En más de una década de existencia, la marca ha develado el verdadero sentido que una joya posee. Su dueña, Vania Ruiz, ha encontrado en elementos simples, en algunos casos extraídos de la naturaleza y, recientemente adoptados de materiales en desuso, su motivo de inspiración para la creación de sus colecciones.
FB: Casa Kiro Joyas
IG: @casakiro
Por Marcela Cademartori
Fotografías de Olivier Maugis
De profesión arquitecto, Vania Ruiz relata los inicios de una marca que con el tiempo se ha consolidado en un público local, pero que poco a o poco también gana espacio en vitrinas internacionales.
“Fue alrededor del año 2010 que formalicé mi empresa y mi marca a la que llamé Casa Kiro. Gracias a una amiga, mis trabajos se publicaron en un medio de comunicación. Sin darme cuenta, me vi con la televisión grabando en mi casa, y ahí vi que en lo que hacía existía un oportunidad”.
Vania comenta que sus piezas comenzaron a llamar la atención debido a los materiales que utilizaba, algunos tan curiosos como el cochayuyo. “Aparecieron los paisajes en mis piezas a partir de productos locales. Primero fue el cochayuyo, y luego también probé e hice algunas cosas con curahuilla, que es la fibra a partir de la cual se fabrican las escobas. De ahí en adelante hubo colecciones en la que utilicé pelillo, quinoa y hasta merquén”.
Hacia el año 2017, la artista incursionó en otras técnicas sobre resina, etapa en la que los carnavales andinos y su gran colorido se transformaron en una nueva fuente de inspiración.
“Un día revisando una de mis piezas de arte, me di cuenta que parecía un ala de mariposa. Esta idea me quedó dando vuelta y no tardó mucho tiempo en que se plasmara en algo real. Desde acá nace otra de mis colecciones con mariposas, las que han tenido una excelente recepción y hoy se venden incluso en el New York MAD Museum”.
DISEÑO Y ARTE
A las colecciones de joyas que Vania define como orientada a la línea venta, sumó una más artística, la cual comenzó a tomar fuerza hacia el año 2013. “Es una serie de joyas más artísticas que reflexionan sobre los objetos de decoración doméstica populares, como por ejemplo, flores artificiales, manteles y fundas. Creo que estos objetos guardan el poder del amor, la belleza, la dedicación y protección que mantienen a las civilizaciones vivas, y que históricamente han sido creados y custodiados por manos de mujeres”.
Ambas colecciones – la de arte como Vania Ruiz y la de venta como Casa Kiro – trabajan en forma paralela y separada, pero también se unen en ciertos momentos. Acá es cuando Vania relata cómo un monedero fue el punto de partida para crear una pieza con la cual concursó y ganó en la Tercera Bienal de Joyería Latinoamericana 2021.
ENSAMBLAJE
Y desde esta vitrina pasamos a su más reciente trabajo Ensamblaje, en el cual se rescatan, por ejemplo, aros en desuso o que están rotos, para reutilizarlos y dar vida a nuevas piezas. “Acá hay una mirada sustentable de mi trabajo, ya que uso materiales que se podrían desechar y le entrego un nuevo uso, haciendo que la pieza cobre otro sentido”.
A esto se suma la propuesta de Vania con una colección en donde donde pequeñas ramas o diferentes objetos de una plaza o bosque se funden dando vida a otra de sus colecciones en las que destaca una impronta inspirada en lo botánico. Algo, sin duda, original, único y que evoca todo el tesoro que la misma naturaleza nos aporta.
“En cada colección trato de incorporar variados estilos y tamaños de piezas para calzar con los diferentes gustos de mis clientas – explica -. Siento que cada una de mis joyas refleja a una mujer con personalidad, que busca tener una pieza que la distinga y que la haga sentir especial, y a veces muy empoderada”.
Históricamente las joyas han significado una manera de destacar, pero también de traer seguridad, protección o poder y creo que esto es una mirada que hoy sigue estando muy presente. “La humanidad siempre ha necesitado de las joyas, desde tiempos remotos. Su conexión con estos objetos va más allá de la banalidad de combinarlos con la cartera”, añade.
Casa Kiro es una marca que aspira una proyección más consolidada en el extranjero, poniendo en valor a Chile, tanto desde los materiales que acá se encuentran, como desde el talento de sus artistas.
Vania ha sabido dotar a su “arte” de un carácter único, pero por sobre todo ha logrado imprimir amor a piezas únicas y originales.