Un proceso de exploración constante, que transita entre la estructura y el caos, a veces entre la luz y la oscuridad, marcan la ruta de Claudia Aedo, artista visual para quien no existe una manera única de crear. Es más bien el trabajo en serie lo que le entrega el tiempo para culminar cada obra.
IG @claudiaaedo
La música es para la arista visual Claudia Aedo un importante motor dentro del comienzo de su proceso creativo. Es ese espacio desde donde logra conectar desde la abstracción lo que luego se ve plasmado en sus obras. Un inicio impulsivo da paso a la estructura, al orden y a esa interpretación que cada cuadro invita a realizar.
Ser parte de una familia multifacética de artistas y comerciantes la llevó a desarrollar tempranamente el interés por el dibujo y la pintura, incluso por las matemáticas. Debido a esto último decidió estudiar Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Chile, y pese a enfocarse en su carrera, su pasión por la pintura continuó muy presente.
REINICIO
Durante el 2021, y en medio de la pandemia, Claudia pintó la obra abstracta del mismo nombre, lo cual se convirtió en el inicio de una nueva etapa en su trayectoria como artista. Ese mismo año, abrió su taller privado para dedicarse a tiempo completo a la pintura.
“Mi arte se ha desarrollado explorando nuevas formas y estilos. Me gusta trabajar en varias series de manera paralela, en las que van apareciendo elementos comunes. Utilizo variedad de instrumentos con los cuales pinto, estampo, chorreo o marco la tela”, explica la artista para describir cómo visualiza su proceso creativo.
De esta manera, óleos, acrílicos o tintas, telas de lino o algodón, se entremezclan en una verdadera danza que se mueve entre el suelo y el muro, permitiendo a la artista distintas perspectivas para analizar el avance de sus pinturas. La mancha y pinceladas gestuales, así como las líneas y elementos de menor tamaño, aparecen en sus cuadros, creando mundos alternativos que atraen y sumergen al espectador en un sinfín de posibilidades.
ESPONTANEIDAD
Trabajar en varias colecciones en forma simultánea, explorando diferentes temáticas, es uno de los sellos que caracterizan el ir y venir creativo de Claudia Aedo. Actualmente está avocada a la serie “Mariposas”, “Orfebre” y “Puentes y Origen”.
“La serie Mariposas explora el mundo con su orden, desorden y sus contrastes. Es una serie con mucha información visual y muy entretenida de observar. La serie Orfebre es más sencilla, con pocos elementos. Inicialmente comenzó como una abstracción de la orfebrería. En ella veo piezas del artesano, del desarrollo del trabajo manual y lo que puede hacer con él. Aparecen cintas negras o círculos que se mueven sinuosos”, explica.
En cuanto a la serie Puentes, esta es un reflejo de años trabajando en una fábrica de maderas y casas, “donde tengo recuerdos maravillosos. Hay una conexión con la mecánica y con los materiales terrenales, los que siempre me atrajo mucho”.
Si se tuviera que asociar la pintura de esta artista con un concepto, este sería el de la espontaneidad. “Siento que mis obras conectan directamente con mis emociones y con mi subconsciente. Es la relación que se da con el lienzo en el momento exacto en que pinto”.
Comenzar con la menor cantidad de ideas posibles en la cabeza, similar al lienzo en blanco, es una de las premisas de la artista. Tras un primer acercamiento con algunas capas de pintura, donde aparecen manchas y líneas, es cuando comienza el proceso de identificar conceptos. “Es la visión sobre el lienzo lo que me entrega nueva información y puedo continuar e itinerar hasta sentir que está completo”.
Su mirada futura está en explorar el arte digital y estudiar cómo el color puede integrarse a sus pinturas. “La mayoría de mis obras son monocromáticas, pero poco a poco los colores han ido apareciendo en ellas. Creo que será interesante ver cómo evolucionan en ese sentido”.
La abstracción permite que el trabajo de esta artista visual se abra a los mundos internos de quienes las ven. “Cada uno ve una parte de mí y la otra es reflejo de ellos mismos. Más que un mensaje, lo que me importa es que exista conexión con la obra y que se dé ese espacio de intercambio con el espectador”.
Abrir un espacio para la libertad creativa ha permitido a Claudia Aedo evolucionar con su arte a una velocidad insospechada. “Siempre estoy ansiosa por ver hacia dónde se dirige”. Solo el tiempo nos entregará la repuesta que forme parte de ese nuevo capítulo con el cual la artista siga construyendo la historia de su pasión.