Una casualidad llevó a que la escritora viñamarina Dianne Berger se animara a escribir su primer libro. Radicada en Brasil junto a su familia, comenta sus primeros pasos y cómo proyecta su futuro literario con nuevos desafíos
De profesión publicista, Dianne Berger encontró en la escritura una pasión que la tiene motivada encontrando historias y personajes que construye a partir de una inspiradora libertad.
De hecho, comenzó a escribir por casualidad mientras hacía un ejercicio de escritura para un curso de francés, un cuento corto. “Se me había olvidado lo entretenido que era. Hacía años que no escribía. Decidí ver hasta dónde podía ir con la historia. De la nada empezaron a llegar las ideas, las imágenes, las secuencias, y el cuento terminó convertido en una novela de 230 páginas: “A la Luz de la Aurora”.
En el camino tuve que traducirla al español pues la había empezado en francés. “Le entregué el manuscrito a los que hasta ahora llamo ´mis lectores beta´. A ese punto ni siquiera había pensado en publicar, pero me insistieron que lo hiciera”.
¿Cómo nace tu proceso de inspiración?
Sobre la inspiración, en mi caso puede venir de cualquier parte. Las ideas se capturan del ambiente. Ya se ha vuelto algo inconsciente, siempre estoy atenta. Es como un radar que nunca se apaga. A veces es algo que alguien me cuenta, o es una persona que conozco, o una noticia que me impresiona. Todo lo que me envuelve tiene el potencial de colarse en una historia. También hay que sumar la influencia de los viajes. Viajo mucho, y siempre vuelvo con libretas llenas de ideas, sensaciones e imágenes.
¿Cómo vas desarrollando tu proceso de escritura?
Nunca es igual. Cada una de mis historias ha tenido su propio proceso. Trato de seguir un método, es especialmente importante a la hora de definir una secuencia dentro del género que yo trabajo, pero sé que en algún momento el método me va a botar. Hay que adaptarse a cada historia y de vez en cuando permitir el desorden. El proceso nunca es lineal y las ideas no llegan en orden. Ayuda recordarse que lo mejor es trabajar con total libertad. Si una idea todavía no está ahí, se puede avanzar con otra cosa y esperar; si un personaje no funciona, lo cambias o lo sacas, aunque le hayas dado 50 páginas, no importa, vale la pena. He aprendido que, si algo me molesta al principio, lo seguirá haciendo hasta el final. Solo hay que aferrarse de eso que ves como la esencia de tu historia. Todo el resto se moldea en torno a eso.
Cuéntanos de los libros publicados
He publicado cuatro historias, todas del género misterio. “A la Luz de la Aurora” fue la primera. Trata de un profesor de historia que, podríamos decir, es un poco quedado en los laureles. Al morir Babette, su abuela, con quien tenía una relación muy estrecha, hereda su casa en el campo de nombre La Aurora. A través de una carta y un par de sucesos sin explicación, él va a descubrir que hay algo extraño rondando a la muerte de Babette, pese a no haber sospechosos ni motivaciones posibles. Pide ayuda a su ex, Céline, quien conoció a su abuela muy bien, y juntos van a ir dilucidando el misterio. La intención fue la de crear una ambientación muy bucólica que contrastara muy bien con el suspenso.
“La Estrella y la Máscara” trata sobre un asesinato que ocurre durante un espectáculo musical. La protagonista es Ilona Baar, una estrella impresionante que despierta admiración y envidia en dosis iguales. Todo el contexto es muy Old Hollywood, estiloso, dramático, pero la narración mantiene el mismo tono ameno que he querido imprimir en todas mis historias. Hay crimen e intriga, pero también hay glamour y hasta un poco de humor. Y por supuesto, la música y baile propios del show.
“En Otra Vida” vino justo después. Es una historia de misterio, pero además de suspenso y tiene una buena parte de romance. Podría caber en cualquiera de los dos géneros. Es una novela que llevo muy de cerca, quizás porque la protagonista puede ser en algo parecida a mí. La historia está construida como un gran viaje en el tiempo, de cincuenta años.
“El Mago”, mi última novela, es la historia de Lucy Greenwood-Haigh, una abogada joven y novata que, sin embargo, es muy ambiciosa, y ansía una oportunidad para sobresalir. Llega a sus manos el caso de Jack Grant, un ilusionista un poco hosco, pero muy talentoso, que ha sido condenado a muerte por un crimen estremecedor. Lucy decide apostar por la inocencia de Jack y, así comienza a investigar intentando descubrir al posible verdadero culpable. En el camino se dará cuenta de que hay más de una realidad dando vueltas, y de que el ilusionismo saltó del escenario a la vida real.
¿Cuáles son tus próximos desafíos?
Estoy escribiendo mi quinta historia. Tiene mucho de cuentos de hadas, pero sin la fantasía, es todo suspenso. Tiene reinas, castillos, gárgolas, espadas, y también tiene tarot. Me regalaron un juego de cartas que he usado para estudiar. Cuando elijo una temática base, como en este caso, trato de ser lo más fiel posible a la realidad de ese mundo. No solo para poblar un contexto, sino porque el tema va a relacionarse directamente con la trama, y es importante que lo entienda lo más a fondo posible. Con esta última historia me he tomado más tiempo que lo usual y lo estoy pasando muy bien. ¡Espero que los lectores también!
Todas las novelas de Dianne Berger se encuentran en Amazon y están disponibles en formato digital como impreso. Además, durante todo el mes de junio, la escritora estará participando de una lectura conjunta organizada por el Club de Lectura online @cl.descubriendohistorias , con su novela “El Mago”.