

El cliente, radicado en Francia, convocó al estudio Tatú Arquitectura para realizar una intervención que transformara esta construcción abandonada en su segunda vivienda, utilizada temporalmente cada vez que decidiera visitar Uruguay y experimentar así algo de su identidad rural.

¿En qué consistió el encargo? Básicamente se solicitó reconvertir la construcción en una casa-refugio sin aumentar su volumen ni modificar la estructura principal. A su vez debía permitir que se utilizara durante estancias mínimas o prolongadas indistintamente, lo cual implicaba una expansión programática que pudiera garantizar la habitabilidad que pretendían los propietarios.

“No importa la escala, todos los proyectos son una oportunidad única de exploración creativa”

“Decidimos mantener la forma y disposición de la cubierta para rescatar cierta identidad presente en el paisaje”, explican los arquitectos. A su vez, y para cumplir con los requerimientos programáticos, “propusimos ejecutar una membrana exterior de madera, liviana y de fácil montaje que recubriría la preexistencia y amplificaría el uso con nuevos programas anexos ubicados en los espacios intersticiales entre la nueva y vieja construcción”.

A partir de estas burbujas programáticas se logró liberar el espacio interior adquiriendo una sensación de amplitud mayor con superficies limpias y plenas.

La distribución interior se articula a partir de un muro equipado conteniendo la cocina, despensa y el escritorio que otorgaría la flexibilidad para operar en un formato de home office. En un entrepiso sobre el comedor se ubicó la sala de descanso con la cama y espacios de armario.

Por último, se decidió que el acceso a los servicios sería exterior en un intento de poner en valor la identidad rural uruguaya al rescatar en esta pieza contemporánea el antiguo funcionamiento típico de las casas de campo de nuestro país.

Paisaje editado

El cliente, que es paisajista, tiene una fuerte visión de la conexión entre la casa y el terreno circundante. El diseño del paisaje tiene como base intervenir lo mínimo posible, conservando la vegetación local llamada “Chircal”. A esta vegetación se la suele llamar «campo sucio» y normalmente se lo corta o se convierte en tierra productiva.

En este diseño se posiciona al “Chircal” como elemento dominante. Una serie de caminos sinuosos inspirados en los trazos de los animales dan la estructura y el contraste para darle legibilidad a este paisaje editado. A la vez, aprovechando las ventajas ecológicas, ornamentales y de bajo mantenimiento, proponiendo una revalorización de la identidad y el carácter de nuestro paisaje uruguayo.

WWW.TATUARQ.COM

TATŪ es un estudio de Arquitectura, Diseño y Construcción, integrado por profesionales jóvenes que ven cada encargo como un proyecto único, con especificidades singulares derivadas de sus necesidades y ubicación, y por tanto, incorpora sus propias claves de investigación y proyecto. En cada propuesta, abordan la escala, la funcionalidad, el diseño y la tecnología como oportunidades de innovación para concretar soluciones que acompañen una visión disciplinar contemporánea sobre la práctica profesional.

 

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