Con 30 años de trayectoria, la diseñadora de interiores trasandina, María Gorostiza, busca alejarse de tendencias para presentar propuestas que mezclan lo clásico con lo moderno, creando así una identidad única que da sentido y coherencia a cada proyecto.
- Por Marcela Cademartori
- Fotografías: Victoria Schiopetto
- IG @estudiomariagorostiza
Diseñar un hogar y no un museo es la premisa en la que se basa esta destacada diseñadora de interiores argentina. María Gorostiza nos abre las puertas de su casa para contarnos de su experiencia en este ámbito y de cómo define la propuesta de sus trabajos.
El inicio de esta entrevista es clave para entender lo que para ella es esencial. Lo resume en la importancia de escuchar al cliente, comprender su estilo de vida y generar ambientes que se disfruten, más allá de la estética. María comenta que su mayor satisfacción es cuando las personas le agradecen el poder disfrutar plenamente de sus espacios renovados.
“Lograr el equilibrio es la base de todo. Busco que mis proyectos tengan una armonía entre aquello que el cliente quiere y lo que puedo proponerles, entre lo clásico y lo moderno. Me inclino por hogares cálidos y funcionales, en lugar de espacios simplemente decorados. Te diría que este es el hilo conductor de todos mis proyectos”.
Con trabajos, principalmente de casas en Buenos Aires y en Uruguay, su apuesta apunta a lograr que las personas disfruten del espacio que van a habitar. “Quiero que se sientan protegidos. Es una manera de volver al origen. Desde esta mirada voy incorporando diferentes elementos y colores que apunten a ello y, en esta búsqueda me gusta incluir el trabajo de artesanos. En Argentina hay algunos muy destacados en lugares como Salta, Misiones y Chaco. Ellos rescatan esta sensación de volver a eso que yo llamo el origen”.
Para María, las tendencias de moda son una fuente de inspiración. “Puedo tomar ciertos elementos para renovar un espacio, pero siempre como un punto de partida. La clave es contar con una base sólida que permita transformaciones a lo largo del tiempo sin necesidad de cambiarlo todo”.
“En mi caso me gusta trabajar con tonos neutros como el gris y el beige. Usar telas que permitan una fácil limpieza y mantención. Para mí es importante el uso de cortinas. Siento que es el cierre que le haces a un proyecto para que luzca en todo su esplendor. Por supuesto que me preocupo de que estén diseñadas con buenas telas, que tengan una linda caída, y un buen sistema de apertura y cierre”.
Hay un aspecto que María jamás descuida en el proceso y desarrollo de sus proyectos: la necesidad de adaptarse al presupuesto de cada cliente y la importancia de seleccionar cuidadosamente en qué invertir en calidad y en qué economizar.
MOTOR DE INSPIRACIÓN
El arte es para María uno de sus motores centrales de inspiración. Por ello no es extraño que cada cierto tiempo María viaje para encontrarse con esos puntos que la animan a abrir espacios para nuevas ideas y propuestas.
“Me gusta participar de Bienales porque me entregan una idea de cómo se ve el mundo desde el arte. Siento que refleja a la sociedad que estamos viviendo. Es uno de mis principales espacios de inspiración. Hoy vemos, por ejemplo, que existe una clara influencia de temas relacionados con la ecología”.
“En este sentido, París y Copenhague me atraen mucho, debido a toda la cultura que envuelve a estos lugares. También incluyo a Nueva York que, si bien después de la pandemia dejó de mostrarme cosas muy interesantes, siempre encuentro algo que me inspira”.
Trabajar con los sentidos para despertar emociones es otro de los ejes relevantes dentro del concepto desarrollado por esta diseñadora de interiores. “Hay sensaciones que te pueden despertar un recuerdo agradable que te transporte a tu infancia. Nuevamente se hace presente la idea de volver al origen y a ese lugar en el que te sientes cómodo y acogido. Se trata de entender el hogar como un refugio del agitado mundo exterior”.
DISEÑOS Y FUNCIONALIDAD
Con proyectos urbanos y rurales, el gran desafío para María ha sido cómo adaptar su estilo a entornos campestres. Desde esta reflexión menciona un proyecto de galpón que realizó hace un tiempo combinando elementos rústicos con toques modernos.
Y en este recorrido por algunos de sus proyectos, María destaca el realizado en su propia casa, que fue remodelada a lo largo de trece años para adaptarla a las necesidades de su familia en crecimiento. En este caso el énfasis estuvo puesto en su filosofía de crear espacios para vivir y disfrutar. Desde esta mirada el equilibrio y la funcionalidad en el diseño fueron claves.
Con una clara certeza, esta diseñadora argentina resalta la importancia de optar por espacios prácticos y fáciles de mantener, sin sacrificar la estética.
Entre los proyectos que actualmente se encuentra desarrollando está un departamento en Punta del Este y una casa en un club de polo. “Tengo otras ideas dando vueltas en mi cabeza, pero de las que aún no puedo comentar nada”.
Con un concepto de diseño bien definido y con una invitación a volver a ese origen que nos entrega calidez y el cobijo de una grata sensación, María Gorostiza nos introduce en una propuesta de diseño marcada por los conceptos de estética, funcionalidad, perfección y equilibrio. Broche de oro para trabajos que llevan el sello de su marca.