Marcelo Hernán
Médico Veterinario UDEC
Especialista en Alimentación natural
La idea de que perros y gatos se llevan mal por naturaleza es desmentida por la mayoría de quienes convivimos con ambas especies. Pero si tus mascotas están teniendo problemas para relacionarse entre ellos, aquí encontrarás cinco claves que mejorarán la convivencia.
La forma de presentarlos, de darles la comida y el respeto por los utensilios y juguetes, son algunos de los factores que más influyen en la buena o mala relación que pueden tener tus animales.
La enemistad entre perros y gatos es más mito que realidad. Sophie Hall, investigadora de la Universidad de Lincoln, Reino Unido, y coautora de un estudio publicado en el Journal of Veterinary Behavior en 2018, afirma que la relación entre ambos puede ser espectacular.
Su trabajo indica que en el 80% de los casos la relación entre perros y gatos es excelente y sólo en un 3% es problemática. Además, el 57% dijo que los gatos mostraron más agresividad contra los perros y el 18% que estos últimos amenazaron a los felinos.
¿Cómo puedes lograr que se lleven bien? A continuación, comparto contigo 5 claves que ayudarán a mejorar la relación entre perros y gatos. Tómalo como una recomendación, aunque puede ser necesario un etólogo si el problema de convivencia es muy serio.
1. La presentación La primera impresión puede ser clave. La persona encargada de hacerlo debe estar tranquila, para transmitir calma energética a los animales. La situación es diferente si es el perro o el gato quien vive primero en la casa y debe aceptar un nuevo compañero.
Si el perro no es cachorro, en ese primer contacto se le puede colocar la correa, con tal de controlarlo en caso de una reacción inesperada. Lo más aconsejable es darles tiempo para que se observen a distancia y luego se huelan.
Debes tener en cuenta que, si bien un gato cachorro puede ver en el perro un compañero de juegos, lo normal es que los felinos sean más reticentes a entablar “amistad”. Según el estudio mencionado, en general son los gatos los que “ponen las condiciones”.
2. La comida La alimentación es un aspecto fundamental. Se recomienda servir la comida primero a la mascota que lleva más tiempo en la casa y así evitar que se sienta desplazada. Para el animal recién llegado, casi todas las reglas son nuevas, de modo que se adaptará con mayor facilidad.
También puede ser conveniente que la comida del gato esté en un lugar elevado, para evitar que el perro se la coma y lo moleste, ya que por naturaleza los gatos se sienten más cómodos comiendo en lugares silenciosos, en altura y menos expuestos a las personas y animales.
3. Paciencia Al principio, se recomienda que los dos animales estén en espacios separados y que poco a poco empiecen a compartir un mismo sitio, pero siempre con supervisión. Algunos se adaptan más rápido que otros, así que hay que tener paciencia y confianza.
Además, la edad de los animales es importante, ya que cuanto más joven sea uno de ellos, o los dos, el proceso resultará más sencillo. Todo lo contrario sucede si forzamos el contacto físico entre ambos: puede ser estresante, traumático y hasta peligroso para todos.
4. Utensilios y juguetes Cada animal debe tener sus propios espacios y elementos: cama, recipientes para comida y agua; arenero, juguetes, superficies para rasguñar, etc. Es conveniente no modificar demasiado los espacios ni cambiar de sitio las cosas de la mascota más antigua.
En caso de que algún cambio sea necesario, lo más apropiado es hacerlo de forma progresiva, idealmente antes de que llegue el nuevo habitante al hogar. Esto evitará estrés sicológico y emocional en el animal que lleva más tiempo en la casa.
También, es importante considerar que perros y gatos son especies muy diferentes, lo que los lleva a tener distintas costumbres y formas de relacionarse y jugar, por lo tanto, no siempre debes esperar que tu perro juegue con tu gato y viceversa.
5. Amor por partes iguales Los celos también se dan en los perros y gatos, así que si tienes más de un animal, asegúrate que todos reciban amor y caricias para que ninguno se sienta desplazado. Esto favorecerá la armonía en el hogar y que ambos se sientan amados, protegidos e importantes.
Este puede ser uno de los aspectos más sensibles para una convivencia sana y feliz. Cualquier relación, por más conflictiva que sea, se verá beneficiada si entregamos amor, paciencia, tolerancia y respeto. Observa a tus animales y aprende a detectar sus necesidades.
No pretendas que por traer un nuevo integrante a la casa todo estará bien de un día para otro. Debes hacer todo con calma, dulzura, pero también con firmeza, ya que todos los animales de tu casa deben tener claro que tú eres quien lidera el grupo.
Si ellos sienten tu energía firme, pero tranquila, el contexto energético y ambiental será favorable para que todos convivan en armonía. Finalmente tú eres quien ha decidido que vivan juntos, así que debes ser responsable y asumir que el éxito de la relación depende de ti.