Por Isabel M. Saieg
Sin duda uno de los hitos más importantes de fines del siglo XX fue el comienzo de la pandemia del SIDA. Si bien hoy en día tiene tratamiento y, si se diagnostica a tiempo, no significa riesgo vital, en un principio era una enfermedad mortal, de la cual no se sabía mucho y generó gran revuelo en todo el mundo.
Se llevó la vida de grandes personajes del mundo de las artes, como Freddie Mercury y Robert Mapplethorpe. Pero hubo un gran personaje que luchó constantemente por mostrar que el verdadero peligro no era el virus, sino la sociedad. Se trataba del artista estadounidense David Wojnarowicz.
“Cuando me diagnosticaron este virus, no demoré mucho en darme cuenta que también había contraído una sociedad enferma.” Siempre intentando visibilizar la homosexualidad y el derecho civil, trabajó con pintura, fotografía, performance y otros medios.
Sus obras están muy basadas en experiencias y personajes de su vida privada. “Tras ser diagnosticado con SIDA” comentaba, “mis obras comenzaron a reflejar el carácter de la mortalidad humana de forma inconsciente. Fue una expresión de rabia, un mecanismo de defensa respecto a la impotencia que este virus me hacía sentir a mí y a todos los que lo padecimos.”
Incluso después de su muerte, su arte siguió generando controversias a nivel nacional, por su cruda representación de la identidad, la homosexualidad y el SIDA.
Acomodándose los lentes con naturalidad y actuando con mucha tranquilidad a pesar de las circunstancias, dijo: “¿Acaso el hecho de que estoy muriendo de SIDA en 1989 no es político? O es acaso el hecho de que no tengo un seguro de salud y no puedo acceder a cuidados de calidad, ¿eso no es político?”
David Wojnarowicz, además de artista visual, fue activista, autor, músico y director de cine. Por eso su obra suele tener muchas más capas sin reducirse solamente a un área del arte. Además, los 80 fueron años muy acontecidos. La Guerra Fría aún se estaba llevando a cabo, hubo altos niveles de terrorismo a nivel mundial, una parte importante de los países latinoamericanos se hallaban bajo el mandato de dictadores e inició la pandemia del SIDA.
Esto sin duda se vio reflejado en el arte de la época y referentes como David Wojnarowicz son los que más presencia hacen hasta el día de hoy. “Siendo yo un artista que comienza a crear desde la pobreza, robando carteles del supermercado para usarlos como lienzo, pintando con pintura de mala calidad y qué se yo, demostré sin querer la realidad de cómo los artistas de clase baja de la época nos la arreglábamos para crear sin importar nuestra calidad de vida.”
Wojnarowicz fallece en 1992 a la corta edad de 37 años debido a complicaciones por el SIDA, dejando detrás de si un enorme legado artístico, tanto en las artes visuales como en el área del ensayo, la prosa y la lírica.
Existen varias biografías (redactadas por él mismo como también por terceros) que relatan su tempestuosa y acontecida vida, como también un documental titulado Wojnarowicz, el cual estrenó a principios del 2021.