A sus 49 años, Andrés Parodi, uno de los más grandes exponentes de la guitarra flamenca en Chile, rememora décadas de viajes que lo llevaron a aprender de los mejores en la cuna andaluz de la música gitana. Viajes que además lo transportarían a destinos tan distantes como Inglaterra, China y Emiratos Árabes en medio de una copada agenda de presentaciones. Hoy, desde el Cerro Concepción en Valparaíso, el fundador y director artístico de la academia que lleva su nombre extiende la invitación a conocer las verdaderas raíces del flamenco.
Texto de Cristian Muñoz
Imágenes cedidas por Andrés Parodi
La capital cultural de Chile esconde en sus rincones intrincados, angostos pasajes y empinadas escaleras todo un mundo de arte y talentos que día a día son desarrollados por niños, jóvenes y adultos. No es la excepción en el pasaje Gálvez número 70, allí, en pleno Cerro Concepción de Valparaíso, donde a pocos metros se oye el atrapante rasquetear de la guitarra flamenca mientras las bailaoras taconean el tablao. De fondo el cante atrapante que advierte la llegada al “Centro Cultural y Social de Artes Integradas, Flamenco Andrés Parodi”.
Nací escuchando flamenco – señala el profesor y gran guitarrista rememorando unas cinco décadas atrás. “Yo soy hijo de una bailaora y eso cambiaría todo a mi haber. Mi madre formaba parte del elenco de Manuel ´El Gitano´ y cuando cumplí 14 o 15 años me llevaban a las presentaciones como reemplazante del guitarrista principal. Así comienzo tocando zarzuelas e interpretando Entre dos Aguas o Fuente y Caudal de Paco de Lucía”.
Si bien su padre no se opuso, le aconsejó obtener primero un título. Ya en la década de los ´80 estudiaría Licenciatura y Pedagogía en Música en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. “La malla curricular contenía un ramo de guitarra flamenca que no lograba saciar mis ansias de aprender el origen del flamenco”, confiesa.
Con un destino más que trazado y ávido de conocimiento, viajaría a España por lo que él creía serían sólo 6 meses. “Imagina que hasta hoy llevo cerca de 35 años metidos en esta investigación”. Y es que la música de origen andaluz posee toda una organización, un mundo entrelazado e interdependiente, de armonías únicas entre el cante, el baile y la guitarra.
Aprendiendo directamente de grandes guitarristas de la generación de Paco de Lucía, Andrés Parodi encuentra en pueblitos de Andalucía al gran Manuel ´Parrilla´ de Jerez para extraer su conocimiento, y pasar, asimismo, una temporada con Manolo Sanlúcar, otro avezado músico. “Estaba en la cuna misma, en las raíces del flamenco, viviendo una experiencia increíble e inolvidable al lado de aquellos increíbles maestros”, recuerda.
ACADEMIA ANDRÉS PARODI
Con el surgimiento de varias escuelas de baile, en su regreso a Chile, Andrés comenzó a ser altamente solicitado para asistir a las presentaciones como solista. “Tenía la semana copada entre eventos en Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, La Serena, Concepción… y es que no había guitarristas, así que entendí que debía abrir una academia”.
A fines de los ´90, abre la primera escuela en Santiago. “En ese entonces tenía alumnos que iban a buscarme a mi casa o me llamaban por teléfono para que les enseñara, así surgió esta escuela. Pero yo les enseñaba la guitarra flamenca para concierto, no la guitarra integral. Ahí digo, tengo que armar una escuela, tengo hacer una investigación grande y armar un centro que contenga las tres áreas: acompañamiento al baile, acompañamiento al cante y guitarra solista”.
Tiempo después se trasladaría a Valparaíso, al Cerro Concepción, donde permanece hasta hoy cumpliendo 15 años como fundador y director artístico del “Centro Cultural y Social de Artes Integradas, Flamenco Andrés Parodi”.
Paralelamente a su cargo como director artístico de la escuela que porta su nombre, Andrés Parodi pasaba temporadas completas dando presentaciones en Chile, Argentina, España, México y Emiratos Árabes junto a un elenco formado por otro guitarrista argentino y dos bailaoras. “Fueron unos 5 o 6 años de verdadera locura transitando por cada uno de estos países, tocando todos los días, armando y desarmando maletas, durmiendo en hoteles, viajando en avión constantemente”.
TIERRA DEL SOL
Mientras ejercía la docencia, este inquieto músico nacido en el Hospital Alemán de Valparaíso, prosiguió con su investigación hasta el grado de encantarse con Astor Piazzola y su forma de ver el tango. Motivación que le inspirara a componer el tema “Tierra del Sol”, cuyo disco comenzó en 2005 y terminó en 2020, ¡quince años más tarde!
“Me llamó la atención que este compositor argentino utilizara ciertas fórmulas similares a Johann Sebastian Bach (considerado por muchos el más grande compositor de todos los tiempos) y empecé a unificar ciertos aspectos en común para trasladarlos al flamenco. Así surge Tierra del Sol”.
EN LA CIMA DEL MUNDO
Precisamente, fue el connotado bailaor chileno radicado en España, Pedro Fernández, quien viera a Andrés en una presentación y se acercara hasta él para hacerle una oferta imposible de rechazar. “Me dijo ´tengo un proyecto llamado Balada para un Loco en versión flamenca´. ¡Vamos! – asentí sin dudarlo –. La gira consideraba Chile, Argentina, Inglaterra, España y de ahí China”.
En esta parte del relato Andrés Parodi se toma un momento para reflexionar con cierta emoción sobre una imagen en especial. “Estaba en el 62avo piso de un rascacielos contemplando todo Beijing un día 14 de agosto y lloré. Lloré y dije ´más lejos que esto no voy a llegar´. No artísticamente, me refería a lo lejos geográficamente”.
Un viaje iniciado en Chile, desde el vientre de su madre escuchando flamenco cada día de su vida llevarían a Andrés a conocer todo el mundo y a sentirse en ciertos momentos altamente apreciado y valorado por su música. Hoy, solo desea que el verdadero flamenco llegue a más personas con la pasión y energía de sus raíces. Desde el Cerro Concepción, en Pasaje Gálvez número 70, Valparaíso, el maestro extiende la invitación a quien desee experimentar el hechizo del cante, baile o guitarra flamenca.
