Nuestro rostro transmite y refleja emociones, punto central para hablar de dos técnicas que permiten diseñar miradas, en donde factores como la belleza y la autoestima cobran un rol fundamental. Se trata del microblading y el nanoblading, tratamientos de alta precisión cuyos resultados no sólo mejorarán la expresión de tu rostro, sino que también te brindarán una mejor calidad de vida.
- Por Marcela Cademartori
- Fotografías de Paulina Moraga
- IG @cejasbypaola
Una personalidad inquieta la llevó a estudiar y perfeccionarse en un área que la apasionaba. Varios cursos, viajes al extranjero y certificaciones convirtieron a Paola Hernández en una connotada especialista de la técnica de microblading y nanoblading.
“Esta inquietud comenzó alrededor del año 2019. Trabajé por dieciséis años en el área de estética, pero sentía que quería hacer algo más que solo una labor administrativa. Fue el momento en el que decidí dejar todo y estudiar para iniciar el camino que me llevó a lo que estoy haciendo hoy”.
La llegada de la pandemia no fue impedimento para que Paola creara su marca y comenzara a atender a sus primeras clientas. Al principio, realizaba sesiones a domicilios, hasta que en el año 2021, cuando se levantaron algunas restricciones, se instaló con su propia consulta en el centro de Reñaca.
Pero, ¿en qué consisten el microblading y el nanoblading, técnicas que quizás aún son algo desconocidas?
En el caso del microblading se trabaja a nivel de dermis con el pelo de la ceja, de tal manera de entregar una apariencia más luminosa y juvenil a la mirada y, por ende, al rostro. “Básicamente se busca corregir o reconstruir las cejas”.
Sus efectos pueden durar desde ocho meses hasta un año, dependiendo del tipo de piel, de la edad y de los cuidados que se tengan. “Es importante señalar que, si se traspasa la dermis, ya no se trata de un microblading, sino de un tatuaje con resultados permanentes. Por ello, es fundamental el cuidado con el que se debe aplicar esta técnica”, explica la especialista.
“En mi caso, yo realizo dos sesiones de atención. En la primera evalúo el rostro, hago el
visagismo y comienzo a realizar el microblading o nanoblading de acuerdo a los resultados
que me haya solicitado el paciente. Y para la segunda sesión, que se efectúa después de
30 días, se hacen los retoques para llegar a una mayor perfección. Mi recomendación es ir
de menos a más, con el fin de evaluar los resultados y las expectativas de cada persona”.
Paola agrega que el microblading se lo realizan tanto hombres como mujeres, y las contraindicaciones para ellas obedecen a embarazo o periodo de lactancia, además de pacientes en tratamiento de quimioterapia.
NANOBLADING
En el camino de su perfeccionamiento, Paola Hernández decidió enfrentar nuevos desafíos. Esta vez su objetivo fue aprender de nanoblading o flow brows, técnica que trabaja a nivel de la epidermis para entregar movimiento al pelo de la ceja, a diferencia del microblading, con el cual se obtiene un resultado más estructurado.
“Primero fui a Miami a perfeccionarme con James Olaya y ahí conocí lo que hacía Natalia Beauty en Brasil, y me pareció increíble. Postulé a un curso que ella hacía en Sao Paulo y me aceptaron. Ahí no solo descubrí lo que era su trabajo, sino la mirada social que imprime en lo que hace. ¡Fue inspirador!”.
Este fue un gran hito en la trayectoria de Paola, ya que hoy es la única chilena que ha estudiado con ella, lo que la convierte en un referente de esta técnica en nuestra región y en todo el país.
CALIDAD DE VIDA
El uso de implementos adecuados y de pigmentos certificados son temas que para la especialista son fundamentales para garantizar seguridad y un óptimo resultado. Por lo anterior, trabaja con pigmentos que están libres de plomo y metales pesados. “Soy muy rigurosa en este sentido, ya que es prioridad la seguridad de la persona”.
La precisión y la destreza artística con la que la profesional realiza el microblading y el nanoblading terminan generando un resultado que, en la mayoría de los casos, se traduce en una mejor calidad de vida.
“En el caso de pacientes con alopecia o que han terminado un tratamiento de quimioterapia, la técnica del microblading significa, sin duda, un cambio que saca sonrisas y algunas veces lágrimas de emoción. Este apoyo que se entrega desde donde uno lo hace es algo que me apasiona y que le imprime un sentido humano a mi trabajo”.
La invitación de Paola es a ver la belleza desde la óptica de cómo comunicamos lo que sentimos. Y desde este punto podemos diseñar una mirada en donde arte, técnica y profesionalismo, se conjugan para el resultado que buscas y quieres en tu rostro.