Bajo un silente manto estrellado, a la luz que refleja la luna, Víctor Auvelez y su abuelo conciertan un encuentro especial, una cita de larga exposición. Manteniendo una distancia focal recomendada, el fotógrafo es capaz de capturar en su Nikon d750 la paz y calma que le transmite esa especial conexión entre la tierra y el cielo.
Relato de Cristian Muñoz / Fotografías de @_victor_auvelez_
“A mi abuelo le gustaban las estrellas, si bien no conocía sus nombres, decía que al morir podría cuidarnos desde el cielo”. Cada noche capturando las maravillas del firmamento, Víctor Auvelez experimenta una conexión especial con su abuelo, “de alguna u otra forma es un momento para estar juntos, cuidándonos, viéndonos, como una cita en el cielo”.
Recorriendo Chile del extremo austral hasta el septentrional, internándose por varios días en solitario en las montañas o en el desierto, el técnico en electricidad superior se especializó a partir de 2016 en la captura de imágenes nocturnas utilizando parámetros correctos en fotografías de larga exposición.
La paz y calma hallada en esta especie de búsqueda, impulsó al también técnico en fotografía y comunicación visual a crear el Instagram @fotografia_nocturna, sitio que reúne a más de 78 mil amantes de la astrofotografía de todo el mundo que comparten en este espacio un universo de alucinantes imágenes nocturnas.
Provisto de su Nikon d750, trípode y tres objetivos de diversas características, Víctor Auvelez observa el infinito y a la vez silente manto estrellado. Con el universo de testigo y “al descubrir un firmamento casi imperceptible a simple vista, te cuestiones aún más qué tan pequeños somos”, reflexiona.
ODA A UNA ESTRELLA
Pablo Neruda
ASOMANDO a la noche
en la terraza
de un rascacielos altísimo y amargo
pude tocar la bóveda nocturna
y en un acto de amor extraordinario
me apoderé de una celeste estrella.
Al atardecer – en la hora dorada – momento en que los colores del firmamento se intensifican y el paisaje cobra vida, Víctor Auvelez prepara su equipo compuesto por una cámara Nikon d750, trípode Slik y tres objetivos de diversas características: Nikkon 24-70mm, Tokina 16-28mm y Sigma 150-500mm.
Verano: “Me gusta realizar circumpolares para dejar marcado el trazo de las estrellas en el cielo por la rotación de la tierra”.
Invierno: “Salgo en búsqueda de la Vía Láctea para integrar a nuestros bellos paisajes de invierno sus potentes colores”.
Combarbalá, Illapel, Los Andes, Malalcahuello, Villarrica, Teodoro Schmidt, Rucacura, Parque nacional Nahuelbuta, son algunos de los parajes escogidos para capturar la inmensidad del firmamento.