Los Ojos de Florencia

Un extracto del poema Tus ojos del célebre poeta mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, quizás no baste en un superfluo intento por definir la pintura de Florencia Aise. Pese a ello, nos acercan a la intimidad de una mirada, a la complicidad de un gesto o al simple hecho de vernos reflejado en un cuadro de la artista mendocina quien en 2014 despegó con inesperada potencia tras exponer en el Art Basel Week de Miami. Desde entonces le llueven invitaciones para exponer en ciudades de todo el mundo, como Mónaco, Amsterdam, Nueva York y Dubai.

La revista Forbes la eligió como uno de los argentinos sub 35 más destacados, única artista argentina en esta distinción. Además, casi sin quererlo, salió en el Miami Herald como la chica mejor vestida del Basel, ícono de la moda también para Glam y los medios de New York.  Con simpleza ella se muestra sorprendida de todo y ni siquiera se considera una artista. Sin  embargo, sus enormes obras hiperrealistas son parte de colecciones en todo el mundo. Desde entonces, la Galería Wynwood 28 de Miami la representa en el mercado internacional.

Diseñadora gráfica,  nacida hace 33 años en Mendoza y de ascendencia turca vinculada al negocio textil, Florencia ha retratado a cada una de sus 3 hijas captando en sensibles pinceladas al óleo la belleza de ínfimos detalles confundiendo al espectador entre una pintura o una fotografía.  Recuerda una exposición en Miami donde  la gente se paraba y lloraba mientras miraba los retratos de mis hijas, “me abrazaban y me decían lo que estaban sintiendo, como si conocieran a las chicas”.

Entre viaje y viaje por ciudades cosmopolitas de todo el orbe, la artista encuentra un respiro que su vez sirve como retiro en las afueras de su natal Mendoza, centro de su hogar y fuente de su inspiración. Cumpliendo el rol de madre y esposa, Florencia aparta una hora temprana en su taller – de espaldas a la Cordillera de Los Andes – respirando el aire puro y absorbiendo la paz del paisaje para pintar un emotivo retrato, algún cuadro religioso,   o bien caballos (su padre siempre tuvo caballos y juega al polo) u obras con motivo vitivinícola, las que generalmente son exhibidas con motivos de la vendimia.

Al leer tu biografía, dices que desde chica te apasionaba todo lo relacionado con el dibujo y la pintura, al grado que preferías entrar a una galería en vez de una juguetería. ¿Por qué decidiste estudiar diseño gráfico y no Arte directamente?

“A tan temprana edad, sabía poco del mundo del arte contemporáneo y no encontré el valor para arriesgarme por lo que quería. Veía al Diseño Gráfico como una carrera más segura y estable económicamente que el Arte. Terminé eligiendo el Diseño, pero al ser una actividad totalmente gráfica, no se alejaba tanto de lo que en realidad me gustaba”.

Me imagino que esta frase tiene un especial significado para ti, pues aparece destacada en tu web “The world can fit in just a water drop” (traducida como “El mundo puede caber en una sola gota de agua”).

“Creo que muchas veces nos olvidamos de disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean, y nos perdemos de las bellezas que nos ofrece el mundo. Cuando observamos una gota de agua podemos verla desde miles de perspectivas y apreciar los distintos colores y los reflejos que se proyectan en ella. Es por esto que me gusta pintar a gran escala: son aquellos pequeños detalles, que muchas veces pasan desapercibidos, los que marcan la diferencia y hacen a la belleza de la pieza final”.

Sé que es difícil preguntarle a un artista por su obra favorita, pero si tuvieras que inclinarte por alguna ¿cuál sería la razón de tu elección?

“Podría nombrarte muchísimas obras de otros artistas que me encantan. Soy bastante crítica con la mía, pero creo que eso me ayuda a seguir mejorando. Las preferencias varían según la época. Mi obra preferida en este momento se llama Feeling. La realicé en el año 2016 y se vendió en el norte de los EEUU. Lo que me atrae de esta obra es que la persona retratada, mi hija mayor, tiene una mirada muy fuerte e intimidante. Es una obra que te dice muchas cosas, y a la vez el espectador no puede otorgarle al individuo ni una edad ni un período de tiempo determinado”.

¿Cuál es la técnica que empleas en los cuadros hiperrealistas?

“Me considero de la vieja escuela: óleo sobre tela. Capa sobre capa. Empiezo haciendo un pequeño bosquejo y luego pinto sectores grandes de colores. Empiezo a dibujar con el pincel y a medida que avanzo comienzo a pintar más en detalle”.

¿Tienes proyectado exponer en Chile y admiras algún artista de nuestro país?

“Chile siempre ha sido uno de mis proyectos. Hay muchos coleccionistas chilenos que conocen y tienen parte de mi obra. Hace un par de meses que estoy armando y creando una muestra en mi cabeza y espero ansiosamente que se cumpla. Creo que Chile es una sociedad mucho más actualizada y culturalizada que la nuestra, y esta nueva idea podría causar un gran impacto en el país.

Un artista chileno que siempre me ha gustado es Claudio Bravo. Fue su técnica lo que me hizo admirarlo desde pequeña. Otro artista que me llama mucho la atención es  Roberto Matta. Cada vez que veo los records que alcanzan sus obras y los grandes coleccionistas que las adquieren, siento un cosquilleo en mi panza. Supongo que es el orgullo que siento al ser vecino y de un país hermano. También, sin saber mucho del arte de las esculturas, me gusta Marcelo Peña. Adoro sus autos y aviones, creo que la influencia viene un poco de mi marido”.

Imagino que pese al salto en tu carrera siempre quedan metas por cumplir…

“Los proyectos a corto plazo son disfrutar de cada día, de cada obra, y de cada momento que comparto con mi familia. Mis proyectos a largo plazo van saliendo y surgen en base a las distintas propuestas que me ofrecen galerías en varias partes del mundo. Me gustaría exponer en las grandes galerías conocidas a nivel internacional, y algún día ser parte de los grandes museos. Por supuesto es un camino lento que se va creando de a poco y siempre tratando de poner a la maternidad en primer plano”.

LECTURA O DESCANSO DE LECTURA

“No sé bien cuál es mi misión, ya que el arte le llega a cada persona de manera distinta, pero me gustaría llegar a aquellas emociones que se encuentran en lo más profundo de uno”, Florencia Aise.

Otras lecturas

Suscríbete a nuestro Newsletter