Asistí esta semana a una interesante charla de turismo, dictada por una especialista española que actualmente se encuentra trabajando en nuestro país contratada por una universidad de la zona. Como todos sabemos, España ha desarrollado su economía de las últimas décadas sobre la base del turismo, por lo que tiene bastante experiencia positiva acumulada para transmitirnos.
La exposición se centró en cómo desarrollar el turismo en las ciudades de hoy. Para ello, según la experta, las ciudades o municipios requieren en primer término de una buena gobernanza, entendiéndola como el ambiente propicio que requiere marcos jurídicos adecuados, procesos políticos, de gestión y administrativos eficientes, así como mecanismos, directrices y herramientas que permitan al gobierno local responder a las necesidades de los ciudadanos.
La gobernanza puede definirse como las diversas formas en que las instituciones y los individuos se organizan en la gestión cotidiana de una ciudad, y los procesos utilizados para llevar a cabo de forma efectiva la agenda del desarrollo comunal, a corto y a largo plazo.
Una buena gobernanza enfocada en el desarrollo turístico local, con una buena dirección, buenos equipos y procesos colaborativos con el entorno – aseguraba la especialista -, facilitaría el salto cuantitativo y cualitativo que requiere Viña del Mar con tal de alcanzar el turismo inteligente, para el cual posee todas las condiciones naturales, pero todavía está muy lejos.
En los comentarios posteriores a la charla, la mayoría de ellos parte del circuito turístico local, aparecieron muchos aspectos que evidencian las falencias de nuestra ciudad: mal estado del mobiliario urbano, locomoción publica ineficiente y abandono de calles y veredas, fueron algunos de ellos. Estas falencias deben ser superadas para mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes y acoger adecuadamente a los visitantes.
Con todo me resuenan las palabras de la expositora: “El desarrollo turístico sólo es posible cuando sus habitantes se involucran en el turismo y lo sienten como propio”. Como muestra da un interesante ejemplo: La queja habitual es lo lejos que está Chile del resto del mundo. Sin embargo, Argentina tiene apenas hora y media de diferencia y menos que ofrecer a los visitantes . La diferencia está en que ellos se creen el cuento.
Y en ese sentido hay todavía mucho que avanzar. En nuestra ciudad, sin ir más lejos, llama la atención que a los viñamarinos el tema del turismo no nos convoca. Un ejemplo de ellos son los talleres de participación ciudadana que se están efectuando en la Ciudad Jardín con el objetivo de desarrollar un diagnóstico participativo que permita levantar las visiones actuales respecto del territorio comunal para el plan regulador de la ciudad.
El año pasado, se realizaron trece talleres en distintos sectores de la ciudad. Sólo en dos de esos sectores aparece mencionado el desarrollo turístico.
En síntesis, si bien existen importantes temas estructurales a resolver, es fundamental el desarrollo de una verdadera conciencia turística y en eso también estamos al debe.
Por Macarena Urenda S.
Concejala de Viña del Mar
Presidenta comisiones Educación y Turismo