En la “cancha se ven los gallos”, dice una frase muy típica, y ese pareciera ser el espíritu que anima a la diseñadora española Purificación García Ribera, quien en una breve visita a nuestro país para presentar la colección de carteras Origami conversó en exclusiva con Costa Magazine. Sencilla y relajada, claramente se siente más cómoda entre sus diseños y telas que frente a los flashes.
Mujer enérgica y autodidacta, está ligada al mundo textil desde muy joven mientras vivía con su familia en Uruguay, época en que comenzó a trabajar en una empresa de tejidos de punto, donde en el breve periodo de un año hizo carrera para convertirse en diseñadora. Purificación o “Puchi”, como le dicen sus cercanos, reconoce que el camino no ha sido fácil. “Desde que empecé ha sido bastante duro porque te caes y tienes que volver a levantarte, aportar sabiduría y ver más allá de lo que ve todo tu equipo. Eso produce un estrés tremendo. Debes anticiparte y saber qué productos puedes tener en un mes”.
El exigente y competitivo mundo de la moda, además de las dificultades propias de tener una empresa, parecieran no complicarla. Porque si hay algo que caracteriza a Purificación García es enfrentar las dificultades con creatividad y determinación. Sin ir más lejos, en vez de lamentarse por el robo del camión con parte de la colección antes de un desfile de modas, puso manos a la obra y pasó la noche junto a su equipo trabajando para tener todo listo. Y lo logró.
En ese sentido, recuerda entre risas, “aquella vez, sin zapatos para las modelos, decidí pintar los pies de dorado a las chicas y añadirles algunas hojas secas como si fuera otoño. También decoramos toda la pasarela”. Por supuesto, reconoce que sin su equipo no sería nada. “He tenido mucha suerte al estar rodeada de un grupo humano y profesional fantástico y, no es por nada, pero he sabido ser líder y motivarlos en todo momento”.
Simples y atrevidos
Su primera colección la presentó en 1983. Inquieta y en constante movimiento para encontrar nuevas ideas, Purificación busca inspiración en diferentes elementos. Define su estilo como muy liberal y moderno, porque se puede “usar de día o de noche. La ropa es muy combinable entre sí, lo que es muy importante porque una chaqueta te la puedes poner con falda, pantalón o short, la misma prenda puede ser de día o de noche. Yo hago colecciones de 24 horas, es decir, con el mismo vestido de la oficina te puedes ir a un museo, una exposición de fotografía o un evento”, explica la diseñadora.
De líneas simples pero atrevidas, sus colecciones tienen detalles que las hacen diferentes y fue así desde sus inicios. A fines de los setenta pintaba a mano bolsos, entre otras prendas, y los vendía en las playas de Palmas de Mallorca. “Comencé haciendo cosas personificadas como sombreros con mi nombre y papeles de colores, todo muy artesanal”. De eso ya ha pasado bastante tiempo.
Ya no hay nada de artesanal en sus prendas, aunque aún conservan su sello. Hoy sus colecciones de carteras y bolsos, así como la de ropa femenina y masculina son reconocidas y vendidas en más de 20 países del mundo tales como Austria, Grecia, Italia, México, Japón y Chile, por mencionar solo algunos. Cuenta que para lograr todo esto fue “paso a paso. Nunca me he conformado con lo que tenía, siempre he sido muy aventurera y curiosa, cualidad que me ha llevado a dar un paso más. Soy muy inconformista”.
Toque oriental
Fue en 1990 que sus creaciones se presentaron en Japón por primera vez. Desde esa época surgió una colaboración constante con ese país, llegando incluso a asociarse con inversores orientales durante un tiempo. La cultura y las influencias dejaron una huella en ella, lo que se nota en creaciones como la colección de carteras de gran tamaño y atractivos colores, además de un particular diseño que vino a presentar.
“Siempre me ha gustado el arte japonés – señala Purificación-. De hecho he trabajado mucho con diferentes conceptos del origami, pero con flores y papeles. Pensé, ¿por qué no llevarlo a la piel (cuero)? No se había trabajado en ese material. Es algo nuevo y yo creo que uno no se puede estancar, hay que aportar cosas nuevas a la colección”.
En sus tiendas ofrece ropa y accesorios como pañuelos, carteras, bolsos y colgantes. Pero aunque facilita todo para que hombres y mujeres encuentren en ese espacio el vestuario completo, es enfática al decir que no le gusta que la mujer vista entera de Purificación García: “Se trata de dar a la mujer lo que necesita y que proyecte que se siente segura. Por ejemplo, me parece genial que la chaqueta sea PG y el pantalón sea vintage, que tenga otra prenda del año pasado u otra marca. Lo importante es que se vea al espejo y diga sí, me gusta”.