La Verdad en uno mismo

El buen vivir:

Un espacio en que la terapeuta Patricia Valdés y la psicóloga Paula Pinochet invitan a sentir-nos y descubrir-nos, sin más expectativas que un buen vivir…

“No digas: ‘He encontrado la verdad’, sino: ‘He encontrado una verdad’.”

Kahlil Gibran

La verdad se define como “la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere o la fidelidad a una idea”. Definición que pone en el tapete conceptos como concordancia, realidad, fidelidad, entre otras. 

Y es aquí donde queremos detenernos. Si bien es cierto hay verdades objetivas, como la temperatura ambiente o si tengo trabajo o conozco el mar, las hay también subjetivas, como nuestra opinión sobre los demás.

Queremos conversar sobre las verdades subjetivas o personales, aquellas que se relacionan con nuestra historia familiar, nuestras creencias, el país donde nacimos o las ideas que queremos defender o compartir con los demás.  

Pero para discernir cuáles son esas verdades debemos conocernos, saber quiénes somos, cómo pensamos y sentimos y así asentir cuando hay concordancia entre la realidad que vivenciamos y este sentir, pensar o saber propio.  

Y es que actualmente tenemos acceso a un caudal de información. Múltiples teorías, diversidad de opiniones, y ni hablar de la tecnología y redes sociales que nos conecta cada vez con la inteligencia artificial y nos desconecta de nuestra esencia.  Todo y todos nos quieren entregar “la verdad”.

El trabajo en nosotros parece ser la clave, de adentro hacia afuera, porque como dice El Kybalion: “Como es arriba, es abajo; como es abajo es arriba”, el principio de correspondencia habla de que estamos conectados con el universo, lo que se manifieste en nosotros se corresponderá en el exterior.

La búsqueda de una verdad debe comenzar en nuestro interior. Para lograrlo debemos aprender a estar en silencio, ese silencio donde te encuentras contigo mismo, donde aplacas tu ego, abres tu mente ante infinitas posibilidades y cuestionas todo. En ese silencio que a veces nos asusta, desarrollaremos la capacidad de escuchar la verdad, tú verdad, esa que sólo tu corazón reconocerá.

Cuando sentimos que es nuestra verdad se acaban los miedos, sólo existe la certeza, encuentras el amor incondicional, te sientes parte del todo y sabes reconocer la mentira en este mundo de relatividad.

En este estado ¿crees que existirá alguna inteligencia artificial capaz de arrebatarnos nuestra esencia, nuestro espíritu, nuestra alma? No podrá, porque aprendimos desde el silencio a reconocer lo que para nosotros es lo verdadero, esa verdad que nos muestra el camino que queremos andar y la certeza de que así queremos vivir, conectados y en concordancia con nuestra verdad.

No es necesario que todos compartan tu verdad, sólo que la respeten. Que desde hoy tu verdad te ilumine…

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Por Catalina Marowski Aguayo Psicóloga clínica Psicoterapeuta de adultos Certificada en EMDR y Coaching (PUC)

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