Kinesiólogo Cristian Cabello – IG @kine.cristian.cabello
Todos hemos sentido dolor una y seguramente varias veces durante la vida. Al ser algo común e inherente al ser humano como dormir o la necesidad de alimentarnos, cabe hacer la pregunta: ¿son todos los dolores iguales?
Resulta curioso que, a pesar de ser experimentado por todos en algún momento de nuestras vidas, tenga distintas connotaciones, explicaciones y definiciones. Si le preguntas a una persona del mundo occidental cómo definiría el dolor ciertamente responderá algo muy distinto a un monje del Tíbet. Entonces, ¿por qué tenemos tanta disonancia a la hora de explicar algo tan común?
Afirmando lo anterior, podremos decir que existen tantos dolores distintos como personas en el mundo, y esto no está tomado con pinzas ni mucho menos. Dicha afirmación es coherente con el entendimiento actual del dolor, de hecho, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) lo define de esta manera y cito textual: «El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada a una lesión tisular real o potencial».
La revisión del año 2020 pone en la mesa términos como “experiencia sensorial y emocional desagradable”, es decir, ya no consideramos el dolor como una medida del daño de los tejidos, discurso planteado por René Descartes en el siglo XVII en su obra “El tratado del hombre”. Ahora pensamos en el dolor como un mecanismo protector altamente sofisticado, se valora como una experiencia sensorial desagradable asociada a la percepción del daño real o potencial en un contexto determinado.
El contexto es determinante a la hora de experimentar dolor. Déjame darte un ejemplo: supongamos que tenemos a dos personas que sufren el mismo tipo de lesión, un esguince de tobillo. El sujeto 1 lo sufre jugando a la pelota con sus mejores amigos, el sujeto 2 le ocurre en un asalto violento. ¿Crees que los dos sujetos tendrán la misma experiencia con el dolor?, ¿crees que los tiempos de recuperación en ambos casos serán los mismos?
Claramente no, porque los contextos son totalmente diferentes. Muy probablemente la persona del caso 1, en un plazo estimado de dos a tres semanas, ya estará retomando su deporte favorito; la persona del caso 2 posiblemente tarde más y puede ser que necesite ayuda psicológica, ya que el contexto en el cual sufrió el esguince de tobillo fue mucho más agresivo, posiblemente con implicaciones emocionales negativas asociada al trauma (asalto con violencia).
Es aquí donde entra el modelo Bio Psico Social, el cual considera al usuario como un todo en sus dimensiones biológicas, psicológicas y sociales, donde comenzamos a considerar a la persona detrás de la lesión, nos enfocamos en sus intereses, preferencias, inquietudes, creencias, conocimientos previos, definiciones culturales y sociales.
El Modelo biopsicosocial nos viene a dar la personalización del dolor, ya que somos todos diferentes y nos diferenciamos aún más durante la vida al acumular experiencias y vivencias, también lo hace la concepción del dolor, la cual cambia con la vida. Las situaciones dolorosas a tus 10 años no son las mismas que a los 30 o a los 60.
Ahora, si te pidieran que expliques qué es el dolor, esperaría que incluyas en tu respuesta las siguientes frases:
- El dolor es un sistema de protección complejo.
- Es una experiencia personal e intransferible ya que, todo dolor es distinto persona a persona.
- Depende del contexto y de la persona que lo padece.