¿Ya tuviste el privilegio de visitarla? Para mí es un destino que debería ocupar un puesto importante en tu lista de lugares por conocer. Pese a que fue mi tercera vez en este conjunto de pequeñas islas del norte de Italia, les puedo confesar que perderse entre sus intrincados pasajes y recorrer sus canales en góndola o vaporetto tiene un encanto casi adictivo.
Relato y fotografías de Jonathan Arriagada
IG @jonasenviaje
Vida, viajes, visa, vino… vueltas y más vueltas. Volver a Venecia es una de las cosas que más disfruto en la vida. Y es que el encanto de recorrer este cúmulo de pequeñas islas en el Mar Adriático, al norte de Italia, es casi adictivo. Interminable.
Tras la fase álgida de la pandemia y con la apertura de fronteras, vuelos más frecuentes y menores restricciones para los turistas, tuve la oportunidad de volver a Europa por un mes – entre mayo y junio – completando una lista de 53 países en 43 años de vida.
No creo que sea un mal número, al contrario, viajar es la mejor inversión que uno puede hacer. Encontrarse con gente de otras culturas, con una cosmovisión muy distinta a la nuestra, ni hablar de la arquitectura, locales comerciales, artesanía… y un largo etcétera. En fin, una forma de habitar las ciudades realmente fascinante.
Al menos a mí me fascina Venecia, creo que es una de las ciudades más románticas del mundo y que es capaz de sorprenderte en sus canales o pasajes más intrincados, estos últimos parecieran verdaderos laberintos.
Y es que a pesar de ser mi tercera vez en la capital de la región del Véneto, aún me cuesta mucho orientarme o recorrer de una isla a otra sin detenerme en el camino y distraerme por sus tiendas, talleres o increíbles artesanías.
Si no fuese por los letreros que muchas veces están sobre un negocio, o en la esquina de una casa, sería muy simple perder de vista un punto de referencia. Eso lo hace entretenido y fascinante. Es parte del encanto de este conjunto cercano a las cien islas: te brinda la oportunidad de explorar la ciudad sin saber con qué te vas a encontrar.
GÓNDOLAS & VAPORETTOS
Por supuesto, si visitas por primera vez la ciudad sobre las aguas, estás obligado a recorrerla en góndola, este paseo icónico y romántico presente en grandes películas y que fomenta la visita de cientos de turistas cada día.
No es barato, unos 40 minutos tiene un costo cercano a los 80 Euros, pero vale totalmente la pena. Es imposible apreciar el verdadero valor arquitectónico y cultural de la ciudad sin subirse a estas tradicionales embarcaciones a remo.
Demás está mencionar que durante siglos fueron el principal medio de transporte y comercialización en Venecia. Un dato no menor: se estima que en el siglo XVIII navegaban miles de góndolas por los canales.
Fueron construidas en gran cantidad hasta el siglo XIX cuando fueron reemplazadas por los vaporettos, embarcaciones a motor destinadas al transporte público por una ciudad conectada por sus canales.
MURANO
Yo estuve cinco días visitando es archipiélago o conjunto de pequeñas islas, pero si no tienes tanto tiempo, una buena opción es visitar Murano, pues se trata de la isla más cercana a Venecia, ubicada a solo dos kilómetros. Te recomiendo transportarte en vaporetto. Las líneas 41 o 42 te permitirán llegar a ella con facilidad desde la Estación de Ferrovía.
Murano ha conseguido fama mundial por su producción de objetos en vidrio, especialmente las lámparas, realizados con el famoso Cristal de Murano. Pero la historia de la isla de Murano se remonta a la época de los romanos, y con el tiempo se fue desarrollando como puerto pesquero y centro de comercio. Sin duda, un imperdible para visitar.
PIAZZALE ROMA
Yo siempre digo que en Piazzale Roma puedes tomar un medio de transporte o embarcación que te lleva a lugares icónicos de la ciudad. Una plaza de Venecia donde finaliza la carretera SR 11 que une la ciudad con la tierra firme a través del Puente de la Libertad.
Se encuentra en el noroeste de la ciudad y muy cercano a la Estación de Santa Lucía, conectada a través del Puente de la Constitución. Desde este punto puedes abordar una embarcación que te dirigirá a la plaza de San Marcos, para mí el punto más importante del recorrido.
Un imperdible. A su alrededor se encuentran algunos de los edificios más importantes como la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal y el Campanile. Históricamente, este lugar ha sido escenario de todos los acontecimientos y siempre ha sido el centro de la ciudad. La plaza nace en el siglo IX como una pequeña explanada frente a la Basílica de San Marcos y tiene su forma actual desde una reestructuración en el año 1177.
Otros edificios de importancia son la Torre del Reloj de San Marcos, la Procuraduría Antigua, el Ala Napoleónica y la Procuraduría Nueva. En sus inmediaciones también podrás visitar el Museo Correr. Y es que adónde sea que te dirijas en Venecia encontrarás historia, cultura, te enamorarás de su gente, de sus costumbre o artesanía. Definitivamente, el encanto está en perderse.