El cáncer es una preocupación de salud pública a nivel mundial, siendo la segunda causa de muerte en el mundo y la primera en nuestro país, seguido por las enfermedades cardiovasculares. Una de cada dos a tres personas desarrollará un cáncer a lo largo de la vida.
Con relación al cáncer de mama, una de cada doce mujeres lo desarrollará a nivel global; mientras que en Chile, una de cada nueve mujeres lo padece. En cuanto al rango etario, las estadísticas indican que siete de cada diez casos nuevos de cáncer de mama se diagnostican en mujeres mayores de cincuenta años.
Lamentablemente, en nuestro país todos los días fallecen tres mujeres por esta afección, siendo la primera causa de muerte a nivel nacional. Pese a lo anterior, nos alienta saber que si el tumor es detectado precozmente el pronóstico de cura es sobre el noventa por ciento.
La mayoría de los casos de cáncer de mama se presentan en mujeres sin antecedentes familiares, por lo tanto, la buena noticia es que ¡podemos hacer mucho para prevenirlo!
¿De qué formas? Lo principal es adoptar un estilo de vida saludable. Una buena alimentación, mantener un peso adecuado, hacer actividad física diaria, además de evitar el consumo de alcohol y tabaco, es clave para aminorar los riesgos.
ALIMENTACIÓN
Respecto a la alimentación, se sugiere aumentar el consumo de fibra – la encontramos exclusivamente en los productos de origen vegetal, por ejemplo, granos integrales, frutas, verduras, semillas y frutos secos-. Asimismo, se recomienda disminuir el consumo de carnes rojas y carnes procesadas.
De hecho, se recomienda disminuir el consumo de cualquier tipo de alimento procesados, aunque lamentablemente ha llegado a ocupar un lugar importante en nuestros hábitos cotidianos. Se recomienda, a su vez, evitar el consumo de productos altos en grasas y azúcares refinados, de bebidas dulces o endulzadas artificialmente. La ingesta de lácteos también estaría asociada a mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
La soya es un alimento seguro y no aumenta el riesgo de cáncer de mama, ni tampoco de otros tipos. Por el contrario, su consumo se considera un factor protector del cáncer de mama. Así que, ¡anímate a consumirla! Hay muchas opciones, como bebida vegetal de soya, tofu, tempeh, miso y el edamame, que es su forma más natural.
ACTIVIDAD FÍSICA
El mantenerse físicamente activa durante el día resulta fundamental para disminuir el riesgo. Privilegiemos movernos en nuestras actividades cotidianas: pasar menos horas sentados, escoger escaleras en lugar de ascensor. Cuando sea posible, caminar en lugar de trasladarnos en auto y hacer pausas de movimiento si nuestro trabajo nos exige estar largos períodos sentados.
La actividad física podría disminuir hasta en un 40% el riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
En resumen, llevar una alimentación adecuada y mantenernos físicamente activas, nos permite mantener un peso adecuado. Precisamente, se ha observado que el sobrepeso y la obesidad se asocian con varios tipos de cánceres, entre ellos el de mama, principalmente en la etapa postmenopáusica.
TABACO y ALCOHOL
Los efectos del tabaco y del consumo de alcohol sobre nuestra salud son conocidos. Respecto al alcohol, la OMS declara que no existe un nivel de consumo seguro y se relaciona directamente con el desarrollo de cáncer de mama. Consumir 3 a 6 copas de alcohol a la semana aumentan el riesgo de desarrollo en un 15% y, en mujeres que han tenido cáncer de mama, una copa al día aumenta el riesgo de un segundo cáncer en un 90%.
En cuanto al tabaco, también se asocia a un mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, sobre todo entre quienes iniciaron este hábitos durante la edad perimenarquial.
Respecto al uso de suplementos, no existe evidencia científica actual que respalde su uso para prevenir el cáncer. Así que, ¡te invito a obtener los nutrientes directamente de los alimentos!
CHEQUEOS MÉDICOS
Fundamental es que realices tus controles habituales de salud, ojalá anualmente para evaluar en conjunto con tu médico la presencia de factores de riesgo individuales
¡No olvides realizarte la mamografía!
Es importante que tomemos conciencia del poder de los hábitos en nuestra salud y de la importancia de nuestras decisiones cotidianas, pues impactarán directamente sobre nuestra salud futura.
Afortunadamente estas medidas no solo disminuirán el riesgo de que desarrolles un cáncer de mama, sino que también la mayoría de las enfermedades modernas, como obesidad, dislipidemias, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de demencia y otros tipos de cáncer.
No nos sentemos a esperar la llegada de la enfermedad como algo natural.
¡Te invito a tomar acción!