Leslie Briones, Seremi de Gobierno

“Hoy, la política sí debe tener afectos, emoción, inspiración”

Desde el 20 de marzo de 2018 la abogada calerana de tomo y lomo ejerce su cargo en la Región de Valparaíso con especial cercanía a los dirigentes sociales. “Muchas veces me han dicho que la política es sin llorar. Pero yo siento que hoy, la política sí debe tener afectos, emoción, inspiración”.

Entrevista de Cristian Muñoz – Fotografías de Olivier Maugis

A las 7 de la mañana, de lunes a viernes – con o sin estallido social, con o sin pandemia – Leslie Briones inicia el trayecto desde su hogar en La Calera rumbo al piso 16 del edificio Intendencia Regional en la ciudad puerto.

Al asumir el liderazgo de la secretaría regional ministerial de Gobierno, Región Valparaíso – un 20 de marzo de 2018 –, su única hija Matilda cumplía 2 años y 2 meses de edad. “Ha sido complejo compatibilizar múltiples roles de mujer, madre, profesional y esposa. Allí, cobra vital importancia la co-reponsabilidad”, reconoce la Seremi.

Jorge, su marido, protagoniza la red de apoyo en esta crianza compartida. Los padres de ambos completan el círculo de contención. “Han sido fundamentales para desarrollarme cien por ciento como profesional, y para disfrutar a cabalidad el tiempo que paso con mi hija”, cuenta Leslie Briones a Costa Magazine en una entrevista mucho más íntima.”

Cumples un rol exigente y clave en la región, ¿cómo manejas tus tiempos?

“Han sido largas, extenuantes, pero gratificantes jornadas. Al vivir en La Calera debo comenzar mi día antes de las 6 de la mañana para llegar cerca de las 8 a Valparaíso, en un rol que exige mi presencia en diversas actividades con organizaciones sociales, con dirigentes y vecinos.

Al asumir el cargo, nos hicimos presente en la crisis ambiental de Quintero-Puchuncaví, logrando instaurar el ansiado Plan de Descontaminación que incluye a Concón. Luego vino una temporada de incendios en Valparaíso, donde estuvimos acompañando al intendente en cada punto o actividad. Tras unos meses de calma surgió el estallido social y ahora esta pandemia”.

“Más que una líder en materia política, me siento una líder en materia social”

¿Qué atributos principales manejas como puente entre gobierno y ciudadanos?

“La vocería significa comunicar, pero también saber escuchar. Si no somos capaces de captar las necesidades de la gente, no podremos generar políticas adecuadas. En este aspecto, creo que se produjo un quiebre en los últimos años. Hoy, empatizar es trascendental”.

Precisamente, destacas por tu cercanía con las personas…

“Es parte de mi crianza. Desde pequeña vi y acompañé a mi madre como dirigenta social, quien en cada actividad nos inculcaba el deseo de ayudar a los demás, a escuchar, estar presentes. Y luego en el liceo organizaba actividades a beneficencia para gente carente o con enfermedades graves.

Hoy, yo como Seremi de Gobierno y mi mamá – Trinidad Rojo – como la primera Alcaldesa de La Calera elegida democráticamente, hemos tenido la oportunidad de compartir en varias actividades de carácter social. Y aún me sorprende constatar ese vínculo que ella ha forjado con la ciudadanía. Se trata de empatizar dejando atrás ideologías políticas y poniendo por delante  el objetivo de alcanzar Chile más justo y equitativo para todos”.

Dentro de las experiencias sociales que te marcaron, ¿recuerdas algún caso en especial?

“El caso de Alejandro me marcó muchísimo. Tenía 5 años y se enfermó de leucemia. Estuvimos acompañándolo en esta dura batalla por 10 años, finalmente falleció. Me caló hondo, pues participábamos de funciones con títeres para recaudar fondos, lo visitábamos a menudo, incluso lo acompañé en ciertos momentos que se sentía decaído.

Así he ido creando un lazo que me dificulta desvincularme emocionalmente en causas como estas. Muchas veces me han dicho que la política es sin llorar. Pero yo siento que hoy, la política sí debe tener afectos, emoción, inspiración”.

DIVIDIDA

Sus gestos la acusan, las pausas, los silencios, al hablar sobre Matilda, que el próximo 21 de enero cumple 5 años. “A veces se resiente, y lo expresa de distintas formas – confidencia Leslie Briones Rojo -. En ocasiones me pide que no vaya a trabajar o tengamos un día de chicas, momentos que muchas madres trabajadoras viven, pero son parte de la realidad que hoy nos toca afrontar. Obviamente me afecta y viajo a Valparaíso con el corazón apretado”.

¿Vale la pena todo este esfuerzo?

“Creo que sí, trascender no solo como madre sino como mujer en política y el servicio público- con este idealismo que quizás se perdió por un tiempo – vale la pena para las futuras generaciones.  Para generar un cambio cultural, en el que las mujeres nos hemos ganado un lugar importante en la política.

Pese a ello, se nos cuestiona constantemente, forzándonos a demostrar una y otra vez que somos capaces de cumplir con esta multiplicidad de roles. Pero incluso con toda esa carga, siento que vale la pena estar levantando una bandera que el día de mañana puede izar mi hija si optara por dedicarse al servicio público, al igual que su madre y su abuela”.

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