El Despertar de la Conciencia

El buen vivir:

Un espacio en que Patricia Valdés y Paula Pinochet invitan

a sentir-nos y descubrir-nos, sin más expectativas que un buen vivir…

“La humanidad despierta en el momento en que surgen seres que no sólo existen, sino que saben que existen…” Patricia May

 

La vida es una oportunidad de perfeccionamiento, de lograr la plenitud, de ser feliz, entre otras cosas, pero cuales sean esos objetivos, hoy es más difícil lograrlos frente a la inestabilidad, inseguridad y caos que se experimenta en todo el mundo.

Han sido tiempos de mucho movimiento en nuestras vidas y, frente a estas amenazas, todos hemos reaccionado de diferentes formas:  algunos trabajando más duro, otros intentando evadirse o reinventándose, y un grupo, obligados o por decisión personal, se han detenido a reflexionar y observar. Sin darse cuenta ha aparecido en ellos una nueva comprensión, un “Despertar”. ¿Te ha sucedido alguna vez?

Este despertar es un proceso profundo elegido y trabajado por uno mismo, un camino personal: el despertar de nuestra consciencia, definida como “el conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, de sus estados y de sus actos” (RAE). Es en ese despertar donde lo comprendido se acomoda en nosotros como la pieza del rompecabezas que faltaba, es un: ¡ahora si entiendo!

San Juan de La Cruz – en su poema La Noche Oscura del Alma – describe magistralmente que el momento de mayor oscuridad propicia el despertar del alma. Por lo anterior, no nos desesperemos ante los momentos de angustias, sensaciones de vacíos y de crisis existenciales, pues son nuestros faroles que nos guiarán hacia nuestro despertar.

El tomar consciencia es muchas veces parte de un trabajo personal y muchas otras el resultado de nuestras experiencias de vida. Puede iniciarse en lo religioso, espiritual, pragmático o vivencial, donde lo maravilloso es que, sin importar el origen, existe un común denominador, y es que la realidad observada ya nunca más será la misma. Es un extraordinario viaje sin retorno con nuevos y valiosos resignificados en tu vida.

El mirarse conscientemente nos presenta una nueva realidad, que para ti será la verdadera. Quien vive en consciencia se hace cargo de lo que hace, piensa y dice, se vuelve más responsable. En este momento florecerá en ti la capacidad de distinguir lo bueno de lo malo y la mentira de la verdad.

A ratos te sentirás en minoría, a ratos sentirás que tus pasos serán más solitarios y silenciosos, pero sin explicarte por qué, te sentirás en plenitud, con paz interior y serenidad. Habrá una certeza en ti que te moverá por la vida sin incertidumbre ni miedo y cada evento que pueda alterar tu vida provocará menos olas en tus emociones.

Vivir consciente es un ejercicio que siempre te hará avanzar y cada vez encontrarás menos obstáculos y más aprendizajes. Podrás ser luz para quien quiera seguir este camino. La invitación es a arriesgarnos a buscar nuestra propia verdad.

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Por Catalina Marowski Aguayo Psicóloga clínica Psicoterapeuta de adultos Certificada en EMDR y Coaching (PUC)

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