A medida que avanza la tecnología el desempleo comienza a masificarse; una realidad lamentable cuando se auguraba todo lo contrario. En forma gradual, la mayoría no encuentra otra solución que adaptarse al complejo panorama, pues quienes intenten oponerse a los avances tecnológicos terminarán fracasando más temprano que tarde.
Días atrás observaba a varias personas compartiendo una imagen en redes sociales. Bueno, ¿qué podría tener de extraño? Lo inusual era una fotografía enfocando las cajas automatizadas del retail con la siguiente leyenda “Prefiera los cajeros humanos”, ya que estas máquinas comienzan a generar desempleo.
Cuando la humanidad realmente se dio cuenta del potente cambio a raíz de la industrialización – poco antes del 1800 -, surgieron voces discordantes que proyectaba cómo procesos repetitivos y automáticos dejarían a la humanidad sumida en el desastre de las labores humanas.
Al consolidarse el desarrollo de la industria automotriz, también surgieron voces preguntando qué sucedería con los carruajes, los caballos y todo lo relacionado con el transporte que, hasta ese entonces, era la forma que teníamos de llegar de un lugar a otro.
Lo cierto, es que la única constante siempre ha sido el cambio. Que ahora los procesos sean cada vez más rápidos es solo una particularidad más del mismo hecho que se reinventa una y otra vez.
Ahora, ad portas de la 4ta Revolución, la tan famosa llamada transformación digital, el miedo se repite entre quienes tenían seguro una forma de trabajo, un estilo de vida y los que habían planificado mantener esa fórmula por varias décadas más.
Hoy, el futuro es incierto. Las cifras son demoledoras y la evidencia indica que los trabajos tal como los conocemos, tenderán a ir desapareciendo. Lo bueno de esto es que los humanos por concepto general serán los que estarán a cargo de las funciones de mayor grado de inteligencia, y la fuerza bruta y labores repetitivas, son las que estarán a cargo de máquinas industrializadas.
Cambiarán las prioridades, las tecnologías, el desarrollo de la medicina, alimentación, transporte y aquellos que se suban tarde a esto cambios, corren riesgo de quedarse fuera del tren por algunos años. ¿Qué hacer frente a tal panorama? Es evidentemente que a menor edad, mayor adaptación al cambio. Claro está, si tenemos mayor preparación cultural y académica más rápido entenderemos cómo es el devenir de las industrias y los nuevos procesos.
Entonces, ¿alguna fórmula? Sí. Léelo todo, averigua todo. Mira horas y horas de videos en plataformas digitales gratuitas. Revisa charlas de los mayores expertos del mundo; analiza lo que se está hablando hoy. Investiga qué dicen en otros países respecto al futuro del trabajo.
Las grandes crisis generan también grandes oportunidades. Una de ellas es que en todo lo que viene, no hay personas con experiencia o títulos. Son cosas nuevas, aún no aterrizan del todo. Quizás con un poco de astucia, inteligencia, algo de picardía y una gota de suerte, seas tú el que inicie un proyecto de robótica, de inteligencia artificial, de domótica, de impresión 3D, energía solar, conducción autónoma, ciberseguridad, blockchain…
El tiempo es oro y la información es el vehículo para llegar a conquistar “Hoy” las tendencias del futuro.
Giancarlo Barbagelata
Ing. Comercial, Publicista (c)
Doctor en Administración de empresas
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