Como una de las fundadoras de CIDEMAR, organización que busca velar por el desarrollo sostenible del océano y de las zonas costeras, la bióloga marina María José Ochoa Muñoz, eleva la voz acerca de la importancia de profundizar el conocimiento sobre nuestros océanos como un agente importante de salud, cuidado y apoyo para los seres humanos. Asimismo, reflexiona acerca de lo que significa ser mujer en el ámbito de la ciencia: “Hay que armar camino para avanzar, por lo que hay que ser resiliente, fortalecerse, crecer y empoderarse para empoderar”.
- IG @fundacioncidemar
Buscando una oportunidad para poder desarrollar su profesión desde el área que le apasiona, la bióloga marina, María José Ochoa, ha logado construir un camino en donde la divulgación de las ciencias y la convicción se han unido para llevar el conocimiento a personas de todas las edades.
Su cruzada es la de profundizar acerca de la importancia del océano y el impacto que las playas y las costas tienen en el bienestar de las personas.
“Soy bióloga marina de la Universidad de Valparaíso. Aunque más me gusta decir que soy una ciudadana comprometida con el océano y, en específico con las costas”, asegura desde el comienzo de la entrevista.
“Viajé al extranjero con el fin de profundizar en relación al plancton que era algo en lo que me venía especializando. Mientras estaba trabajando, logré tener ciertos vínculos que me llevaron a México, donde realicé un postgrado sobre el manejo de recursos marinos, enfocado en el impacto del plancton en el mundo de la pesquería”.
Fue en el país azteca donde María José aprendió sobe la divulgación. Vio cómo se sacaban los microscopios al camino costero como una práctica recurrente., lo que acercaba la ciencia al común de las personas. “Allá conocí a una colega y ella me enseñó a llevar el conocimiento del plancton a los niños”.
Con estas herramientas, María José regresó a Chile y, con dos biólogas, fundó CIDEMAR hace siete años. “Iniciamos de manera informal en el 2016, pero al poco tiempo nos comenzaron a invitar a las limpiezas de playas, adonde llegábamos con nuestros puestos educativos”.
La gestión playera significó para la profesional una oportunidad en la cual decidió indagar. “Nos dimos cuenta de que éramos un agente articulador. Nos empezamos involucrar en el desarrollo del concepto de “gestión integrada costera”, el cual aprendimos con el Observatorio de la Costa. Descubrimos nuestro nicho, en donde no solo nosotras nos podíamos desenvolver en cuanto a divulgación, sino que teníamos la posibilidad de ampliar nuestra misión a diferentes acciones que nos llevaran a un océano y una costa sostenible”.
DESAFÍOS
Actualmente CIDEMAR está conformada por biólogas marinas de la Universidad de Valparaíso, quienes se encuentran dividas en dos grupos. Uno enfocado en el desarrollo de contenido, en específico en el tema de plancton, con lo cual se busca mejorar la versión de talleres que se vienen realizando desde hace algún tiempo y que se relacionan con el microcosmos oceánico.
“Nos hemos dado cuenta de que no solo se trata de dar información, sino que también de cómo entregarla, digerirla y generar acciones para disminuir la ansiedad que esto pueda producir”, explica la bióloga.
La segunda arista de trabajo de la Fundación es fomentar un modelo económico de programas educativos con 3, 6 y 9 módulos en los que las empresas puedan aportar con recursos para llevarlos a los colegios. “Esto se entrelaza con el Ministerio de Educación y los objetivos de aprendizaje. Es una entrega de conocimiento con sentido y ligado a lo que cada nivel debe adquirir”, añade.
Pensar en el camino recorrido en cuanto a lo profesional, conduce a María José a reflexionar acerca de lo que significa ser mujer en el ámbito de la ciencia. “No es fácil. En las ciencias del mar se achican las áreas de trabajo en las que uno se puede desempeñar. Hay que armar camino para avanzar, por lo que hay que ser resiliente, fortalecerse, crecer y empoderarse para empoderar”.
“No solo se trata de proteger al medio ambiente, sino de generar conciencia que el océano y todo lo que habita en él nos respalda. Entenderlo nos empodera”. Una mirada desde la cual María José aborda su profesión, y que también logra permear hacia otras personas desde el amor.