Martina Weil. Mente, sudor y gloria

Costa Magazine conversó en exclusiva con la “Reina de los 400 metros” sobre un 2023 que ha sido el mejor año de su vida. Pero también quisimos adentrarnos en los detalles de su vida en Bélgica, de su rutina semanal, del esfuerzo para complementar sus estudios universitarios con la rigurosidad del entrenamiento de una deportista de alto rendimiento.

Entrevista de Cristian Muñoz

Fotografías de Oscar Muñoz

Martina mantiene la mirada fija en la pista atlética, su cuerpo contraído y ambas manos apoyadas justo detrás de la línea de partida. Mientras el público presente en el Centro Olímpico de Sao Paulo la observa y espera con ansias el disparo de la pistola de arranque, la velocista nacional permanece impertérrita, enfocada en no perder ni una milésima de segundo en la salida de una carrera que marcará un antes y un después.

La tarde del sábado 29 de julio de 2023, Martina Weil alcanzó uno de los mayores triunfos de su vida. La corredora se impuso en la prueba de 400 metros planos damas – en un tiempo de 51.11 segundos – quedándose con el oro del Sudamericano de Atletismo, estableciendo un nuevo récord de campeonato y clasificando al Mundial de Budapest.

En las tribunas celebraban sus padres, dos grandes tremendos deportistas: la colombiana Ximena Restrepo, medallista olímpica de esta distancia en Barcelona 92 y aún propietaria del récord sudamericano de 49.64, y Gert Weil, ocho veces campeón sudamericano del lanzamiento de bala, además de finalista olímpico y mundial

Con este triunfo, reafirma una excelente temporadaen la que ya mejoró en cuatro oportunidades consecutivas el récord de Chile hasta dejarlo en 51.07 – y se mentaliza paraformar parte de la delegación nacional en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.

Quisimos conocer los detalles de la rutina diaria de Martina Weil viviendo en Bélgica, donde puede compatibilizar sin problemas los entrenamientos de un atleta de alto rendimiento con los estudios de International Business Economic. Una conversación en que la atleta nacional del momento revela las claves del mejor año de su vida.

¿Cómo es la nueva vida en Bélgica, alejada de tu familia y país de origen?

Vivo en Bruselas, en un departamento junto a mi pololo, que también se dedica al atletismo de alto rendimiento. Ambos somos velocistas y entrenamos con el mismo coach, por lo que compartimos una rutina como súper parecida, entonces nos acompañamos el uno al otro y eso apaña mucho. Siento que eso marca toda la diferencia del mundo. Cien por ciento sola, no sé si podría lograrlo, pues estoy lejos de mi familia y de mi país, y la vida del deportista de alto rendimiento es algo fome, muy rutinaria y es dura igual.

¿Nos cuentas de tu rutina, del día a día?

Una rutina semanal mía es súper simple. Prácticamente todos los días son los mismos. Me despierto a las ocho y media, desayuno, me voy a la pista, entreno, después llego de vuelta a mi departamento a almorzar. Las tardes varían según se necesiten masajes, kinesiólogo o quiropráctico, fisio o lo que sea. Tras ello, me dedico un rato a los estudios.

Después comer y hacer algo de recuperación. Me pongo las botas compresoras, me meto al sauna, tengo una terapia de luz roja, roll, elongación, movilidad, todo eso para al día siguiente volver a levantarme y hacerlo todo de nuevo.

Y ¿cómo haces para estudiar International Business Economic?

Es que en la universidad me dan muchísimas facilidades. Si no alcanzo a llegar a clases presenciales, veo todo online o hago los deberes por Canvas. En ese sentido, ha sido súper bacán la universidad y me han ayudado en todo.

¿Así son todos tus días, no te aburres?

Mucha gente cree que la vida del deportista es súper glamurosa, pero la verdad es que gran parte del tiempo es destinada a entrenar, dormir y comer. Y claro, después están las rutinas de las competencias que son algo distintas, pero lo gran parte del año consiste en entrenar, estudiar, cocinar y eso.  Así que para salirme de la rutina un poquito, aprovecho de visitar varios de los cafecitos cerca de mi apartamento en Bruselas donde leo bastante, y junto a mi pololo disfrutamos de salir a comer los fines de semana, intentando encontrar distintas cosas que nos hacen felices los dos.

Cómo describes la relación con tu nuevo entrenador, Jacques Borlée.

La relación con mi entrenador es bastante especial, él es una eminencia en el mundo del atletismo, un crack realmente en lo que es el 400 metros. De hecho, nuestro equipo está conformado solamente por corredores de esta modalidad. El tipo ya viene de vuelta, con muchísima experiencia, ha entrenado atletas de altísimo nivel que han ido a mundiales, que han sido medallistas mundiales o que han ido a varios Juegos Olímpicos.

En ese sentido, Jaques ha sido un verdadero pilar, pues todo en mi vida está cambiando a un ritmo aceleradísimo. Hay tanta gente, periodistas, marcas, amigos, como familia felicitándome. Entonces, contar con esa estabilidad en mi vida, que es mi entrenador, es muy rico y lo agradezco un montón.

Ahora, de seguro hay aspectos claves de tu entrenamiento en un 2023 lleno de triunfos.

Creo que ha influido la personalidad y forma de trabajar que demuestra Jaques, pues es bastante serio y formal, y aunque a muchos deportistas le acomoda mantener una relación distendida con su entrenador, a mí me funciona bien pues soy una persona independiente y muy responsable, que no necesita a su entrenador encima todo el día. Incluso, en competencias en que Jaques no está presente, me ha ido bastante bien gracias a las herramientas que me ha brindado para enfrentar los problemas, en vez de tener que estar ahí solucionándomelos.

También ha sido clave su método de enseñanza, pues ha sido capaz de desglosar aquellos aspectos en los que debo mejorar y vamos trabajando parte por parte. Primero – por ejemplo – el pies, después vemos los hombres en una segunda parte, la estabilidad del corey así sucesivamente. Así, no me satura de información y es capaz de reducir al mínimo las correcciones para que yo pueda concentrarme en un solo punto hasta mejorarlo.

Ser la hija de dos enormes atletas te debe llenar de orgullo, ¿nos compartes algunas de sus vivencias que te han podido legar?

La verdad es que faltarían páginas para contarte todo lo que me han enseñado, pero por parte de mi papá, puedo decir que me ha marcado su forma de enfrentar, especialmente, aquellos momentos en que no consigues los resultados esperados y debes lidiar con la frustración. Él dice, “una carrera es solo una carrera mala si no aprendes nada de ella”.

Mi mamá, por su parte, me dice que disfrute cada momento, que viva los procesos y valore el presente. Que no me convierta presa de la rutina y haga todo lo posible por pasarlo bien, conocer lugares y gente, pues ella mira para atrás y añora esas experiencias.

¿Cómo logro mentalmente lidiar con las metas y desafíos diarios?

Me gusta pensar que tengo mucha carrera por delante, siento que eso es algo que me ayuda mucho. En caso de que una carrera no sea buena o un entrenamiento no me salga bien, digo´bueno, siempre está la siguiente´. Además, me aferro a la idea de que en el deporte siempre hay revanchas.

Y bueno, logré superar lo vivido en Estados Unidos, pues cuando dejé el país realmente siento que, como dicen en inglés, rock bottom. O sea, peor no podía estar. Tuve lesiones, dos años y medio de no rendir, una mala relación con mi entrenador. Sentí que el sueño de mi vida se caía a pedazos. Entonces cuando logras superar todo aquello, una mala carrera no significa nada. En ese sentido, la perspectiva de que he pasado por cosas peores y he sobrevivido y estoy aquí y estoy ahora, también me ha ayudado un montón psicológica y mentalmente a lidiar con todos los problemas que pueda haber.

Sabemos lo feliz que te sientes de poder competir en los Panamericanos de Santiago representando a Chile.

Todavía no encuentro las palabras necesarias para expresar qué es lo que realmente me produce, pues siento una enorme emoción, me produce felicidad, me produce ansiedad, me produce igual como responsabilidad en el sentido de que va a haber toda esta gente apoyándome, y la verdad no quiero defraudar a nadie. Pero, de cierta forma, trato de bajarle un poco el perfil, pues también me da un poco de susto no rendir y después sentirme mal, o sentirme responsable o culpable. Por ello, me he mentalizado en disfrutar lo increíble que ha sido esta temporada, independiente de lo que pase en Santiago. Obvio que me encantaría coronarla con una actuación increíble y que el estadio se caiga porque la gente está gritando, porque yo corrí bien y poder celebrar, eso es lo que me produce una tremenda emoción, que de solo contarla se me pone la piel de gallina y se me acelera el pulso.

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