Su vida es un entretenido guion de experiencias y anécdotas. Mucho antes de que arribara a nuestro país y lo conociéramos como jurado en Master Chef, Ennio Carota dejaría su natal Turín para recorrer el mundo trabajando en cocinas de Inglaterra, Australia, Fiyi, Centroamérica y Japón. Quién diría que terminaría en Los Ángeles, California cocinando para las estrellas. Y es que definitivamente para conocer bien a este chef italiano se requiere una larga lista de ingredientes.
Por Marcela Cademartori
Fotografías de Natalia Aguilera
@enniocarota
Muchos lo conocen por su participación en Master Chef o como dueño del Pastamore – su restorán en Vitacura -, pero la historia del Ennio Carota se remonta varios años atrás en su natal Turín.
“Mi padre era barman. Crecí muy cerca de la cocina y de los fogones. Aunque era una época en que el ambiente de la gastronomía estaba muy lejos del glamour con el que se conoce hoy”, recuerda Ennio.
Como una forma de mantener la tradición, apenas salió del colegio estudió cocina en el Istituto Professionale Alberghiera. Pero, en cierta forma, se aburriría de Italia. Buscaba algo más. Primero viajó a bordo de un crucero con destino a Bristol, ciudad portuaria de Inglaterra
De aquella época rescata el Pollo sorpresa. “Un clásico de la cocina de los ochenta, que gusta mucho. Es crujiente y la sorpresa es que al partirlo, dentro tiene la mantequilla”, explicaba tiempo atrás el chef, presentador y empresario italiano.
Pasado cierto tiempo volvía a Turín para ver a su familia y amigos que permanecían donde mismo los había dejado. Pero Ennio quería viajar, conocer, experimentar. Esta vez, se embarcaría en un crucero como cocinero. Australia, Fiyi, Nueva Guinea, Japón y Centroamérica formarían parte de la vida y escuela culinaria de Ennio.
Con treinta y tantos años, y una prometedora carrera, por temas personales el chef italiano debió volver a su tierra, en lo que describió en cierta ocasión “como un retroceso abismal en mi carrera”.
Pero bueno, eso ya es historia. Una historia que se escribe en las innumerables páginas de los recuerdos, de las anécdotas, de vivencias y experiencias. Su retorno a Los Ángeles, la oferta de venir a nuestro país para hacerse cargo del restorán del Hotel Hyatt. Un tiempo viviendo en Argentina y participando de conocidos programas televisivos donde además conocería a su mujer Marisa, una abogada que hoy es su compañera de vida y con la que tiene tres hijos.
Miles de millas acumuladas para un cocinero que finalmente, en 2012, decide instalarse en Santiago de Chile para abrir su restorán de cocina italiana, Pastamore, consolidándose como un referente y rockstar de la gastronomía internacional. Y ni hablar de su silla como jurado de Master Chef.
– Ahora Ennio, en tu opinión, ¿por qué crees que la comida italiana es tan apetecida por los chilenos? “Yo diría que lo que se conoce de la gastronomía nuestra es muy poco. Italia tiene muchos pueblos y cada uno con una cocina que la identifica, con materias primas que hacen de cada una algo especial. Te podría hablar de la gastronomía de Cerdeña, de Lombardía, de La Liguria, y cada una desarrollada con su sello particular”.
“¿Sabías que el chocolate no tiene su origen en Suiza? Está en Italia, obviamente elaborado con la materia prima traída desde América Latina que es el cacao. En el norte de Italia se lograron desarrollar variadas preparaciones en base a este producto. Siento que aún hay mucho que conocer de nuestra gastronomía”, añade.
Y es justamente lo que Ennio intenta hace desde su restorán entregando a sus clientes propuestas que hacen referencia a la riqueza de una cultura gastronómica que tiene muchas aristas con las cuales sorprender a los paladares.
LAS RECETAS DE ENNIO
Hablar de recetas y preparaciones es para Ennio comenzar desde donde todo nace. “Lo más importante es la materia prima, y utilizarlas en sintonía con la época del año en la que estás y el lugar donde vives. Hay productos que son de verano y otros de invierno. Se trata de escuchar un poco más a la naturaleza. No ir en contra de la corriente”.
Desde esta mirada, la apuesta de Ennio es hacia una cocina que respeta tiempos y territorios, puntos claves a la hora de entregar identidad a las preparaciones que nacen impregnadas de un sello natural y auténtico.
Ya el resto se trata del amor que le imprimes a cada preparación. “Creo que en este punto cualquier chef va a estar de acuerdo conmigo. Quien no cocina desde el sentimiento y de ese querer agradar a un otro, está mal encaminado. Para mí el proceso de un plato termina cuando veo que este vuelve a la cocina vacío. Recién ahí digo: “¡ah, le gustó””.
De Chile, Ennio rescata la enorme variedad de materia prima que el país posee, especialmente en cuanto a variedades de pescados y mariscos por su larga costa. “Chile tiene todo para hacer de su gastronomía una propuesta única y con identidad. Creo que aún hay trabajo por hacer para tener una cocina más enfocada en los territorios. Se ha avanzado, pero siento que queda mucho por recorrer”.
EN LA INTIMIDAD
Y cómo será Ennio en la intimidad de su casa, ¿te gusta cocinar? Rápidamente contesta que tiene un hijo que reside en Italia, y dos que viven con él en Chile. Uno de 15 y otro de 13 años, a quien cuesta hacerlo comer de todo (ríe).
“Siento que este es un espacio en donde compartes junto a los amigos o la familia, y eso es algo muy especial que se da en torno a este mundo. La pandemia ayudó mucho a entender este sentido en torno a la comida”.
Para este histriónico chef, la cocina ha sido su vida, y si bien su restorán es el lugar en donde todo se centra, Ennio está abierto a posibilidades de nuevos proyectos que puedan surgir en la televisión o en otros ámbitos. Y es que este italiano sigue habitando su propia historia, escribiendo ese relato con el que estamos seguros continuará cautivando los más exigentes paladares.