Con una mirada crítica y aguda, y tras múltiples intentos por quedar embarazada, la escritora española Esther Vivas habla de diversos temas en su bestseller “Mamá Desobediente”, desde la maternidad idealizada y la violencia obstétrica hasta el aborto legal y seguro por el que tantas mujeres luchan.
Por Isabel M. Saieg
Desde hace un par de meses formo parte de Tremendas – @tremendascl en IG –, colectivo de jóvenes y adolescentes empoderadas que se basa en los 17 objetivos de desarrollo sostenibles de la Organización de las Naciones Unidas para generar acciones de impacto social, usando sus talentos o habilidades para apoyar y levantar causas de impacto social. Hallándose mi nicho en las artes, me uní al comité de Cultura, gracias al cual tuve la oportunidad de entrevistar a la autora española Esther Vivas vía Live de Instagram.
Esther comienza a plantearse problemas respecto a la maternidad una vez que empieza a intentar quedar embarazada pero su infertilidad, en un principio, no se lo permite. Así se fue dando cuenta de los diversos problemas que ser madre y estar embarazada conllevan, entre ellos el tema de la violencia obstétrica.
¿Cómo puede ser que a mí, que llevo tanto tiempo siendo parte del movimiento feminista, nunca nadie me haya hablado de la violencia que sufren tantas mujeres cuando dan a luz? – comentaba -. Así decidió escribir el libro “Mamá desobediente”, en el cual habla de diversos temas, desde la maternidad idealizada y la violencia obstétrica hasta el aborto legal y seguro por el que tantas mujeres luchan.
Le comenté que a mí personalmente, me llamó la atención el capítulo de las diferentes maternidades donde, sin dejar, por cierto, de lado el carácter de la gestación y lactancia que aporta la madre biológica, la experiencia maternal no debe ser reducida únicamente a la madre biológica, sino también a la madrastra, madre adoptiva e incluso al padre si así se diera la situación.
“Yo que siempre intento visibilizar estos aspectos de la maternidad, creo que es fundamental ser consciente de que la maternidad va mucho más allá de lo biológico”, decía Esther. “No son maternidades de segunda, son maternidades igual, porque cuidan, crían, aman y se encargan de esos niños y niñas.”
Conversamos también de lo perjudicial que ha sido la pandemia y el confinamiento alrededor del mundo tanto para las madres como para los niños pequeños. “Siendo una estudiante de enseñanza media”, le comenté, “siento que haber pasado primero y segundo básico, teniendo 7-8 años, encerrada me hubiese sido mucho más difícil. Por eso pienso que para las madres de niños tan pequeños debe ser muy complicado estar confinadas con ellos.”
Para Esther el cuidado de los hijos debe ser compartido entre hombres y mujeres, confiriéndole la importancia y valor que merece. “El sistema solo valora lo que se considera productivo, entonces todo lo que implica cuidar y criar se considera prescindible, cuando es súper necesario.”
A estas madres de niños pequeños se les han impuesto expectativas irreales durante la pandemia. “Se espera que sean madres trabajadoras y paralelamente se hagan cargo de sus hijos, imposibilitados de asistir al colegio o jardín infantil”, añade la periodista activa en la causa feminista. Finalmente – subraya – se sienten malas profesionales y malas madres, potenciando así la debilitación de su salud mental.
LIBRE MATERNIDAD
Lo que más me llevo de Esther como persona y de las palabras plasmadas en su libro que tuve el gusto de leer, es el ser consciente de que yo, como mujer y madre en potencia, puedo desarrollar la maternidad de la forma que a mi me plazca hacerlo, sin tener que seguir ningún tipo de guía ni lista de quehaceres que me imponga la sociedad.
Le admití a Esther que pasé mucho tiempo evitando el tema de la maternidad porque el concepto tradicional de madre no se adhería a mi personalidad y forma de ser. Pero ¿cuál es realmente el concepto de madre tradicional? No debería haberlo. El proceso de ser madre es algo muy personal y que debe llevarse a cabo según lo que a cada una de nosotras le nazca, hay que hacerlo desde el amor.
Yo, como posible madre, soy libre de vivir mi maternidad como me nazca hacerlo, algo que antes de leer Mamá desobediente y conversar con la escritora bestseller nunca había pensado. Esther decía: “Hay que reivindicar que la experiencia materna se debe valorar, ser libremente elegida y debe ser una experiencia vivida con derechos, con libertad y sin abusos. El feminismo tiene que abrazar a la maternidad y a la infancia.”
Mamá desobediente es un libro que todo aquel que desee verse inmerso en el mundo de la maternidad debería leer. Leer la experiencia de la infertilidad, la libre maternidad y tantos otros temas desde la perspectiva de Esther fue una experiencia muy íntima, libre de estigmas y prejuicios respecto al feminismo y la maternidad. ¡Una lectura totalmente recomendada!