El color, los animales y un relato que conecta con emociones y experiencias de vida de la artista, es el prisma que viste de identidad a las obras de Fernanda Saldivia. Un recorrido por el grabado, la pintura y la escultura son parte de una trayectoria marcada por la innovación, la exploración y una aventura creativa.
- Por Marcela Cademartori
- Imágenes cedidas por la artista
- IG @fernandasaldivia.art
Sus obras nos llevan a un descubrimiento de colores, personajes, figuras y narraciones. Es el sello bajo el cual enmarcamos el estilo de la artista Fernanda Saldivia, quien ha sabido explorar, indagar y explorar diferentes técnicas. Si hay algo que la identifica es el movimiento creativo constante que la hace fluir por diferentes ámbitos, pero siempre volcada a expresar lo que son sus propias vivencias.
Algunos años viviendo en Barcelona y el haber realizado cursos de figura humana, la impulsaron a montar su primera exposición. “Yo estudié diseño gráfico, pero desde muy chica el arte era algo que me resultaba fácil de hacer. Estando en Barcelona, me atreví a realizar mi propia exposición. Fue algo muy diferente a lo que hoy realizo. Tenía mucho de hiperrealismo”.
Este sería solo un punto de partida en la trayectoria de Fernanda, desde donde comenzó a desarrollar un lenguaje visual más propio, simplificando figuras y utilizando colores vivos, con influencias del surrealismo y el realismo mágico, siempre manteniendo una conexión con los animales.
“Este proceso me permitió establecer un sello distintivo en mi obra y abrir las puertas al mundo del arte y de las exposiciones en galerías”.
EL DESAFÍO DEL GRABADO
Uno de los primeros desafíos artísticos de Fernanda fue el grabado. Luego de estudiar y de investigar logró dar con una técnica que era el grabado verde, marcando una diferencia frente a otros artistas que realizaban la tradicional técnica del grabado, por ejemplo, incorporando papel mural como collage.
“Cuando salió el grabado digital me negué a usarlo. Finalmente lo hice, pero agregando siempre un toque diferente. Combiné técnicas digitales con trabajo manual, utilizando elementos como tinta dorada y plateada, o papel de oro, para distinguir mis obras”.
El siguiente paso para la artista a fue la pintura. Mezclar óleo con acrílico fue su desafío. “Son técnicas que en teoría no se pueden combinar; sin embargo, pude hacerlo logrando nuevamente imprimir mi sello personal”.
La escultura no podía estar ausente en la trayectoria de Fernanda. Cerámica gres y porcelana se sumaban a su trabajo, completando una experiencia que, para quienes disfrutan de sus obras, resulta alucinante. “Es increíble revisar las similitudes que existen entre el grabado y la cerámica. En ambas técnicas está presente el factor sorpresa y la falta de control total sobre el resultado final”, explica la artista.
ANIMALES, MAR Y EMOCIONES
Casi como si se tratara de un proceso introspectivo, Fernanda se refiere a su trabajo creativo en la pintura inspirado en animales, especialmente felinos, a través de los cuales relata personalidades y emociones humanas.
“Mis pinturas están llenas de detalles y cuentan historias, utilizando personajes recurrentes como pavos reales y panteras en diferentes escenarios”.
Las emociones y experiencias transforman a las personas, tal cual sucede con objetos en el fondo marino que cambian con el tiempo. «Esto es parte de lo que está presente en mi última colección de esculturas «Fauna Coral», la cual representa mi proceso de transformación personal y la eliminación de corazas emocionales”.
Acá cobra protagonismo una colección de animales invadidos por un fondo marino, que incluye conejos, caballos de mar, corales y peces.
“En la última versión de ART WEEK pude montarlas generando un contexto y un relato. Para ello utilicé una base de madera blanca con conchas y otros elementos marinos para crear un ambiente de arrecife”.
Su mirada a futuro apunta a expandir esta colección incorporando más animales. «Quiero profundizar más en mi trabajo sobre el fondo marino y el inconsciente, y explorar nuevas técnicas como el papel porcelana”.
Vivencias personales son el motor de inspiración para una artista cuyo impulso creativo navega por caminos de innovación y descubrimiento.