El desafío de ser mamá emprendedora

  • Jessica Droppelmann Rosas | Presidenta
  • Fundación Índice Chile

En Chile es difícil ser mujer, más aún ser mamá y emprendedora. Ahí nace el impulso para este sueño que en Fundación Índice iniciamos. Emerge aquí un trabajo relevante, que levanta datos de las protagonistas de esta historia, abre puertas, activa redes y otorga nuevas oportunidades.

En la primera etapa, conocimos datos que nos llevan a preguntarnos: en nuestro país, ¿es un problema ser madre y trabajadora?, ¿están preparadas las políticas públicas para incorporar la crianza responsable entre los actores de la sociedad? ¿Existe realmente una relación entre la deserción laboral y el rol de madre? Revisemos.

El programa “Mamás Emprendedoras” – financiado por el Gore de Valparaíso – tiene por objetivo contribuir al fortalecimiento de la autonomía económica de las mamás emprendedoras, mejorando sus capacidades y habilidades para que puedan desarrollar sus negocios de manera exitosa, promoviendo así la igualdad de oportunidades y el equilibrio entre la vida laboral, familiar y personal.

En nuestro inicio, con satisfacción observamos que los 30 cupos que teníamos disponibles, fueron pocos ante las 308 postulaciones. De este total, se desprende que el 16% de las interesadas son extranjeras, dato disponible para los organismos a cargo de los temas migratorios.

Además, el 78,9% tiene hijos menores de 14 años y el 74,7% era trabajadora dependiente antes de tener un hijo. Punto interesante que nos lleva a pensar que, el factor hijo, puede considerarse como variable válida en la deserción laboral.

Otro dato interesante es que solo el 7,8% de las mamás que se interesaron en esta propuesta, están organizadas, es decir, tienen redes de apoyo activas o disponibles. Llama la atención que, del total de postulantes, el 67,9% tiene formación académica, pero no trabajo estable y el 76,3% a la hora de postular ya traía ideas de negocio o estaban realizando ventas informales. Lo que nos permite inferir que el emprendimiento aparece como una solución para poder seguir desarrollándose laboralmente. Las ganas están, sólo faltan oportunidades.

La autonomía económica de las mujeres es un derecho y una realidad que debe ser abordada desde las diferentes políticas públicas, por ello resulta particularmente relevante colocar sobre la mesa datos, estadísticas y evidencia de los contextos y vivencias de un grupo significativo y representativo como el que estamos conociendo.

Desde Fundación Índice, estamos convencidos en que debemos generar los cambios culturales necesarios para construir un Chile donde trabajar y ser autónomas económicamente, sea un derecho garantizado y reconocido, más aún si consideramos la cantidad de mujeres que en nuestro país deben enfrentar la crianza en solitario.

Visibilizar y apoyar a las mamás emprendedoras es clave para emparejar la cancha, no podemos permitir que más mujeres, por el hecho de ser o querer ser madres, vean coartada su libertad económica o su independencia.

Las instituciones privadas y las públicas debemos entregar espacios para avanzar en la formalización, pasando desde ahí a una mejor calidad de vida, poniendo al frente a esa madre que camina junto a sus hijos con una mochila cargada de sueños por concretar.

 

Otras lecturas

Hombres al diván

Por Catalina Marowski Aguayo Psicóloga clínica Psicoterapeuta de adultos Certificada en EMDR y Coaching (PUC)

Suscríbete a nuestro Newsletter