“Fluyo mucho mejor en la adversidad”, reconoce la sirena de hielo. A sus 34 años, Bárbara Hernández demuestra una y otra que los imposibles no existen. De su motivación, anhelos y próximos desafíos, hablamos con la campeona mundial de nado en aguas gélidas.
Entrevista de Marcela Cademartori – (confirmar créditos fotografía).
Gélidas aguas que bordean los cero grados de temperatura no impiden que Bárbara Hernández acepte un nuevo y extremo desafío. Sin traje de neopreno, sólo provista de fortaleza mental y física, la sirena de hielo demuestra una y otra vez que “los imposibles no existen”.
A sus 34 años, la campeona mundial de nado en aguas gélidas y acreedora de múltiples récords, logró en septiembre pasado su última gran proeza al cruzar 47 kilómetros alrededor de la isla de Manhattan, en 7 horas y 59 minutos, pese a que el día anterior una tormenta afectó la condición del agua.
“Tuve que nadar en medio de olas muy grandes, lo que complejizó mi desempeño en la competencia. Finalmente, pude llegar y obtuve una medalla de reconocimiento”, comenta a Costa Magazine la nadadora extrema, psicóloga y magíster de la Universidad de Chile.
Por cuatro años, Bárbara ha liderado el ranking del Winter Swimming Association. Dentro de sus travesías en aguas abiertas destacan entre otras hazañas el cruce del Canal Beagle, el Canal de la Mancha y el Canal de Catalina, en el extremo sur de Chile, en Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente.
De obtener los permisos requeridos, Bárbara nadaría a principios de 2021 en el temible Estrecho de Magallanes, un lugar único por las fuertes corrientes que lo atraviesan, provenientes de los océanos Atlántico y Pacífico. “El riesgo y los miedos siempre están presentes en este camino – admite -. Pero los mismos, son el motor que me impulsan a seguir”.
Estímulo constante que se intensifica al descubrir que no existen referentes en esta ruta de una milla en la Antártica. “Sería la primera vez que una nadadora nacional cruza el estrecho, dificultando aún más la travesía. Pese a ello, me resulta fascinante”, reconoce Bárbara Hernández.
CONTRA VIENTO Y MAREA
Por razones de pandemia, y al igual que la mayoría de los deportistas de alto rendimiento, la campeona mundial de aguas gélidas vio interrumpida su habitual rutina de entrenamiento. Asombra su facilidad para adaptarse a la adversidad.
“Obviamente ha habido circuitos, mayormente europeos, que no puedo cubrir”, nos explica Bárbara Hernández. Pero gracias a este impedimento, ha tenido la oportunidad de descubrir indescriptibles rincones de Chile. “Y es que nuestro país posee una geografía única, idónea para esta disciplina”, señala.
Ejemplo de ello, es la Patagonia y la Laguna del Inca en Los Andes. “Quizás sea el momento de visibilizar que existen puntos que se podrían convertir en referentes para organizar competencias a futuro”, sugiere la primera chilena en completar la Triple Corona de la maratón de nados en aguas abiertas.
ESPÍRITU LIBRE
Preguntamos a Bárbara qué la impulsó a especializarse en esta disciplina. Es algo que desde muy pequeña llamó mi atención – explica -. “Fluyo mucho mejor en la adversidad. Creo que este fue uno de los motivos por los que me siento más cómoda nadando en aguas abiertas y de bajas temperaturas. En aguas cálidas me canso rápido y mi rendimiento no es bueno”.
Esto no quiere decir que zambullirse en aguas frías, que fluctúan entre los cero y doce grados, sean el escenario perfecto para esta deportista chilena que practica esta disciplina desde el año 2014 cuando fue invitada a la Patagonia Argentina a nadar en el glaciar Perito Moreno.
“Cada vez que te metes al agua, te zambulles en un nuevo desafío. Por supuesto que existen temores, considerando múltiples variables que son parte de la naturaleza y que no puedes controlar. Ceo que este es un punto que uno debe tener muy claro y que debes respetar”, recomienda la sirena de hielo.
Pese a lo anterior, Bárbara Milenka admite que “el agua es como mi casa. Allí fluyen todas mis emociones y encuentro el espacio para estar más conectada conmigo. Cuando estoy nadando, entiendo a la persona que soy. Es una sensación difícil de describir la que se siente, pero la disfruto al máximo”.
Más allá de una historia, lo que Bárbara ha ido construyendo es un relato que habla de constancia, perseverancia, valentía y coraje. Valores que hoy la convierten en una referente del deporte nacional, y por qué no, en una posible embajadora de los salvajes y cautivadores paisajes del Chile austral.
@barbarehila_h