Desde Madrid entablamos contacto con el fotógrafo y adiestrador canino Emilio Cuenca, quien detrás del lente de su cámara, al retratar a estos incondicionales amigos, aprendió a visualizar la vida desde la belleza del respeto y la empatía.
Por Cristian Muñoz
Imágenes de Emilio Cuenca
IG @elfotografodeperros
www.elfotografodeperros.com
Años atrás una amable, cabezona y fiel “hasta las trancas” perrita llamada Fina llegó para cambiar la vida de Emilio Cuenca – en ese entonces fotógrafo especializado de prensa – despertando su interés por adquirir un conocimiento más profundo del mundo de los perros y formarse como adiestrador canino.
De allí en adelante, esta Jack Russell se convertiría en su compañera de un nostálgico y hermoso viaje. “Al descubrir que Fina padece una grave enfermedad, surge en mí la necesidad de mantener vivo su recuerdo. Y ese sentimiento enciende la mecha de un proyecto que unirá mis dos pasiones: la fotografía y los perros”.
“Me hace feliz capturar la esencia de los animales y la complicidad con sus dueños. Al final, es contar un poquito esas historias de amor entre personas y perros”
Así nacería en la capital española de Madrid El fotógrafo de perros, un proyecto dirigido a todos aquellos que aman a estos amigos peluditos y desean guardar para siempre una imagen que capture ese instante de entendimiento entre un ser humano y un animal, su amor sincero y sin condiciones, la mirada del amigo verdadero y la sencillez de su belleza.
“Fina me acompañó durante muchos años más, hasta el 25 de marzo de 2020 que nos despedimos los dos juntos tumbados en mi cama. Desde entonces este proyecto cobra aún más fuerza y todo es un homenaje a ella por haber cambiado mi vida y por ser la protagonista de todo esto”, rememora el fotógrafo.
LAS SESIONES
Experimentar sesiones de fotografía relajadas y divertidas no son casualidad, pues en el estudio de Emilio todo está pensado para que los perros se sientan como en su casa, desde que entran por la puerta todo gira en torno a que se sientan cómodos.
“El bienestar de los perros es mi primer objetivo. Trabajo con ellos utilizando el refuerzo positivo para que, a la vez que posan, se lo pasen bien, jueguen y disfruten”.
Y además de diversas razas, edades, las personalidades de cada uno de estos peluditos hacen de este oficio cada día una nueva aventura. Tan solo imaginen lo diversa y entretenida que puede ser una sesión con un pastor suizo o pastor alemán, con labradores, rottweiler, un bulterrier o un shiba inu, eso sin mencionar el divertido look del pomerania, un galgo, border collie, o lo tierno del pug.
“Conozco a los perros: los tímidos, los traviesos, los gruñones, los que no pueden estar quietos”, comenta Emilio. Pero si hay algo que distingue su trabajo es que además de fotógrafo es educador canino.
“En algunos casos puede costar un poco más de tiempo, algunas dosis extra de paciencia o quizás un buen paseo previo; pero para la mayoría de los perros basta con respetar su espacio y sus tiempos para hacerlos sentir cómodos y sacar lo mejor de ellos”, puntualiza.
TENENCIA RESPONSABLE
Además de inmortalizar la complicidad entre una mascota y su dueño, Emilio Cuenca desea aportar con su granito de arena a la tenencia responsable de animales, “donde el respeto sea una obligación”, colaborando, a su vez, con aquellas fundaciones y personas desinteresadas que trabajan por brindar un hogar y una familia a perritos más desfavorecidos.
En realidad, todo su trabajo es un homenaje a estos amigos incondicionales, un sentido recuerdo que mantiene vivo en cada posteo que publica en sus redes sociales con la insignia:
“Gracias, mi amor, por enseñarme a mirar. Siempre juntos Fina”.
“Lo de enseñarme a mirar hace referencia a la belleza de retratar perros, pero también a una nueva forma de ver la vida, donde la empatía y el respeto por el otro es fundamental”, puntualiza Emilio Cuenca, el fotógrafo de perros.