- Valentina Colina F.
- Psicóloga Clínica
- Diplomada en Psicoterapia Integrativa
- Experta en Ansiedad
- IG @psiqueencolores
He tenido ansiedad toda mi vida, pero solo hace algunos años pude ponerle nombre a esta sensación. Soy Valentina y soy una psicóloga con ansiedad.
Desde que terminé de estudiar y mediante mi propio proceso de terapia, descubrí que estos sentimientos de excesiva preocupación no eran comunes. Desde ese entonces, decidí comenzar a estudiar la ansiedad, de dónde venía, cuáles eran sus síntomas, cómo funcionaba.
Fui creando herramientas para beneficio personal y de mis pacientes. Con el tiempo, me convertí en una experta en el tema, y mi principal foco en terapia es entregarte las herramientas para que alcances una buena calidad de vida, incluso con ansiedad.
¿Cómo se siente realmente la ansiedad? La ansiedad puede tener diferentes síntomas físicos, mentales y emocionales. Los más comunes son sentir la necesidad de tener todo bajo control, pensar escenarios catastróficos, sentimientos de culpa constante, preocupación excesiva por el futuro, sensación de no ser suficiente, por nombras los más comunes.
La ansiedad no tiene límite de edad, puede sentirse desde la infancia hasta la adultez. Y aunque existen muchos tipos de ansiedad, debemos siempre diferenciar entre lo que es una ansiedad adaptativa y una patológica.
Ansiedad adaptativa: En su función adaptativa, la ansiedad es la responsable de prepararnos ante una situación de peligro, por ejemplo, advertirnos que si vamos caminando hacia un acantilado, debo preocuparme de no caer y tomar los resguardos necesarios.
Ansiedad patológica: La ansiedad se vuelve patológica cuando aparece en intensidad desproporcionada y en situaciones en la que no debería utilizarse como mecanismo. Puede aparecer en forma de ataques de pánicos, crisis de ansiedad, agorafobia o fobia social.
A diferencia de la función adaptativa, el sistema de alerta de la ansiedad como patología, es un funcionamiento inadecuado del mismo, llevando a la persona que lo padece a sentir exceso de incomodidad, síntomas físicos molestos y pensamientos rumiantes que imposibilitan el diario vivir.
HERRAMIENTAS DE GESTIÓN EMOCIONAL
“La ansiedad es la mente yendo más rápido que la vida”. Frente a ello, es necesario contar con herramientas de gestión emocional que nos permitan vivir con ella de forma adaptativa. La terapia cognitivo conductual es una de las terapias, a mi parecer, que mejor funciona para trabajar la ansiedad. Se utiliza para ayudar a los pacientes a identificar y aprender a gestionar los factores que contribuyen a su ansiedad y crea mecanismos y herramientas directas para trabajar en ella.
A continuación, te dejo algunas herramientas para gestionar la ansiedad:
- Ejercicios de meditación: La respiración es un ansiolítico natural del cuerpo. Basta con realizar un par de minutos diarios de ejercicios de respiración sencillas, que alivianaran los síntomas físicos de la ansiedad.
- Actividades agradables: Cuando la cabeza tiene muchos espacios en vacío, la imaginación puede ir muy lejos. Mantente en movimiento con actividades que te generen placer y rodéate de un entorno saludable.
- Volver al presente: La personas con ansiedad tiene baja tolerancia a la incertidumbre y busca llenar ese vacío con posibles escenarios negativos o incluso catastróficos, activando el mecanismo patológico de la ansiedad. Estar consciente del presente, enfocándonos en las actividades que están ocurriendo en el ahora es clave para mantener la cabeza calmada.
- Pedir ayuda es fundamental: Debemos entender que la ansiedad patológica es un proceso que requiere de ayuda profesional. Así como vas a realizaste tratamientos cuando te duele algo físico, la salud mental es igual de importante.
Vivir con ansiedad no tiene por qué ser una tortura. Se puede vivir en paz, gestionando, conociendo y aceptando la ansiedad. Cuando finalmente entiendes que para estar bien no necesitas estar bien todo el tiempo.
“No olvides que, lo bonito de la vida, es que es impredecible”