Una novela que recorre el arte y las calles de la quinta región
Por Isabel M. Saieg.
Hace dos años, cuando la cuarentena recién comenzaba y habiendo cumplido 16 años hace poco tiempo, me hallaba sentada en mi habitación mirando hacia fuera de la ventana durante un día lluvioso. Llevaba un par de semanas sin salir a ningún lado y mi ventanal era lo único que me conectaba al mundo exterior. El problema era el siguiente: mi ventana no tenía vista a ninguna parte. Solo podía ver las terrazas de mis vecinos y, en la lejanía, un edificio en construcción. Afligida por no poder disfrutar de las bellas vistas de la quinta costa, con un cuaderno nuevo y mi lápiz preferido en mano, me dispuse a escribir una historia que me permitiera pasear por mi ciudad que en ese momento se encontraba al mismo tiempo muy cerca y muy lejos.
Así nació mi tercera novela y segunda en ser publicada Cómo pintar una noche estrellada, la cual publiqué en agosto 2021 junto a Editorial Trayecto. Cuenta la historia de Elisa Hartmann, una artista que intenta surgir en el mundo del arte y la cultura chilena, aún sufriendo por la muerte de Martín, quien siempre fue su mejor amigo y se había vuelto prácticamente su compañero de vida. Martín, si bien perdió la vida en un accidente automovilístico medio año antes de que comience la narración, se había visto acechado por una adicción a las drogas que desarrolló mientras estudiaba Medicina en la Universidad de Valparaíso. Se cuenta así cómo de a poco esta adicción lo va destruyendo y, aunque no fue derechamente lo que le quitó la vida, sí lo indujo hasta ella.
Se narra desde distintas perspectivas, paseando siempre por distintas zonas de la quinta región y describiéndola de forma artística y sensible. Desde Valparaíso hasta Quillota, las calles, las playas, los cerros, la belleza de la noche; todo es descrito por los protagonistas, que tanto amor le tienen al lugar en donde viven. Así se desarrollan las distintas relaciones entre los personajes, oscilando constantemente entre la amistad, el amor, el desamor y el odio.
Se tratan temas como la importancia de la salud mental, el feminismo, la drogadicción, el alcoholismo, el desamor, la pérdida y la realidad de los artistas en Chile. Es una historia que se me hace muy cercana y personal, al hablar de temas que me competen como mujer, artista y chilena. La leo siempre con cariño, recordando lo que sentí durante el confinamiento y las inquietudes que tenía en ese momento y lo mucho que ha significado para toda la gente que la ha leído. Por esto, la recomiendo siempre a aquellas mentes de artistas que no saben aún si adentrarse o no el mundo de la cultura, a mujeres empoderadas, a quienes han sufrido alguna pérdida y a locales de la quinta región que quieran de disfrutar de una entretenida historia que los pasee por las ciudades costeras que tan bien conocen.
Pueden encontrar Cómo pintar una noche estrellada en las principales librerías chilenas, Buscalibre y la página web de Editorial Trayecto (www.trayecto.cl).