Desde el renacer de la vida de cada mañana hasta el bullicio marcando la llegada de la noche, siempre estamos en movimiento. En el pulso de la vida, la búsqueda del bienestar del cuerpo y la mente nos invita a conectarnos con el mundo real, más primitivo, libre y original al igual que el mítico Hermes, el mensajero del olimpo.
Caminando con las alas de los pies para mantener el ritmo del mundo, descansando y recolectando con nuestra propia esencia, con Actvitta, seguimos en movimiento como los dioses antiguos, con paso determinados buscando el equilibrio que nos permite ir siempre hacia adelante.