Eyal Meyer. Libre y versátil

Definiría mi vida actoral como algo versátil, libre y que siempre está cruzada por la pasión y la necesidad de hacer”, esboza el actor de 36 años que hoy aprovecha el tiempo con sus hijos y se sigue especializando en el arte marcial que practica, pero además continúa maravillado con su experiencia en radio mientras aguarda la llegada de una propuesta actoral que lo saque de las fronteras nacionales.

Por Angie Gatica

Producción fotográfica: Guille Vargas Pohl

Vestuario: Lee

@eyalmeyer

@maunakalari

Por estos días – y durante los últimos cinco años – Eyal es la voz de La Revista, programa transmitido por radio FM2. El actor que llegó casi por casualidad a la locución, hoy se encuentra en una etapa de reflexión y aprovecha los buenos momentos con sus más cercanos.

Pero hay algo que no deja de lado, pues cada día fomenta y enseña Kalaripayattu, un arte marcial que ha tomado como filosofía y que replica en todas sus actividades laborales y cotidianas.

Esta actitud y estilo de ver la vida, hoy lo lleva a ser más selectivo al momento de elegir sus proyectos, por lo mismo, espera que el 2023 se estrene “El puño del cóndor”, film que trabajó junto a Marko Zaror y Ernesto Díaz, y en el cual tuvo la oportunidad de mezclar sus grandes pasiones.

Tu vida actoral ha tenido de todo un poco, ¿cómo la definirías?

La definiría como algo versátil, libre y que siempre está cruzada por la pasión y la necesidad de hacer. La actuación como disciplina, oficio y profesión la escogí porque en algún momento me di cuenta de que no podía hacer otra cosa.


Ante eso, siempre me ha interesado la versatilidad como actor, la creatividad y cómo nosotros, al ser instrumentos de creación, podemos llegar a materializar ideas, deseos, sueños, reflexiones a través de a través de nuestro cuerpo, en su más amplio sentido, en los diferentes proyectos de los que trabajamos.


¿En qué proyecto trabajas actualmente?

Me gustan los desafíos grandes, difíciles, que me pongan a prueba y por lo mismo estoy en esa etapa donde veo proyectos que me pongan en ese lugar. Tuve la oportunidad hace poco de hacer la nueva película de Marko Zaror y Ernesto Díaz, “El puño del cóndor”, donde se entremezcla la actuación con el Kalarippayatu y pude participar de las coreografías, proponiendo los movimientos de la disciplina que practico. Se estrenaría el próximo año, ya que está en proceso de postproducción. Viene también algo en televisión, que no puedo adelantar mucho por el momento, y estrenos de algunas producciones el próximo año.

¿Qué anhelas hacer en el mundo de la actuación?

Me encantaría poder tomar más cursos o talleres, me es muy difícil por tiempo, me encanta seguir aprendiendo y practicando porque la actuación es un ejercicio, algo que se entrena y desarrolla durante toda la vida. En teatro estoy en un momento de pausa, pero abierto a algún proyecto que me resuene, siempre me ha movido hacer teatro por necesidad.


Me llama mucho el participar en alguna película o serie en inglés, tengo formación en este idioma y manejo diferentes acentos, además de otros idiomas, lo que me ha servido en diversos proyectos con presencia en el extranjero en los que he participado.

AVENTURA INESPERADA


¿Y cómo se presentó la posibilidad de hacer radio?

Cuando se gesta la oportunidad de trabajar en FM2, yo estaba en ese tiempo en la teleserie La Colombiana de TVN y fui llamado a hacer un casting para esta nueva voz que tenía que entrar en la radio. Necesitaban una voz masculina. Pasé por todo el proceso donde había diez colegas más y fui pasando las etapas hasta finalmente quedar en el programa.


Llevo casi cinco años en la radio y ha sido un proceso muy enriquecedor, he aprendido muchísimo. Creo que me ha ayudado a acercarme aún más al trabajo con las palabras, con las ideas, con la comunicación; pero no solo desde el plano de las ideas, sino de aquello que genera la radio que es la compañía, la cercanía, el poder estar, compartir y conectar con las personas.


FILOSOFÍA DE VIDA

Lo que partió como una búsqueda de herramientas para el entrenamiento actoral y los desafíos creativos, se transformó en un estilo de vida y un modo de ver la vida adoptado por Eyal Meyer, una manera de comprender la realidad con una profundidad realmente interminable, develándose sutilmente a través de cada experiencia.

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