Casas en miniatura. En modo Cata

Su trabajo nos transporta a nuestra niñez. Catalina Pérez nos lleva a un viaje en donde los niños vuelven a tener la experiencia de un juego con sentido, mientras que los adultos conectamos con esa maravillosa experiencia del asombro, de la creatividad y también de los recuerdos. Te invitamos a conocer casas en miniatura.

Por Marcela Cademartori

Fotografías de Olivier Maugis

IG @modocatap

Jugar, imaginar, crear y disfrutar. Todo es posible gracias al trabajo que la diseñadora de vestuario Catalina Pérez realiza desde hace un año en su acogedor taller.

“Mi hija quería una casa para sus barbies y no encontré nada en el comercio que cumpliera con lo que yo buscaba y me animé a construirla a partir de maderas y diversos elementos que iba recolectando”, relata. Así, diseñó su primera casa en miniatura. La fotografió y publicó en Instagram, sin imaginar que de inmediato comenzarían los comentarios deseosos de obtener una casita propia.

Los detalles del trabajo que realiza Catalina realmente asombran. Cada elemento está dispuesto en el lugar exacto, usando materiales – la mayoría reciclados-, que nos vuelven a conectar con el origen y que, además, armonizan de manera perfecta en los diferentes ambientes del interior la casa.

“Todo está pensando en base a lo que en una casa real podemos encontrar. Hay dormitorios, baño, cocina, además incluyo elementos decorativos como lámparas, alfombras y sofás, entre otros detalles. Es como si se tratara de tu propia casa, pero llevada a un formato pequeño”.

EL REGALO MÁS LINDO

Patricia Balbontín relata su experiencia cuando conoció el trabajo de Catalina. “Cuando vi la casa que Cata iba a entregar a una amiga, me conmovió el corazón. No pude creer lo que causó en mí cada detalle. El amor y dedicación de cada una de las piezas me transportó hacia un viaje maravilloso a la niñez”.

Una opinión similar es la que comparte Adita Díaz: “La casita de muñecas llegó a mi casa la Navidad pasada e inmediatamente me di cuenta de que más que un juguete es una experiencia para mis niños, los que pasan horas creando historias, fomentando así su creatividad e imaginación. La casita es pura magia, es la mejor palabra para describir lo que significa tener una, es sin duda, el regalo más lindo que le he dado a mi hija”.

“Para mi hija fue un sueño cumplido. Ambas disfrutamos lo maravillosa que es gracias a su acogedor espacio, la decoración de vanguardia y consciente con el medio ambiente, por sus productos semejantes a los de tamaño real y por su lindo espacio de creatividad. Esta casita también fue un regalo para mí”, añade Adita.

CASAS CON VIDA

Así resume Catalina su trabajo. “Lo entretenido es que puedes estar constantemente agregando nuevos elementos y objetos. Por eso digo que es una casa con vida, tal como sucede en la realidad. Esto motiva a las niñitas a crear, a reciclar y a mantener el orden de los espacios. Es un aprendizaje que se da de manera espontánea a través del juego”.

Si bien las casas son de un formato más bien grande, Catalina comenta que ella las adapta según el tamaño del lugar donde se quieran colocar. “Lo otro es que nunca existe una igual a la otra. Son todas únicas y hechas a medida. Para ello me junto previamente con la persona, identifico el estilo decorativo de los ambientes reales y me pongo a crear. Es un proceso intenso en el cual me meto y no paro hasta terminar”.

En el diseño y creación de la casa confluye todo tipo de elementos que reúne, encuentra o le regalan. Por ello, estas casas también tienen un sello sustentable, “lo cual conecta mucho con la manera que tenemos como familia de mirar la vida”, afirma.

PERFECCIÓN EN CADA DETALLE

Pero volvamos a las casitas. Observarlas es iniciar un recorrido que nos muestra lo asombroso que es la perfección de cada detalle: velas, sillones, camas, vanitorios, adornos, en fin, no hay nada que se le escape a Catalina para evocar ambientes y acogedoras atmósferas en cada espacio.

A juicio de ella, es una vía para que las personas conecten con sensaciones de bienestar. “Por eso siempre incorporo plantas verdes, ya que transmiten paz y armonía, además de reducir el estrés”.

En el trabajo de Catalina nada queda al azar. Equilibrio de colores y una perfecta distribución de objetos, hablan de un relato que podemos resumir en un regreso a tiempos en donde el juego era parte de un proceso de imaginación, el asombro te abría la puerta hacia lugares insospechados y los recuerdos eran esas fotografías que hoy, desde la adultez, se convierten en tesoros que guardamos con nostalgia.

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