Los 6 pilares de la autoestima

Si yo confío que este artículo es suficientemente bueno ¿tengo una buena autoestima?, o¿es un ego inflado? En contraste, si antes de dar un Taller para la Red Nacional de mujeres del Servicio Nacional de Aduanas, estuve un poco ansiosa ¿significa esto que mi autoestima es débil? Se usa una gran cantidad de adjetivos para medir, pesar, evaluar y describir la autoestima: fuerte, débil, sólida, frágil, sana, alta, baja. Pero, ¿cuál es el criterio correcto para evaluar la autoestima?

Por: Catalina Marowski @ps.catamarowski

Ámate

¿Cambió algo en ti? 99% de posibilidades de que no. Una de las desventajas de las redes sociales es que no educan, peor aún, con frecuencia enseñan sobre asuntos importantes, de manera errada. Hace tiempo que Facebook, Instagram y Tik Tok están bombardeaos de mensajes sobre autoestima, que van en la línea de “ámate” “sé tú” y “eres valiosa, que nadie te diga lo contrario”.

El problema es que estos mensajes, lindos y bien intencionados, no tienen cómo generar un cambio real en sus receptores. Son entregados sin sustento y en una mar de inconsistencia, pues quien lo dice está usando un filtro para ¡“verse mejor”!

Mucho del contenido de RRSS no emana de la psicología, que como ciencia social es la fuente válida y confiable en estos temas. A partir de esto, ¿cómo mejorar mi autoestima o ayudar a mis hijos a desarrollarla si tengo una concepción errada sobre lo que es?

El Doctor en psicología Natahiel Branden, en su libro “Los seis pilares de la autoestima” reitera los fundamentos sobre autoestima que planteó por primera vez en 1969, indicando que tiene dos componentes medulares: la confianza en las propias capacidades para enfrentar los desafíos básicos de la vida y la confianza en que merecemos triunfar y ser amados (dignos y respetados).

Puede que esto cambie la visión que tenías, porque en el fondo autoestima claramente va muy ligado al carácter (voluntad, disciplina, automotivación, tolerancia a la frustración). Y es de suma importancia porque influye y determina todos los ámbitos de nuestra de vida.

En complemento al gran aporte del Doctor Branden, yo postulo que la autoestima es como un músculo; puede ser desarrollada y para eso se requiere de una entrenamiento sistemático, que no pasa por decirme todos los días ”soy lo mejor del mundo”, si no que por hacer cosas que van de a poco fortaleciendo esas dos confianzas fundamentales.

Como músculo, puede estar atrofiada, sana e incluso hiper desarrollada. Así imagino la autoestima de Nelson Mandela, que no sólo se propuso sobreponerse a 27 años de prisión, sino que además luego se propuso – y logró – reunificar una nación y sanar el apartheid. Él confiaba en sus capacidades.

Si bien tu autoestima no puede cambiar instantáneamente por ver reels que digan “Ámate”o porque alguien que te quiere te diga que mereces ser bien amado/a, también es cierto que, si te rodeas de personas que te saben amar, eventualmente ese mensaje y esa imagen de ti, irán poco a poco siendo internalizadas y creídas.

Lo complejo está en que quienes creen no ser merecedores de amor, salen al mundo a buscar relaciones que les confirman esa creencia negativa y la terminan reafirmando una y otra vez, volviéndose esclavos de esa repetición.

¿Sabías que?

Sentir envidia, ser infiel y necesitar devaluar a otros es un indicador de autoestima frágil.
Admirar a alguien por una habilidad o competencia que tú no tienes, reconocer un error y tomar riesgos calculados es un indicador de sana autoestima.
Si logras reconocer una situación donde te sentiste superior, esta guiará el camino para visibilizar dónde está la “falla” (fractura geológica) de tu autoestima.

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Por Catalina Marowski Aguayo Psicóloga clínica Psicoterapeuta de adultos Certificada en EMDR y Coaching (PUC)

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