Potenciar una cultura de igualdad de género es el gran desafío que se ha planteado la Universidad de Viña del Mar, una mirada que se fortalece luego de que este año se conformó la Dirección de Inclusión y Equidad de Género, cuya directora es Javiera Hauser Dacer. Ha sido un trabajo abordado desde una mirada interdisciplinaria y en colaboración con diferentes estamentos del plantel.
Desde hace ya varios años que Javiera Hauser viene trabajando temas relacionados con la violencia en las mujeres, tanto en Chile como en el extranjero. Por ello cuando se le presentó el desafío de colaborar y ser parte del trabajo que la UVM venía desarrollando y que se hizo obligatorio a partir de la promulgación de la Ley 21.369, sintió que debía estar en este proceso hacia la incorporación de nuevas directrices en esta línea.
¿Cuáles fueron los primeros pasos de la universidad en materia de equidad de género?
En materia de equidad de género desde la Constitución y funcionamiento del Consejo Asesor en Equidad de Género en el año 2017, la UVM da sus primeros pasos en la institucionalización y reconocimiento de la relevancia de la temática.
El trabajo en la universidad se inicia, además, durante el año 2018 bajo la firme convicción de fomentar ambientes libres de acoso y discriminación arbitrarias, velando por el respeto de las personas que trabajan y estudian se promulgó el Protocolo de Actuación ante denuncias sobre acoso sexual y discriminación, a través del cual la institución se ha comprometido de manera formal con la tarea de erradicar este tipo de conductas al interior de su comunidad.
¿A quiénes aplica esta nueva política?
En el caso de la Universidad de Viña del Mar, esta política ha venido a complementar los mecanismos ya existentes y en actual funcionamiento, y aplica para toda la comunidad universitaria UVM, estudiantes de pre grado, postgrado, online, jornada diurna, vespertina, cuerpo académico de planta y a honorarios, colaboradoras, administrativos, personas que tienen algún vínculo contractual con la universidad.
¿Y eso, en la práctica, como se plasmó?
Uno de los artículos estipula que las universidades tienen la obligación de crear una dirección, departamento o unidad en donde se regule o apliquen las diferentes normativas en esta materia, y a su vez se creen políticas y protocolos. De esta manera, todas las universidades tuvieron un año para diseñar esta política. En el caso de la UVM esta se llamó “Política Integral de Género”.
¿Cómo se ha difundido esta política entre todos quienes componen la comunidad universitaria?
Sabíamos que existía violencia dentro de la universidad y casos de denuncia. Estos espacios universitarios y de generación del conocimiento han sido tradicionalmente androcéntricos, patriarcales y con un techo de cristal para las mujeres.
A raíz de este panorama y de las demandas a nivel mundial, se publicó la ley. En uno de sus apartados hace alusión a que si una universidad no tiene una dirección o departamento que aborde estas temáticas, corre el riesgo incluso de perder su acreditación.
Estamos iniciando un trabajo a conciencia en relación a todo lo que se vincula con una política que apunte hacia un modelo de prevención, un modelo de investigación y sanción, y un modelo de monitoreo y evaluación, todo diseñado conforme a lo que estipula la ley. Ha sido una gestión estamental y paritaria.
Mencionaste algunas actividades de difusión antes de fin de año.
En el mes de noviembre vamos a continuar difundiendo la política y para ello hemos organizado diferentes actividades para la semana del 25 de noviembre, uniendo estas dos instancias con la conmemoración del Día Internacional de la Violencia hacia las Mujeres y de Género. Un trabajo en pos de la prevención de la violencia de género y atención a las personas afectadas.
En este mismo mes – también en el contexto de la semana del 25 de noviembre – desarrollaremos el seminario “Prevención de la violencia en relaciones sexo afectivas y violencia en el pololeo».
Qué avances deseas destacar.
Dentro de los avances este año hemos iniciado la formación permanente a todos los estamentos de la UVM, mediante la realización de seminarios con la participación de diferentes profesionales con experticia en la materias de la Ley 21.369.
El primero abordó «Perspectiva de género y Derechos Humanos en la Educación Superior», el segundo fue: Equidad de Género, Diversidad y Disidencias Sexuales en la comunidad Universitaria», el tercero “¿Por qué necesitamos un lenguaje inclusivo y no sexista? Avances para una cultura universitaria con Igualdad de Género.
Por otra parte, un gran avance es la participación que como UVM estamos teniendo en la Mesa Técnica de Acoso, liderada por la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti Serrano, junto a las Federaciones de estudiantes e instituciones de la región, con el objetivo de avanzar hacia ciudades seguras y libres de acoso sexual para las mujeres y las disidencias sexuales. El 9 de septiembre comenzó la difusión de la política y la campaña partió el 12 de septiembre, con varias actividades planificadas hasta fin de año.
Por último, ¿qué podemos esperar para 2023?
Estamos proyectándonos también para el 2023, en donde creemos que surgirán nuevas necesidades. Entre estas una labor de acompañamiento a víctimas. Tenemos la tarea de generar una transversalización de estos temas en todos los programas curriculares. Hay mucho trabajo aún por hacer.