Con una novedosa fórmula, Everton oficializó el 12 de julio pasado el cambio en su directiva. Tras la partida del ahora ex mandamás Pedro Cedillo Martinez – quien tras siete años en el cargo se convirtió en vicepresidente internacional de Grupo Pachuca – asume como Presidente Ejecutivo Miguel Torrecillas, ex futbolista español y gerente deportivo, mientras que en el cargo de Presidente Corporativo asume el empresario viñamarino, Cristian Castro.
Respecto a su sentir, este último manifiesta que estar viviendo un sueño hecho realidad. “Nacer en Viña del Mar, ser criado y estudiar en esta hermosa ciudad, para luego formar tu familia y empresa, es todo un orgullo que acrecienta un sentimiento profundamente ligado al hecho de ser evertoniano”.
Y no es para menos. El ex estudiante del colegio Rubén Castro e ingeniero comercial de la Universidad del Viña del Mar, ha seguido desde su infancia las vicisitudes del cuadro oro y cielo
. En esta misma ciudad, formó su hermosa familia y crió a sus tres hijos, Nicolás, Maximiliano y Anastasia, quienes al igual que él, se convirtieron en apasionados evertonianos.
El amor de Castro por Everton va más allá de lo deportivo; es una conexión emocional que ha experimentado a lo largo de su vida. Rememora con nostalgia el campeonato de 1976, cuando aún era un niño, y la inolvidable copa ganada por el club en 2008, ya como adulto. Para él, ser viñamarino y ser evertoniano es un orgullo que se entrelaza en su identidad.
Pero Cristian Castro no solo es un ferviente seguidor del equipo, sino que también es un hombre comprometido con la comunidad. Durante años, fue parte del Rotary Club de Viña del Mar y se involucró en diversas actividades solidarias en beneficio de la ciudad y su gente. Fue a través de estas experiencias que logró estrechar lazos con la directiva de Everton y encontrar la oportunidad de utilizar el deporte como motor para fomentar una niñez saludable y con propósito.
Con la llegada del Grupo Pachuca de México en 2016, adquiriendo una participación mayoritaria en la Sociedad Deportiva Everton de Viña del Mar, Castro pudo vincular aún más el deporte con lo social, educacional y de salud, gracias a las experiencias que el Grupo Pachuca había llevado a cabo en su país de origen.
El compromiso de Castro y su proyección en la gestión del club lo llevaron a formar parte del directorio de fútbol joven de Everton, enfocado en el desarrollo integral de los jóvenes deportistas. Además, la empresa de la que forma parte también se sumó a las que apoyan a Everton, reafirmando su compromiso con el club y la comunidad.
Finalmente, su involucramiento con el Grupo Pachuca dio lugar a una nueva oportunidad en su vida: la invitación a participar en la gerencia deportiva del club y asumir la presidencia corporativa de Everton. Para Castro, este desafío no se trata solo de títulos deportivos, sino de construir una institución que refleje los valores de la juventud y permita desarrollar no solo mejores deportistas, sino también mejores personas.
En su nueva función como presidente corporativo de Everton, Cristian Castro está decidido a aportar para el crecimiento de la ciudad, el bienestar de la juventud y el orgullo tanto de ser viñamarinos como de ser evertonianos. Su historia es un testimonio de cómo el amor por la comunidad y el compromiso social pueden fusionarse con el deporte y la pasión para transformar un club en una institución que trasciende los límites del fútbol.