ENTRE DOS RÍOS, VIÑA MARQUIS

El escenario de la “IV Conferencia Mundial sobre Turismo Enológico” realizada entre el 4 y 6 de diciembre pasado en Colchagua,  fue la ocasión para visitar Viña Maquis, ubicada  a solo diez minutos de la plaza de Armas de Santa Cruz. Inserta entre los ríos Chimbarongo y Tinguiririca y poseedora de un singular terroir, es el único viñedo de nuestro país que produce vino con energía geotérmica.

Fue su enólogo Rodrigo Romero, quien nos relató la fascinante historia de este viñedo que comienza hace 300 años con la producción de vinos desde el siglo XVIII, periodo en que pertenecía a la congregación Jesuita.

Hasta el día de hoy el proceso de vinificación en Viña Maquis sigue siendo muy artesanal con la intención de mostrar todo su potencial reflejando vinos de gran intensidad aromática y frescura. “Nuestra filosofía es hacer los vinos en el viñedo, en la bodega solamente expresamos lo que obtuvimos de las parras. Nuestro objetivo es hacer un vino lo más natural posible y eso es producto del tipo de suelo que hay en estas tierras”, explica  Romero.

Luego de conocer parte de la historia de este viñedo, iniciamos una caminata en medio de lavandas, mentas, quillay, espinos y salvia, hasta pasar por un puente que nos condujo hasta el río Tinguiririca, una mezcla perfecta entre paisaje, vegetación y naturaleza.  Dentro de toda la belleza de su entorno, una de las zonas que más sorprende es su estanque rodeado de flores de loto de intenso color amarillo, con las parras como escenario de fondo, simplemente hermoso.

Tras este pequeño, pero fascinante trekking por el terroir, nos  fuimos a vivir una nueva experiencia, esta vez para degustar una cata vertical de su vino ícono, Cabernet Franc, cosechas  2008, 2010 y 2014, que ha sido premiado durante seis años consecutivos como el mejor Cabernet Franc de Chile.

El destacado periodista, especializado en vinos, Patricio Rojas describió en la guía Descorchados 2018 a Maquis Franco con las siguientes palabras:

“Presenta un color rojo cereza oscuro. En nariz es un vino de alta complejidad e intensidad. Destacan los frutos rojos crujientes como moras y arándanos con algunas notas a lavanda y un leve toque a regaliz. En boca, el vino es muy estructurado con excelente volumen, taninos elegantes y final fresco, y persistente. La mejor expresión del Cabernet Franc en el Valle de Colchagua; tiene todos los atributos de la cepa: buenos taninos, firmes y tensos, los aromas a tabaco y hierbas, y esa acidez amable, envolvente”.

CENA DE CLAUSURA

Cielos prístinos de celeste  intenso, nos acompañaron ese día  y tras una calurosa, pero inolvidable tarde en los viñedos de Viña Maquis, nos preparamos para estar presente en el evento de clausura de esta importante cumbre internacional, realizada en Viña Neyen, en el sector de Apalta a una media hora de Santa Cruz.

Rodeados de hermosos y exuberantes jacarandas, que visten de violeta todo el entorno donde se realizó la actividad. Aquí se encuentra la bodega  más antigua de este sector que data de 1890.

Luego de un exquisito cóctel y la degustación de vinos de la zona, como Viña Montes, Laura Hartwig, Montgras y Veramonte, Maquis, Lapostele y Don Clemente, entre otras etiquetas, disfrutamos de una muestra ecuestre realizada por “Palmas de Peñaflor”, que se lució con su espectáculo. Como  broche de oro, la presentación de un caballo apache que realizó increíbles maniobras junto a su guía.

Con las palabras de la subsecretaria de Turismo Mónica Zalaquett, de la directora nacional de Sernatur, Andrea Wolleter y de José Miguel Viu, presidente de Enoturismo Chile, se dio cierre a tres intensos y productivos días de aprendizaje, donde miembros de los valles vitivinícolas  de todo Chile, asociaciones, tour operadores y prensa especializada junto a representantes de todo el mundo se dieron cita en el Valle de Colchagua en un encuentro inolvidable.

   

Texto y fotos: Paula Chávez Garrido desde Santa Cruz @paulachavezg_

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