Ad portas de cumplir 50 años, Karla Constant confiesa estar en su mejor momento. Mujer, profesional y mamá, tres ámbitos que la conductora enfrenta desde la alegría, el agradecimiento y con una actitud de positivismo que logra traspasar a través de la pantalla cada mañana, cuando a las 8 en punto se encienden las luces y comienza el programa “Mucho Gusto”.
IG @karlaconstantcapetillo
Por Marcela Cademartori
Fotografías de Guille Vargas Pohl
La espontaneidad marca el tono de la conversación que Karla Constant sostiene con nuestra revista. Un frío y lluvioso día de julio es la atmósfera perfecta para adentrarnos un poco más en las diferentes facetas que a diario le toca enfrentar a esta bella conductora del matinal de Mega, “Mucho Gusto”.
Comenzó muy joven participando en diferentes programas de televisión y hoy, tras varios años de carrera profesional, confiesa estar feliz, sentirse plena y pasando por una gran etapa de su vida. “Aunque siempre he dicho que estoy en mi mejor momento. Es que siento que cada instante que he vivido ha sido así. Intento enfocarme en el aquí y en el ahora. Te puedo decir que hoy me siento plena y contenta”.
En relación a la clave para asumir una postura frente a la vida marcada por el positivismo, Karla comenta que es un tema de actitud. “Aunque sea una frase algo cliché, pero es verdad. Es el cómo decides enfrentar tu día. Es un trabajo que hago no solo de mi cuerpo en lo físico, sino también en mi parte emocional”.
En esto último es clave meditar. “Creo que es una buena manera de auto trabajarse. En lo personal hago meditación en la mañana y en la noche, pero también hay mucho de agradecimiento en todo lo que me toca a diario enfrentar. Al final sentirse plena es un todo que involucra muchas cosas”, asegura.
Ad portas de cumplir 50 años, Karla luce simplemente espectacular. “Tengo algunas rutinas de belleza, pero también hay mucho de aceptarse. Con el paso de los años uno aprende a no cuestionarse muchas cosas y te asumes tal cual eres”.
Tras la pantalla Karla irradia esa misma naturalidad con la que se mueve por los caminos de la vida. “Tengo la suerte de estar rodeada de equipos muy buenos y eso ayuda mucho en la forma en cómo te desempeñas en el trabajo”.
Y la pregunta obvia es saber cómo lo hace para enfrentar y no salir afectada frente la contingencia noticiosa diaria que le toca abordar en pantalla. “Es ahí cuando tengo presente la pregunta ¿para qué? Claramente uno empatiza, muchas veces te emocionas con lo que estás viendo y debes aprender a manejar frustraciones. Pero cuando logras hacer un cambio, te quedas con la satisfacción de que hiciste bien tu trabajo”.
SER MAMÁ
Sus dos hijos – Pedro de 13 años y Roco de 6 – son ese otro complemento que se suma a la plenitud con la que Karla abraza la vida. “Ambos son muy diferentes. Cada uno tiene una personalidad única y por eso a veces me siento que soy como dos mamás”.
Pedro está entrando en esa edad de adolescente en la que necesita sus espacios, pero igual le doy besos, lo abrazo y nos damos el tiempo para salir a tomar o comer algo. Roco es muy regalón y me pide que le dé besos. Bueno es más chico. Para mí es muy importante estar y disfrutar de cada una de sus etapas. Es maravilloso verlos cómo crecen. Se me infla el pecho. Las que son mamás me van a entender”.
El último integrante que se sumó a la familia de Karla es un border collie. “Es una guagua y fue partir todo de nuevo”, ríe. “Jamás pensé que iba a estar en estas una vez más”.
SECRETOS
Los casi 50 años de Karla Constant, más que un número, hablan de esa tremenda actitud con la que enfrenta la vida. Le preguntamos por el secreto para esto y rápidamente nos contesta que ha tenido la bendición de tener aún a sus papás vivos y de rodearse con personas maravillosas.
“Además creo que cuando algo te funciona debes compartir el dato. En lo particular, en mis redes posteo tips o temas relacionados a la meditación, con herramientas que me han servido y que para otros también podrían ser de utilidad. Me gusta hablar de lo que a mí me funciona”.
Y Karla, ¿cuál es tu placer culpable? “Uff, la comida, sobre todo lo dulce. Tengo un tema con el azúcar”.
¿Cuál es tu mayor virtud? “El positivismo y la alegría”.
¿Algún sueño por cumplir? “Viajar con Andrés, mi marido, a algún lugar. Nos hace falta una escapada los dos solos”.
Lo que no toleras. “Demasiado ruido”, ríe. “Parece que con la edad uno comienza a valorar más el silencio”.
Así va terminando una entretenida conversación con Karla Constant, quien logró colocar calidez a una fría tarde de julio. Con ella aprendimos que la vida es un camino que tú decides cómo recorrer. Karla tomó la mochila de la actitud y la alegría siendo mamá, profesional, pero también desde su rol de mujer.