Una idea que rondaba hace mucho tiempo en su cabeza tomó fuerza en el 2018 cuando decidió postular a la Octava Compañía de Bomberos de Reñaca con el sueño de ser una nueva integrante del equipo. Ella es Paulina Salinas Suárez, y esta es la historia de cómo convirtió su sueño en realidad.
Por Marcela Cademartori – Fotografías de Olivier Maugis
Desde hace bastante tiempo esta idea rondaba por su cabeza, pero finalmente el deseo de su hijo mayor Diego de querer postular para ser bombero, se convirtió en el detonante para que hoy Paulina Salinas sea la única mujer activa de la Octava Compañía de Bomberos de Reñaca.
Tras prolongar esta decisión por años – por temas de estudio, crianza de hijos pequeños y trabajo – un día esta terapeuta ocupacional decidió sin más apersonarse al cuartel de calle José Manuel Balmaceda y consultar sobre los requisitos para postular. “La secretaria (señora Magaly) me pasó un formulario para rellenar. Cuando regresé volví se sorprendió. Quizás pensó que no regresaría”, recuerda.
Tras un test psicológico y un proceso de entrenamiento dividido en tres etapas – curso de la Academia Nacional de Bomberos, proceso con el Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar y curso de la Octava Compañía de Reñaca – con duración aproximada de un año, Paulina fue oficializada como una voluntaria más del anegado cuerpo de salvamento.
“Inicialmente éramos nueve postulantes, quedamos solo cuatro. Recuerdo que nos citaron a una reunión por zoom. Si te permitían el ingreso a esta, significaba que te habían aceptado – explica -. Sentí gran emoción al entrar y pensar que ya era una octavina”.
VIDA DE CUARTEL
Mamá de tres hijos – Diego, Tomás y Mateo- esta terapeuta ocupacional de profesión se desempeña como encargada de la sala de rehabilitación del Cesfam de Gómez Carreño. Según explica, han vivido una fuerte recarga de trabajo con pacientes secuelados de Covid-19.
No obstante, su espíritu de servicio y de compromiso con este nuevo desafío que ha tomado en su vida como bombera, la tiene motivada haciéndola vibrar cada vez que relata lo que implica esta vocación.
“Más que coraje, existe un sentido de humanidad que debes tener muy presente cuando cubres una emergencia, pero también en cómo te relacionas con tus compañeros”.
Se confiesa agradecida del recibimiento y gran carácter humano presente entre sus compañeros de la Octava Compañía. “La verdad es que se da una relación muy familiar en la cual me siento muy cómoda”, añade.
Eso no quita que te esfuerces, advierte. “En lo personal entreno para desarrollar la fuerza que por ahí es un punto que como mujeres podemos tener más débil en comparación con los hombres. Aparte del entrenamiento que nos brinda la Compañía, me ejercito en forma personal en la modalidad de Crossfit tres veces por semana”.
Luego de un momento, Paulina nos muestra su equipamiento, aquel que usa en el caso de una emergencia estructural y el uniforme multirol para incendios forestales. Ahora entendemos porqué debe realizar un fuerte entrenamiento, pues el uniforme completo puede alcanzar un peso de 10 kilos. ¿Qué opinas?
Pero más allá del entrenamiento físico, que obviamente implica cuidar la alimentación, Paulina menciona un aspecto mental importante que implica compromiso y responsabilidad. “Muchas veces la adrenalina te podría hacer actuar impulsivamente; sin embargo, es acá cuando se hace valer tu conocimiento, la prudencia, el autocuidado y el cuidado de tus compañeros. Estos son aspectos que en esta Compañía se valoran mucho”.
AGENDA NON STOP
A una jornada laboral que parte muy temprano y que se extiende hasta las seis de la tarde, se suma el rol de mamá, dueña de casa y el estar conectada de forma permanente a su celular por si surge alguna emergencia. Y aunque esta bombera reñaquina no duerme en el cuartel – debido a las precauciones adoptadas por la pandemia – siempre está atenta a alguna emergencia en el caso de que sus oficiales lo requieran.
Ese mismo espíritu de entrega fue el que llevó a Paulina a hacer las gestiones necesarias para que el equipo de la Octava Compañía pudiera inocularse tempranamente cuando comenzaba la campaña de vacunación por el COVID- 19. “Me sentí muy satisfecha de aportar en un tema que era prioritario. En poco tiempo logramos tener a toda la compañía inmunizada”.
El rato pasa volando y no podemos dejar de admirar la gran labor que no solo ella, sino tantos otros bomberos realizan a lo largo del país. Incendios, accidentes, rescates; en fin, la figura de ellos se nos aparecen como verdaderos héroes, muchas veces anónimos. Un gran reconocimiento para ellos y, para Paulina Salinas Suárez, una profunda admiración por atreverse a concretar un sueño y una vocación.