Uno de los deportes más rudos pero a la vez más hermosos del mundo es el Rugby. Al mencionarlo, se nos viene de inmediato a la mente el nombre de los All Blacks. El equipo representativo de Nueva Zelanda es en la actualidad su máximo exponente y Campeón Mundial vigente, y el 30 de septiembre viene a Sudamérica – más específicamente a Argentina – para disputar frente a Los Pumas la cuarta fecha de la copa Investec Rugby Championship, torneo en el que además participan Australia y Sudáfrica, dos tremendas potencias del rugby mundial.
El pasado mes de Julio (representando a Costa Magazine) tuve el privilegio de ver al legendario equipo maorí en su propia casa, el Eden Park de Auckland, enfrentando el tercer partido de la Lions Series frente a los British and Irish Lions gracias a la invitación de All Blacks Tours. Los Lions son el equipo de exhibición que reúne a los mejores jugadores de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda y que juegan dicha serie desde el año 1888 enfrentándose a los All Blacks cada doce años.
El viaje organizado por los campeones mundiales inició el 6 de Julio con un vuelo de 13 horas a Auckland para llegar a hospedar al Hilton Hotel Auckland, uno de los hoteles íconos de la ciudad ocupado por la agencia de turismo de los All Blacks para sus pasajeros venidos de otras latitudes. Al arribo pudimos disfrutar de la hermosa ciudad y sus sabores antes de regresar al hotel y recibir de parte de Courtney –el encargado de nuestro viaje- nuestro “Fan Pack” que incluía una mochila, agenda, lápiz, poncho para la lluvia y manta de la potencia del rugby. Las entradas para el partido del día siguiente estaban agotadas, pero gracias a nuestras credenciales personalizadas fuimos parte de los 400 afortunados fanáticos (tanto de los All Blacks como de los Lions) que pudieron asistir a la fiesta oficial de esa noche.
La fiesta se llevó a cabo en el Hotel Langham, otro de los hoteles icónicos de Auckland y tuvo como anfitrión a Grant Nisbett, la voz del Rugby de Sky TV, y como invitados “sorpresa” a Grant Fox, miembro del Hall de la Fama del Rugby neozelandés y un referente por haber sido parte del equipo que obtuvo el primer campeonato mundial para su país en 1987 y haber impuesto su estilo innovador para patear el balón estando inclinado hacia adelante. El segundo invitado fue Sean Fitzpatrick, otro miembro del legendario equipo y considerado hasta nuestros días uno de los mejores “hookers” de la historia; dos leyendas vivientes de los All Blacks de todos los tiempos.
Por el lado de los Lions se presentó Gavin Hastings, un “fullback” escocés de 1,88 metros que fuera Capitán de su selección nacional con participación en tres copas del mundo y, por supuesto, fue parte de los Lions en dos de sus giras. Tuve el privilegio de cruzar unas palabras con Fitzpatrick y Hastings, de ver sus caras de sorpresa al saber que venía desde Chile a ver el juego y de tomarme las respectivas selfies con ellos.
CIUDAD ROJA
El día del juego, salimos temprano a recorrer una ciudad teñida de rojo por la masiva presencia de los fanáticos de los Lions que superaron los 40.000 visitantes a Nueva Zelanda solo para ser testigos de este partido; ya sea luciendo la camiseta de los Lions o los más diversos trajes alusivos a su equipo. Los británicos contagiaban su alegría por todas las calles, en especial en la Fan Zone habilitada en el Princess Wharf vecino al hotel. Allí ingresamos a un domo donde se exhibía la Copa Mundial de Rugby ganada en el mundial del 2015 jugado en esas tierras y la copa Lions Cup que se disputaba esa noche. El ambiente era espectacular y la convivencia entre ambas fanaticadas era perfecta y armónica.
A las 17:30 horas nos reunimos en el lobby del hotel para abordar el bus privado que nos llevaría al Eden Park junto a los otros fanáticos alojados allí; tras un trayecto levemente más largo de lo normal por los cortes de tránsito llegamos al estadio a ubicarnos en nuestros asientos numerados bajo marquesina y a disfrutar de unas cervezas en la previa al partido, algo imposible de hacer en nuestro país. El panorama era dominado por el rojo de los Lions en un 60% de un estadio repleto. Tras el ingreso de los equipos y la interpretación de Nick Afoa de “Aotearoa / God Defend New Zealand”, el himno nacional de Nueva Zelanda, vino el tan esperado Haka “Kapa O Pango” liderado por TJ Perenara junto a Kieran Read su capitán, un momento memorable para cualquier fanático del rugby.
DEPORTE DE CABALLEROS
El partido se dio con un primer tiempo relativamente cómodo para los All Blacks que se fueron en ventaja de 12-6 con tries de Ngani Laumape y Jordie Barrett. La segunda mitad marcó un alza en el juego de los Lions resultando en un empate 15 a 15 dejando la serie igualada con un triunfo para cada escuadra. Algo que nos sorprendió muchísimo fue la ceremonia de premiación con ambos equipos en el podio y ambos capitanes – Kieran Read por los All Blacks y Sam Warburton por los Lions- recibiendo la copa juntos, una muestra de lo mucho que debemos aprender de este deporte.
La próxima Lions Series entre Nueva Zelanda y los Lions será en el 2029 y la copa se compartirá entre ambos equipos hasta que se dispute nuevamente quien se queda con ella. Con las pulsaciones a mil regresamos al hotel de la misma manera organizada a la perfección por la gente de All Blacks Tours a la que sería la segunda y última noche de nuestro viaje express al otro lado del mundo a disfrutar del mejor Rugby del mundo, deporte que podremos disfrutar en Buenos Aires dentro de poco al deleitarnos con la potencia mundial maorí, los legendarios All Blacks.
Texto: Guillermo Toloza / Fotos: All Blacks Tours