Pareciera ser que con la llegada de marzo comienza realmente el año. Se acaban las vacaciones, debemos regresar al trabajo, a clases, pagar matrículas, permiso de circulación y todo aquello que tal vez preferiríamos postergar. Y así es como junto con marzo, llega habitualmente el estrés…
Pero, ¿qué es realmente el estrés? Es un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia. Puede aparecer ante cualquier circunstancia diferente que se presente en nuestra vida y sobre las que habitualmente tenemos poco control, como por ejemplo: hablar en público, cambiarnos de casa o de trabajo, rendir un examen o preparar una tesis, por nombrar algunas situaciones.
Muchas veces el estrés nos puede ayudar a cumplir con nuestros objetivos, dándonos el pequeño empujón que nos falta. Pero la dificultad se presenta cuando el estrés se hace sostenido en el tiempo, cuando se presenta en un nivel muy alto o asociado a ansiedad o angustia.
El estrés y las enfermedades tienen una relación multifactorial, pudiendo afectar órganos, el sistema neuroendocrino, puede deprimir el sistema inmunológico, se asocia con obesidad, alteraciones del sueño, de cognición y cuadros ansiosos y depresivos entre otros.
Es relevante que aprendas a reconocer cómo se manifiestan los síntomas del estrés y que puedas aplicar técnicas para manejarlo, pues cuando las personas están estresadas, es menos probable que puedan adherir a hábitos saludables, por lo que se puede convertir en una barrera para los objetivos que te propusiste.
Intenta con algunas de esta técnicas para manejar el estrés:
Realizar ejercicios de atención plena (mindfulness)
Realizar ejercicios de respiración o meditación guiada
Aprender alguna manifestaciones artística o creativa
Practicar actividad física o practicar yoga
Usar la Lectura como terapia, llamada biblioterapia
Participar en algún voluntariado con un propósito significativo
Pasar tiempo en contacto con la naturaleza
Estos son algunos ejemplos, puedes usar otros que a ti te resulten efectivos. Lo importante es reconocer los síntomas y ocupar las estrategias para manejarlo. Pero no olvides lo siguiente: siempre que lo consideres necesario, debes busca ayuda.
Por ultimo, el estrés no necesariamente es una influencia negativa sobre nuestra salud física o mental. Puede ser una señal de encontrar la forma más adecuada para reaccionar satisfactoriamente al factor estresor. Si bien no es posible evitar los problemas, podemos aprender a verlos de una manera distinta.
La invitación es a aprender a surfear tus propias olas. Si es necesario, solicita la ayuda de un profesional que te pueda entregar las herramientas necesarias para reconocer y manejar el estrés. Es fundamental que cuando consultes a tu médico, evalúen este ámbito y que puedan diferenciarlo de un trastorno del estado de ánimo.
“No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfearlas”
Jon Kabat Zinn