EMDR: Una psicoterapia con base en la neurociencia

  • Por Catalina Marowski

Tiempo atrás me escribieron para preguntar si yo hacía EMDR. En ese entonces desconocía esta terapia, pero cuando supe que usaba el movimiento de los ojos inmediatamente la vinculé con hipnosis y mi prejuicio me impidió seguir indagando.

Años después, una ex paciente que había cerrado su proceso de psicoterapia me solicitó una sesión de urgencia. Con planicie afectiva relata un accidente vehicular con desenlace fatal.  En una carretera, de noche, la había adelantado un motorista por la berma, este perdió el control de su moto, se estrelló con un árbol y murió. No obstante, le seguía resultando muy extraño el no poder llorar. Indudablemente había vivido un evento traumático.

Presenté a mi supervisora el caso de esta paciente, quien sugirió tratarla mediante el método EMDR. ¡Ahí estaba esa sigla otra vez! Ahora sí, con total determinación y sin prejuicios, comencé a investigar y, en unos meses, estaba iniciando mi entrenamiento para lograr certificarme.

QUÉ ES EL EMDR: Por sus siglas en inglés – desensibilización y reprocesamiento a través del movimiento ocular -, es un modelo de psicoterapia para el tratamiento de trauma (reciente) y el trastorno de estrés post traumático (TEPT) creado por la Doctora en psicología Francine Shapiro (1948 – 2019. EEUU), quien descubrió que el movimiento ocular tenía el efecto de reducir las emociones negativas asociadas a recuerdos estresantes.

¿CÓMO FUNCIONA?: Con una estructura muy definida, el EMDR se expresa en 8 fases (no lineales) y criterios que deben cumplirse para cambiar de fase. Es una suerte de guión para el terapeuta y el paciente, garantizando que sea replicable en todo el mundo. Además de la estimulación bilateral – movimiento ocular, abrazo de la mariposa, paletas que vibran alternadamente y tonos -, incluye componentes cognitivos (ideas) emocionales y corporales.

¿SIRVE? La Organización Mundial de la Salud la recomienda para trauma en niños, adolescentes y adultos. Numerosos estudios han demostrado que disminuye la perturbación de los recuerdos de experiencias estresantes o traumáticas. Tanto el príncipe Harry como la actriz Sandra Bullock han compartido en redes sociales sus experiencias con terapia EMDR.

CASOS REALES (relato autorizado por pacientes): Un profesor de treinta y tantos consulta por qué, a dos meses de un evento traumático, presenta sintomatología que está interfiriendo y deteriorando su calidad de vida (ansiedad, irritabilidad, aislamiento, mal dormir, concentración y fuerte evitación a todo lo que le recuerda el evento). Un joven alumno murió súbitamente frente a sus ojos y dando su último respiro en sus brazos. Al inicio del proceso su perturbación estaba en una escala 9 de 10, al cierre del proceso con EMDR en 1 de 10.

Una mujer, también de treinta y tantos años de edad, consulta luego de unas semanas de tener un accidente en el mar, con riesgo vital. La escala que mide sintomatología post traumática, arrojó más de 45 puntos (sobre 33 es TEP). Luego de cinco meses de terapia EMDR, en la misma escala obtuvo 12 puntos. Hace poco volvió a sumergirse unos segundos en el mar.

Una frase famosa de Jung es “si se repite, es para ti”. En la repetición yo tomé como profesional algo que estaba ahí para mí y agradezco, junto a mis pacientes, la existencia de este modelo. Ojalá esta columna sea de utilidad para que más personas conozcan el EMDR y puedan acceder a esta terapia. Puede ser la llave para que una persona de verdad cambie su vida.

*En 1989 se publicaron los resultados del primer estudio controlado del tratamiento con terapia EMDR para TEPT.

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Por Catalina Marowski Aguayo Psicóloga clínica Psicoterapeuta de adultos Certificada en EMDR y Coaching (PUC)

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