Francisca Ayala. 100% POWER

La mítica Rapa Nui ha sido el lugar que encontró Francisca Ayala  y su marido Hotuiti Teao  para levantar un loable  proyecto familiar. Un hotel boutique, un colegio y una fundación son el resultado de años de trabajo, convicción y compromiso de esta tremenda mujer que dejó el continente para aferrarse a una isla en medio del Océano Pacífico y formar allí su propia tribu.

Instalados en el continente desde hace ya varios meses debido a la pandemia, Francisca Ayala (nutricionista) y su marido Hotuiti Teao (ingeniero comercial) aún no pueden regresar a la Isla. Pero ello no es impedimento para que ambos estén en varios proyectos trabajando como ese gran equipo en el que se han convertido junto a sus dos hijos.

Veamos cómo ha sido la vida la de la Fran en este último tiempo. Comienza a recordar y una de los datos que salta en esta entretenida conversación que sostuvo con Costa Magazine son los 15 años que ya lleva con Hotuiti. Ambos eran modelos y se conocieron en la televisión. “¡Uy, cómo ha pasado el tiempo!”, reflexiona.

En octubre del 2017 la pareja inauguró un hotel boutique al que bautizaron con el nombre Hare Nua que significa “La Casa de la Abuela”.  ¿Por qué Fran? Esta era una casa ancestral en la que vivió la abuelita de Hotu y en la cual crió a sus 8 hijos. La remodelamos completamente. Nos demoramos cerca de un año en terminar el hotel, ya que todo en la isla es más complejo. Lo hicimos en un tiempo récord y así fue como comenzamos a recibir a los primeros visitantes.

“El hotel está dentro de los 10 mejores a nivel mundial según Trip Advisor. Acá el foco está puesto en la experiencia y ahí es donde radica el concepto de nuestro lujo”.

La pandemia los obligó a cerrar y  a suspender los trabajos de ampliación. Sin embargo, Francisca y Hotuiti estaban conscientes que no podían dejar sin empleo a su gente. Buscaron alternativas y se las ingeniaron para levantar una tienda gourmet y una tienda de ropa; por mientras esperan con ansias que se abran nuevamente las fronteras en la isla y el hotel se vuelva a vestir de toda esa esencia que lo ha caracterizado desde sus inicios y que, dicho sea de paso, es la misma calidez que proyecta la Fran y Hotu.

EMPRENDER EN LIBERTAD

Una personalidad inquieta y desafiante es la que ha llevado a la Fran a impulsar otros emprendimientos en la isla. Fue así como inauguró una escuela Montessori, con el fin de ofrecer una nueva forma de abordar la educación.

“Mi hijo mayor era deportista de alto rendimiento, debido a lo cual no estudió en un sistema tradicional. Literalmente pusimos un container al lado de la cancha de tenis donde entrenaba para que pudiera estudiar. Cuando llegué a la isla y  al ver  que no existían otras opciones más que las tradicionales, me llevó a impulsar la idea de  inaugurar un colegio que brindara nuevos horizontes en cuanto a la educación”.

Así la Fran nos relata que este colegio, al que Maña Nga Poki- o “La fuerza de los niños” en español-,  tiene como enfoque rescatar las tradiciones ancestrales de la cultura Rapa Nui. Acá los protagonistas son los “coros”, adultos mayores encargados de traspasar el conocimiento de lengua, cultura, baile y alimentación a los alumnos.

“Fue un gran desafío que los padres confiaran en este proyecto. Me llevé a una profesora con 30 años de experiencia en educación Montessori y así poco a poco  hemos ido creciendo”.

Del colegio se derivó en la creación de una Fundación que permitiera solventar económicamente a este proyecto. “Tenemos a varios de nuestros alumnos becados y se ha ido entendiendo el nuevo concepto de educación. Estamos muy contentos con los logros alcanzados en esta área”.

EL PASO HACIA UN NUEVO DESAFÍO

Del modelaje a la política. Pareciera ser un tránsito brusco; sin embargo, ha sido un proceso que la pareja ha enfrentado con un claro conocimiento de lo que significa entrar a este mundo.

“El Hotu va como candidato a diputado independiente por Evópoli por el distrito 7. Sabemos que la política es ruda. Por eso fue una decisión que conversamos en familia.  Es solo desde acá que se pueden generar los cambios, legislando bajo la mirada de decisiones que permitan avanzar, y dejando de lado los egos y los individualismos”.

Si  Hotuiti llegara a ser elegido, se convertiría en el primer representante de una etnia en llegar al Congreso. Pero más allá de los que significaría este hito, la Fran aclara que lo que buscan es hacer una política desde el compromiso y los valores. “Gracias a la televisión pudimos tener contacto con varias fundaciones. Fuimos voluntarios del Sename y, por ende, hemos conocido la realidad de los niños en terreno. Desde ahí nace nuestro interés por ayudarlos y creemos que la verdadera ayuda nace desde la legislación”.

“No fue una decisión fácil, ya que sabemos lo que las personas piensan de la política. Pero también creemos que el cambio es factible cuando se hace con convicción y desde los valores”.

Admira la valentía de la Fran. Dejó de lado toda su vida en el continente para partir  rumbo a una isla, que si  bien es maravillosa, posee formas de vida muy diferentes a las que estaba acostumbrada. Decidió armar su propia tribu y desde ahí luchar por los sueños y objetivos que como familia se han trazado.

¿Y cómo ha sido esta experiencia Fran? “Creo que las mujeres tenemos esta tremenda cualidad de hacer varias cosas a la vez y de convertirnos en pilar de la familia. Soy una fan de la mujer chilena. Admiro su creatividad y sensibilidad”.

¿Y cómo has logrado consolidar tu propio proyecto de vida? La clave ha estado en pensar no en lo que pudo haber sido, sino en lo que fue. Todo lo que pasó fue por algo, fue un aprendizaje y  el foco es seguir avanzando.

Ya es minuto de dejar a la Fran, pues debe viajar a Viña del Mar. Nos encanta ese power con la que relata sus proyectos y emprendimientos. Admiramos el gran amor que siente por su marido y sus hijos, y nos inspira su gran capacidad de ser simplemente mujer.

@franciscaayalaf

@hotuititeao

www.harenua.cl

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